El portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, el lucense Lorenzo Armenteros, alertó ayer de que se entra “en la octava ola” de COVID-19 tras pasar “una séptima casi fantasma”. “Aunque no tenemos datos de la mayoría de los positivos por coronavirus, porque solamente conocemos la incidencia en mayores de 60 años, por los casos que vemos en las consultas, los nuevos casos en gente joven y los casos que podían ser sumados de autotest que realizan los pacientes, estaríamos en una 8ª ola”, argumentó Armenteros.

“Ese pico que se está dando en las dos últimas semanas podría indicarnos que hay una nueva ola en ciernes y ya está empezando a subir”, apostilló el portavoz de los médicos de familia. El facultativo advirtió que “delegar la seguridad sobre los ciudadanos es complicado porque están muy cansados, hay un cansancio pandémico y la gente quiere disfrutar del verano, de las aglomeraciones, pero esto da lugar a un gran número de contagios”, avisó.

Un aspecto sobre el que hizo hincapié es que las “características de las variantes son diferentes; así, la BA.5 es muy infecciosa y la sintomatología es mayor”. “Los síntomas son mayores y obliga a ir a consultas de atención primaria y a un mayor ingreso hospitalario. Las variantes no son iguales y no se deben tratar de la misma manera”, sentenció.

Armenteros incidió en la necesidad de seguir “utilizando mascarillas en interiores, en el transporte público, cuando se produzcan aglomeraciones y de forma solidaria, cuando se tenga cualquier sintomatología respiratoria”.

Aislamiento de nuevo

En esta misma línea, la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) se mostró ayer partidaria de que las personas positivas en SARS-CoV-2 se aíslen aunque no tengan síntomas o sean leves, al tiempo que recordó que la mascarilla sigue siendo aconsejable en interiores concurridos. La SEE hizo un llamamiento a la responsabilidad de todos los ciudadanos y a las autoridades sanitarias para proteger especialmente a los más vulnerables.