La Opinión de A Coruña

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La salud mental se cuela en las aulas de Galicia

Asociaciones gallegas de afectados por problemas de salud mental imparten charlas a alumnos de centros de Secundaria y universidades para visibilizar, sensibilizar y ayudar a prevenir esos trastornos

Alumnos, durante una charla sobre salud mental impartida por Feafes Galicia en un centro educativo. Cedida por Feafes Galicia

Educar en salud mental desde la infancia y la juventud es clave para visibilizar, sensibilizar y prevenir, en la medida de lo posible, el desarrollo de problemas de esa índole, más aún en un contexto como el actual, en que cada vez son más frecuentes en esos tramos de edad. Consciente de ello, la federación Saúde Mental Feafes Galicia desarrolla, desde hace más de una década, programas destinados a acercar la salud mental al alumnado gallego. Solo en el último curso, casi un millar de estudiantes de una veintena de centros de Secundaria y universidades recibieron visitas de profesionales de diferentes perfiles, como trabajadores sociales, psicólogos y educadores sociales, para abordar temas como la salud mental en tiempos de COVID, la gestión y el manejo del estrés, los mecanismos de ansiedad o la intervención en el suicidio, entre otros. En algunos de esos encuentros participaron, también, personas usuarias de las asociaciones que integran Feafes Galicia o familiares, que compartieron su experiencia en primera persona.

“En Feafes Galicia llevamos bastantes años realizando este programa, que ha evolucionado con los tiempos. Empezó bajo el nombre de Mentalízate, enfocado al tema de la sensibilización y visibilización de la salud mental y el consumo de drogas y otros tóxicos; continuó como Descubre: no bloquees tu salud mental, con el mismo objetivo y la colaboración del Ministerio de Sanidad, a través del Plan Nacional sobre Drogas; y, tras la irrupción del COVID, se ha modificado por motivos obvios”, refiere Cristina Rivas, orientadora laboral de Saúde Mental Feafes Galicia, psicóloga de profesión y coordinadora de las charlas realizadas en A Coruña, quien especifica que, durante el primer año de pandemia de SARS-CoV-2, “apenas se pudo hacer nada” en los centros de Secundaria porque “el acceso era imposible, de hecho —recuerda—, muchos estaban con teleformación”.

"Cuando la situación se fue normalizando, los responsables de esos centros nos demandaban más contenidos relacionados con sintomatología, sobre todo de miedos, ansiedad y ese tipo de cuestiones, y hemos ido adaptando los encuentros a sus peticiones”, señala.

Con respecto a las charlas desarrolladas en el ámbito universitario, Cristina Rivas sostiene que la situación ha sido “bastante diferente”. “En A Coruña, la mayoría se realizaron en facultades, a través de una colaboración con el programa UDC Saudable, y versaron sobre temas como el cuidado de la salud mental en tiempos de pandemia o la gestión y el manejo del estrés. Estos encuentros sí pudieron continuar llevándose a cabo, incluso en lo peor de la emergencia sanitaria, a través de medios electrónicos, a demanda de los tutores. De hecho, ellos se encargaban de sugerir los temas que consideraban podían beneficiar más los alumnos. La experiencia ha sido muy gratificante, porque la participación fue muy buena, tanto por parte de los docentes como de los estudiantes. Y eso que a veces las charlas no tenían mucho que ver con las preguntas que los participantes nos formulaban después, porque a veces tenían otras inquietudes y aprovechan que estábamos allí para planteárnoslas”, resalta la orientadora laboral de Feafes Galicia y coordinadora de la actividad en A Coruña.

Cristina Rivas apunta, en este sentido, que los alumnos de los centros de Secundaria suelen realizar “preguntas más genéricas” que las formuladas por los universitarios. “Los estudiantes de Secundaria no son los más participativos, porque las charlas a veces son un poco impuestas, y tienden a plantear cuestiones más generales que a veces no somos capaces de responder. En las facultades, sin embargo, nos comentan temas más concretos. Les interesa bastante la gestión y el manejo del estrés, sobre todo de cara a los exámenes o a las presentaciones de los trabajos de fin de grado, y también formulan muchas cuestiones centradas en miedos relacionados con la pandemia de SARS-CoV-2. Como jóvenes que son tienen, por lo general, más relaciones sociales, y percibimos que les preocupaba bastante qué cosas podían estar haciendo que no deberían. Esa dicotomía entre la necesidad de relacionarse entre iguales y el temor a poder contagiar el COVID a sus familiares más vulnerables”, señala.

Más sensibilizados tras el COVID

Considera la orientadora laboral de Feafes Galicia y coordinadora de las charlas en A Coruña que la emergencia sanitaria ha traído consigo una “sensibilización general sobre el tema de la salud mental” y, asegura, “esto favorece la normalización”.

“Para adolescentes y jóvenes los problemas de salud mental ya no son algo desconocido o muy estigmatizado. Ahora los ven como algo que experimenta mucha gente, y que engloba problemáticas más visibles, como la ansiedad, el estrés o la depresión. Incluso el tema de las ideas suicidas se está visibilizando más a raíz del COVID, a través de las redes sociales, que es lo que más consumen estos grupos de edad, e incluso de algunas series y programas de televisión. Todo esto contribuye a que les cueste menos identificarse con todas estas problemáticas y pedir ayuda, que es lo realmente importante en estos casos. Saber qué hacer si están pasando por algo así, y no que se quede en algo que se habla entre el grupo de iguales. No solo identificar el problema, sino saber que se puede solucionar, que tienen a quien recurrir y cómo pueden pedir esa ayuda”, destaca.

La comunidad educativa reclama medidas para lograr colegios e institutos “más saludables”

Sindicatos, asociaciones de padres y madres de alumnos, organizaciones de estudiantes y de docentes, psicólogos y el Teléfono de la Esperanza impulsan un manifiesto en el que piden un mayor cuidado de la salud mental de la comunidad educativa, golpeada en los dos últimos años por la pandemia de SARS-CoV-2.

Entre los firmantes del documento están la Confederación Católica Nacional de Padres de Familias y Alumnos (Concapa); el Sindicato de Estudiantes; la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres (Ceapa); la confederación estudiantil Canae; la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza (FSIE); la Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos (Fedadi); el sindicato STES y el Consejo General de la Psicología de España. El manifiesto reclama medidas para favorecer unas condiciones “más saludables” en los centros, entre ellas cubrir rápidamente las bajas laborales de los docentes; reducir las ratios de alumnado por profesor y dimensionar los contenidos de las asignaturas a las posibilidades temporales de impartición y aprendizaje del alumnado, de modo que se evite programar más contenido del que se puede asimilar.

También demanda personal específicamente cualificado de salud mental y que las administraciones educativas apoyen de manera decidida el desarrollo del Estudio PsiCE (Psicología en Contextos Educativos), dirigido a prevenir los problemas emocionales en contextos educativos a la vez que se mejora el ajuste emocional y social.

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