Has abierto un debate en la oficina, porque es un tema que no nos habíamos planteado. Las agencias literarias trabajamos con cada autor de manera individual. Ni siquiera nos planteamos la publicación de nuestros autores dentro de una colección determinada. Por eso, aunque no creemos que exista una literatura LGTBIQ+, sí que existe la etiqueta LGTBIQ+”. comenta Amaiur Fernández de International Editors’ Co.

“Personalmente, a mí lo LGTBIQ+ me parece una fórmula matemática. Es una expresión que viene del mundo queer de las universidades yanquis que casi nadie de los que están dentro entiende, así que los de fuera ni te cuento…”, responde Luis Antonio Villena. “En todo caso —continúa—, no creo que haya una literatura gay o lésbica, igual que nadie habla de una literatura heterosexual. Hay literatura. Luego, dentro de ella, hay literatura de temática gay y literatura de temática lésbica”.

Como ya adelantaba Amaiur Fernández, el tema es complejo y lleno de matices. Tanto que, (atención, spoiler), es muy probable que, al finalizar este reportaje, el lector no obtenga una respuesta concluyente. No obstante, como le sugería Sócrates a Aristodemo al inicio de El Banquete: “juntos los dos, marchando por el camino, deliberaremos lo que vamos a decir” pues, más allá de dilucidar si existe una literatura LGTBIQ+, lo interesante será conocer los diferentes puntos de vista de los invitados a este particular banquete.

A diferencia de Fernández y De Villena, Mili Hernández, propietaria de la librería Berkana y de la editorial Egales, no solo defiende la existencia de una literatura LGTBIQ+ con una voz narrativa diferenciada, sino que que afirma convencida que dicha literatura, cuyos orígenes estarían en las revueltas de Stonewall de los años setenta, “ha llegado a salvar vidas. En una época en la que no había redes sociales y el cine apenas tenía personajes gais, la gente buscaba respuesta a sus dudas en los libros”.

Literatura activista

Ese concepto de literatura LGTBIQ+ que defiende Mili se acerca mucho al que manejan Alberto Rodríguez y Gonzalo Izquierdo, responsables de la editorial Dos Bigotes, para quienes “este tipo de escritura lleva implícito un cierto activismo, obvio o no, que contribuye a visibilizar realidades diversas y generar referentes, que no tienen por qué ser perfectos ni modelos a seguir, pero que tampoco son objeto de mofa por su orientación o identidad”.

No obstante, cuando parece que se avanza en el pantanoso terreno de las definiciones, un nuevo punto de vista obliga a desensillar y repensar el camino. “Se ha dado una exagerada importancia a la elaboración de caracteres LGTB en las ficciones y su influencia en la vida la gente”, explica el escritor Rodrigo García Marina. “Quizá haya que plantearse que no somos exactamente lo que hemos leído porque, en ese caso, hace tiempo que deberíamos habernos convertido en asesinos en serie, héroes o periodistas del New York Times. En mi opinión, lo que hace la ficción es ayudarnos a comprender los engranajes de la realidad de un modo más sutil. Por ejemplo, a mí Dumbo siempre me pareció muy marica. Mucho más que Mauri en Aquí no hay quien viva, o la poesía de Rimbaud. De hecho, estoy convencido que soy el marica que soy gracias a él”.

Independientemente de que exista una literatura LGTBIQ+ o que se reduzca todo a libros de temática gay o lésbica, lo que parece indiscutible es que ese tipo de libros abordan experiencias vitales que no acostumbran a aparecer reflejadas en la literatura de autores con sexualidades normativas.

Realidades estancas

“A nosotros nos suceden cosas adscritas a nuestra cultura, a nuestra forma particular de estar en el mundo o a las estructuras de opresión que impone la economía de la heterosexualidad obligatoria. Todos estos son temas que pueden aparecer en las ficciones”, explica Rodrigo García Marina, que pone el ejemplo de la Trilogía sucia de La Habana. “En ella, Pedro Juan Gutiérrez introduce a una gran cantidad de personajes con estos problemas, pero no es ninguna clase de activista, ni siquiera es homosexual. Lezama Lima, que sí lo era, no hace una literatura donde se vea con claridad estas cuestiones, aunque sí queden implícitas. Entonces, ¿cuál de los dos se dirige a un público LGTB? ¿Qué es lo que se supone que debemos leer los maricones?”.

Los ejemplos mencionados por García Marina resultan especialmente llamativos cuando se aplican al escenario de la literatura española contemporánea donde, mientras que los autores heterosexuales no tienen ningún prurito en escribir sobre perros parlanchines, viajes espaciales o batallas en el cabo de Trafalgar, sin ser canes, astronautas, ni marineros de la corte de Carlos IV, sin embargo no son capaces de incluir en sus obras escenas o personajes LGTBIQ+.

“Javier Marías escribió un cuento gay y me lo dedicó. Porque era amigo y porque era gay, supongo”, recuerda Luis Antonio de Villena. “A pesar de ese ejemplo, es muy raro que los autores heterosexuales escriban algo gay. Piensan que no tienen nada que decir sobre ese tema, olvidándose de que se lo podrían inventar, igual que yo me inventé la vida de una mujer en Pensamientos mortales de una dama”.

Prejuicios

Ese prejuicio, desconocimiento y desinterés por la realidad LGTBIQ+ que demuestran los escritores españoles es, en muchas ocasiones, compartido por los lectores heterosexuales, que dicen no sentirse llamados por esos contenidos. Un razonamiento con el que, desde Dos Bigotes, no están de acuerdo: “Del mismo modo que es importante ofrecer referentes e historias en las que el colectivo LGTBI+ se sienta identificado y representado, también lo es que cualquier lector acceda a estos libros porque la literatura puede ayudarnos, si no a cambiar las cosas, a entenderlas mejor”. Por eso, en opinión de Alberto Rodríguez y Gonzalo Izquierdo, cualquier persona es lector potencial de literatura LGTBIQ+, “al igual que las personas LGTBIQ+ consumen literatura protagonizada por personajes heterosexuales que es, además, la mayor parte de lo que se publica”.

No obstante, incluso esa literatura considerada heteronormativa, podría ser subvertida y cuestionada, llevando así la situación al absurdo y poniendo a ese lector heterosexual convencido en un incómodo brete. “A mí Jane Eyre me parece una novela bastante queer en un sentido laxo porque, obviamente, el concepto de lo queer es histórico y posterior al siglo XIX”, comenta Rodrigo García Marina. “El trato que se da alrededor del deseo en Jane Eyre no es para nada convencional. ¿Convierte esto a Charlotte Brontë o a sus lectoras en lesbianas? Por el contrario, Sartoris, de Faulkner no versa sobre estos temas. ¿Podemos los lectores LGTB leer esa novelas? ¿Faulkner está para nosotrxs? ¿Vamos a ser capaces de entenderle?”.

Memorial

Bryan Washington

Benson y Mike son una pareja gay residente en Houston. Benson es afroamericano y trabaja como profesor en una guardería. Mike es de origen japonés y es chef en un restaurante mexicano. Su existencia en común empieza a mostrar algunas grietas y a verse amenazada por una monotonía que romperán acontecimientos no precisamente felices que sacudirán sus vidas. La madre de Mike llega de visita desde Osaka en el preciso momento en que él recibe la noticia de que su padre —que también vive en Osaka, aunque separado de la madre desde hace mucho— está enfermo de cáncer. Decide ir a visitarlo sin más dilación.

Una promesa audaz y mortal

Brigid Kemmerer

Emberfall se desmorona rápidamente, dividido entre aquellos que creen que Rhen es el príncipe legítimo y aquellos que están ansiosos por comenzar una nueva era bajo el mando de Grey, el verdadero heredero. Grey ha aceptado esperar dos meses antes de atacar Emberfall, y en ese tiempo, Rhen se ha alejado de todos. Mientras, Lia Mara lucha por gobernar Syhl Shallow de forma más amable que su madre. Pero después de disfrutar de décadas de paz cuando la magia fue expulsada de sus tierras, algunos de sus súbditos ven con enfado que Lia Mara tenga a un ser mágico a su lado.

Las diabólicas

Boileau-Narcejak

El representante de ventas Fernand Ravinel no puede aguantar más la vida asfixiante y rutinaria que lleva con su esposa Mireille en una modesta casa, al norte de París. Por eso, junto a su amante, una ambiciosa doctora, urden un elaborado plan para asesinarla. Pero al poco tiempo, bajo una presión insoportable y aún conmocionado por el crimen, Ravinel empieza a recibir notas de la víctima, señales y evidencias de que su mujer, en realidad, no ha desaparecido y ha vuelto de entre los muertos para atormentarle...Las diabólicas, cima de la novela negra, condensa a la perfección la esencia del suspense y el terror psicológico.

Por qué el agua del mar es salada

Brigitte Schwaiger

Una joven criada en un hogar pequeño burgués de la Austria de mediados del siglo pasado se ve arrastrada al matrimonio para ocupar el lugar que le exige la sociedad. A pesar de que poco antes de la ceremonia le pide a su prometido que esta se cancele, al final la boda se celebra. Empieza así una vida conyugal marcada por la monotonía y por pequeñas formas de violencia cotidiana con las que se intenta anular su individualidad. Brigitte Schwaiger logra condensar los deseos, preocupaciones y miedos de su protagonista, así como sus intentos por mantener su identidad. S. R.

Una historia con aguijón 

Dave Goulson

La pasión de Goulson son las abejas. El abejorro británico de pelo corto, que antaño era común en las marismas de Kent, se extinguió en el Reino Unido pero, por un giro del destino, sigue existiendo en las zonas silvestres de Nueva Zelanda, descendiente de unas pocas parejas enviadas en el siglo XIX. La búsqueda entusiasta de Goulson para reintroducirlo en su tierra natal es uno de los aspectos más destacados de un libro que incluye investigaciones originales sobre los hábitos de estas misteriosas criaturas, la relación de la historia de los abejorros y consejos sobre cómo protegerlos.

El tema de nuestro tiempo

José Ortega y Gasset

En esta obra de 1923 el tema del tiempo de Ortega es explícitamente descrito por el filósofo como el “nuestro”. Se trata de la superación del modo de pensamiento y, específicamente, de vida de las generaciones anteriores. Con el desarrollo de su concepto de “generación” y de “perspectiva” propone un nuevo punto de vista que de razón de la constante en los cambios de estilo vital —la vida—, que precisaría sobre la base de este texto y sus Meditaciones del Quijote. Los ensayos en torno al momento en que prepara la obra completan esta perspectiva.

Hermanas

Bernard Minier 

Además de su atractivo físico y juventud, las hermanas Alice y Ambre Oesterman tienen algo inquietante y misterioso. Son entusiastas admiradoras de Erik Lang, un exitoso escritor de novelas negras y harían lo que fuera por complacerlo. Un día sus cuerpos sin vida vestidos de primera comunión aparecen a orillas de un río. El joven inspector de policia Martin Servaz sospecha en un primer momento de Lang, pero el caso se cierra sin esclarecerse. Veinticinco años después, cuando la mujer de Lang es asesinada en su propia casa, vestida también de primera comunión, Servaz se ve inmerso de nuevo en aquel doble crimen.T.G.

Ficción

1. El caso Alaska Sanders. Joël Dicker (Alfaguara).

2. ¿Y si lo probamos? Megan Maxwell (Planeta).

3. Todas esas cosas que te diré... E. Benavent (Suma).

4. Tokio Revengers 8. Ken Wakui (Norma).

5. Adiós, pequeño. Maxim Huerta (Planeta).

NO Ficción

1. Cómo hacer que te pasen cosas buenas. Marian Rojas (Espasa).

2. Encuentra tu persona vitamina. M. Rojas (Espasa).

3. Hábitos atómicos. James Clear (Planeta).

4. La muerte contada por un sapiens... J. J. Millás/J. L. Arsusaga (Alfaguara).

En galego

1. Algúns contos completos. Domingo Villar (Galaxia).

2. O último barco. Domingo Villar (Galaxia).

3. Golpes de luz. Ledicia Costas (Xerais).

4. Ollos de auga. D. Villar (Galaxia).

5. O tradutor de sombras. Moncha Fuentes (Xerais).