La Opinión de A Coruña

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Sanidad

Los 'guardianes’ de la salud nutricional en el Hospital de A Coruña

La Unidad de Nutrición del Chuac centra su labor en prevenir y tratar la desnutrición asociada a la enfermedad aguda o crónica, que afecta a casi uno de cada cuatro pacientes que requieren ingreso hospitalario

Profesionales del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Chuac, el gerente del área sanitaria, Luis Verde, y la subdirectora de Calidad Asistencial, Clara Olveira, posan con la certificación de calidad que acaba de recibir la Unidad de Nutrición del complejo hospitalario coruñés. | // L.O.

La Unidad de Nutrición del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), integrada en el Servicio de Endocrinología y Nutrición, acaba de obtener la certificación que acredita su calidad asistencial, de acuerdo con la Norma ISO 9001-2015. Un reconocimiento a su labor, centrada principalmente en prevenir y tratar la desnutrición asociada a la enfermedad aguda o crónica, que sufren casi uno de cada cuatro pacientes que ingresan en el hospital.

“Con la obtención de esta acreditación culminamos un proceso que iniciamos hace más de un año, de la mano de la Subdirección de Calidad Asistencial del área sanitaria. Se reconoce que tenemos implantado un sistema de gestión de la calidad y que está funcionando bien. Esto quiere decir que contamos con una serie de procedimientos bien estructurados y definidos, que los seguimos, medimos lo que hacemos e incorporamos mejoras de forma continua”, resalta el doctor Alfonso Vidal Casariego, médico especialista del Servicio de Endocrinología y Nutrición del complejo hospitalario coruñés.

Cuenta este facultativo que la Unidad de Nutrición del Chuac empezó a funcionar en 1989, con apenas “un médico y una enfermera”. “Arrancó como una Unidad independiente, de Nutrición artificial. En 2013, se integró en el Servicio de Endocrinología y Nutrición y, en la actualidad, somos una Unidad de Nutrición clínica y dietética, conformada por tres médicos especialistas en Endocrinología y Nutrición, dos enfermeras y una dietista nutricionista, que nos apoya en temas de investigación. Somos un equipo multidisciplinar y, como tal, trabajamos de forma coordinada con otros servicios hospitalarios, como el de Farmacia, y con múltiples profesionales diferentes de nuestro centro”, resalta el doctor Vidal Casariego, quien especifica que la “principal” patología que manejan es “la desnutrición relacionada con la enfermedad aguda o crónica”. “Tratamos, fundamentalmente, aquellas formas de desnutrición que se producen por efecto de una enfermedad crónica, como puede ser el cáncer, así como la desnutrición aguda, en pacientes críticos o sometidos a intervenciones importantes”, refiere el especialista, y agrega: “Atendemos a este tipo de pacientes, tanto a nivel ambulatorio, en nuestras consultas externas, como a nivel hospitalario. Y aunque esa es nuestra tarea fundamental, realizamos también labores de asesoría en todos los temas de la dietética hospitalaria y ambulatoria del área de A Coruña y Cee, y participamos en la Comisión de Nutrición de forma multidisciplinar, para orientar en todo lo referente a la nutrición en nuestro ámbito sanitario”.

El hecho de que Galicia en su conjunto, y también el área sanitaria coruñesa, cuenten con una población cada vez más envejecida, hace que aparezcan, con más frecuencia, dolencias crónicas, “a veces varias en un mismo paciente”, lo cual “condiciona situaciones de fragilidad y de desnutrición”, hasta el punto de que “aproximadamente el 23% de los enfermos hospitalizados sufren alguna forma de desnutrición importante”, advierte el doctor Vidal Casariego.

"Y lo peor que puede pasar, desde el punto de vista del pronóstico, es que un paciente se desnutra durante la hospitalización. Por eso, desde la Unidad de Nutrición del Chuac tratamos, por un lado, de prevenir que aparezca la desnutrición y, por otro, intentamos reducir todas las complicaciones que trae consigo”, subraya el facultativo especialista del Servicio de Endocrinología y Nutrición del complejo hospitalario coruñés, quien sostiene que “lo ideal” sería “tener establecido un sistema de cribado de desnutrición, sistemático”, en pacientes de grupos más predispuestos a padecerla.

“Esto es algo que aún no se ha implantado en todos los grupos de pacientes, aunque sí en algunos, como los enfermos oncológicos que se van a someter a una cirugía del colon. En estos casos, si se detecta que hay riesgo de desnutrición, son valorados en otra consulta y reciben un tratamiento nutricional antes de ser intervenidos, porque sabemos que eso disminuye las complicaciones de la cirugía y reduce la estancia hospitalaria”, señala.

“En grupos de pacientes donde no hay un cribado establecido —continúa el doctor Vidal Casariego—, es el propio médico responsable del enfermo quien nos lo deriva a consultas externas cuando entiende que hay riesgo de desnutrición o está ya establecida. En estos casos, nos encargamos de realizar una valoración del estado nutricional del enfermo, para determinar cuáles son sus hábitos alimentarios, cómo es su composición corporal, cuánto músculo tiene, cuál es su capacidad funcional y otra serie de parámetros. A partir de ahí, fijamos un plan de tratamiento nutricional, que siempre empieza con un ajuste de la dieta oral, que incluye el establecimiento de medidas dietéticas adaptadas a sus necesidades y a las patologías que padece. Cuando eso no es suficiente, recurrimos a lo que llamamos nutrición artificial: suplementos nutricionales orales, nutrición enteral y, en algún caso, incluso, a la nutrición parenteral, administrada por vía intravenosa”, apunta.

Código de dietas hospitalario

Aún siendo su principal cometido, la labor del equipo de la Unidad de Nutrición del Chuac no se limita a prevenir y tratar la desnutrición en pacientes con enfermedad aguda o crónica. También colaboran en la elaboración del código de dietas que el complejo hospitalario coruñés ofrece a los pacientes ingresados.

“Es primordial que ese código de dietas esté bien diseñado, porque lo peor que le puede pasar a un paciente es que se desnutra durante su estancia hospitalaria, dado que eso condiciona mucho el pronóstico”, reitera el doctor Vidal Casariego, quien sostiene que una dieta “bien diseñada”, es aquella que “cubre las necesidades nutricionales de los pacientes” y “satisface sus gustos”.

“La dieta hospitalaria tiene que estar adaptada, por ejemplo, a las costumbres locales, pero, al mismo tiempo, ha de cubrir las necesidades nutricionales derivadas de las enfermedades o de los procedimientos que se realizan en un hospital de alta complejidad como el nuestro”, incide, y añade: “Nosotros colaboramos en el diseño y la actualización de ese código de dietas hospitalario, para que se adapte a los requerimientos nutricionales de los pacientes y, al mismo tiempo, tenga la mejor aceptación posible. De hecho, cuando reciben el alta, se les pide que evalúen cómo ha sido su experiencia en hospitalización, y una de las cosas que se les pregunta, específicamente, es por la satisfacción con el menú. Esto nos sirve un poco de feedback, y también nos permite continuar mejorando”.

Con respecto al futuro más inmediato, el facultativo especialista del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Chuac urge continuar promoviendo la multidisciplinaridad, “trabajando siempre con el paciente en el centro” y “organizándose a su alrededor” los diferentes profesionales sanitarios “para que pueda obtener el máximo beneficio de la asistencia sanitaria”.

Reivindica, asimismo, la incorporación al Servizo Galego de Saúde (Sergas) de la figura del dietista nutricionista. “Es un profesional sanitario importante dentro de las valoraciones de la función nutricional y de dietética. Sabemos que hay un proyecto de borrador para su reconocimiento dentro del Sergas, que esperamos se publique en los próximos meses y facilite su incorporación, próximamente, tanto en Primaria como en especializada, porque va a suponer un refuerzo muy importante de la atención nutricional del paciente”, subraya.

El doctor Vidal Casariego destaca, además, la “necesidad” de ir incorporando al sistema de cribado de desnutrición “a todos aquellos pacientes de alto riesgo nutricional”, porque eso permitirá “detectar más casos de desnutrición, y también más precozmente”.

Lo ideal sería incluir a todos los enfermos oncológicos, con independencia de que vayan a ser sometidos a una cirugía, dado que son un grupo de pacientes con un riesgo muy elevado de desnutrición. Tenemos una colaboración con el Servicio de Oncología estupenda, y sería interesante establecer un cribado nutricional que nos permitiese ayudar a los enfermos durante todo el tránsito de la dolencia, mejorando su calidad de vida y su capacidad funcional, y reduciendo las complicaciones que puedan surgir a lo largo del tratamiento”, concluye.

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