La Opinión de A Coruña

La Opinión de A Coruña

Sanidad

Trasplantado por primera vez en el Hospital de A Coruña un hígado preservado en una máquina

El dispositivo recrea las condiciones ideales para que el órgano sobreviva fuera del cuerpo | El receptor, de 62 años y con cáncer hepático, se recupera de la cirugía y su pronóstico es bueno

De izqda. a dcha., los cirujanos María Quirós e Ignacio Rivas y las enfermeras Meri Blanco e Isabel López, integrantes del equipo del Hospital Universitario de A Coruña (Chuac) que realizó el primer trasplante de hígado utilizando la máquina de preservación del órgano fuera del cuerpo. Cedida.

El Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) ha trasplantado por primera vez un hígado preservado, desde su extracción al donante hasta su implantación al receptor, en una máquina de perfusión hepática, que imita la función que realiza el cuerpo humano, recrea las condiciones ideales para que el órgano sobreviva fuera de él y lo mantiene, por así decirlo, respirando. La cirugía se ha llevado a cabo apenas un mes después de que el Chuac incorporase —a mediados de junio— ese dispositivo, el primero de sus características en el Servizo Galego de Saúde (Sergas). El beneficiario de la intervención, un paciente de 62 años con cáncer de hígado, se recupera en la Unidad de Reanimación (REA) del Hospital Universitario coruñés y “su evolución, en principio”, es “muy favorable”.

La reciente incorporación de esta máquina de perfusión hepática supone para el Chuac “continuar siendo punteros en el área del trasplantes y seguir estando a la cabeza en todo lo que es integrar los avances investigadores, así como en la práctica asistencial diaria, pues se trata de una tecnología que aporta beneficios claros”, resaltaba, hace apenas tres semanas, en este diario, Javier Aguirrezabalaga, médico adjunto del Servicio de Medicina general y del Aparato Digestivo y miembro del equipo de trasplante hepático del Chuac, quien avanzaba que el nuevo equipo permitirá “poder trasplantar más cada año”, recuperando hígados “que a veces no eran óptimos o que tardaban en empezar a funcionar una vez implantados al receptor y que, por tanto, podían dar problemas en el postoperatorio”.

Frente a otros órganos, como los pulmones, que aguantan pocas horas una vez extraídos del cuerpo del donante en lo que se denomina “isquemia fría”, el hígado puede almacenarse de forma segura, en esas condiciones, hasta medio día, después de “lavarlo con un líquido especial para preservarlo y conservarlo en frío, a 4ºC”.

“Este sistema ha funcionado muy bien y lo sigue haciendo, pero puede mejorarse, y es lo que se pretende con estas máquinas de perfusión, que permiten hacer recircular el líquido de preservación, modificado y mejorado, y que además también lo oxigenan, con lo cual el órgano apenas sufre daño, al permanecer en condiciones similares a las del cuerpo humano. Y si el órgano se daña menos, funcionará mejor en cuanto a arranque”, apuntaba el cirujano general y miembro del equipo de trasplante hepático del Chuac, quien subrayaba que, con esta nueva tecnología, los hígados “dudosos” en cuanto a su validez pueden mantenerse en mejores condiciones, evitando esos daños habituales que se pueden producir desde que el órgano se extrae hasta que se implanta.

Personal quirúrgico manipula el equipo de perfusión para hígados del Chuac, el primero del Sergas. Cedida

Y es que, incidía el doctor Aguirrezabalaga, el estado en que llegue el hígado al trasplante condiciona una cascada de reacciones “cuando lo metes en el receptor”, algo que “no ocasiona ningún problema con órganos óptimos”, no obstante, “cada vez hay menos donantes óptimos porque, afortunadamente, fallece menos gente joven”.

“Los donantes son cada vez más añosos, generalmente por encima de los 65, con lo cual tienen otras patologías asociadas, tipo diabetes, así como problemas de sobrepeso, obesidad, etc... que pueden afectar también al hígado”, indicaba el especialista del complejo hospitalario coruñés, y hacía de nuevo hincapié en que contar con un sistema de preservación más avanzado permitirá “optimizarlos”, “por lo que el trasplante irá mejor” y se podrán “usar más órganos”. “Estimamos que entre ocho y diez más el primer año”, estimaba.

En este sentido, el doctor Ignacio Rivas, médico adjunto también del Servicio de Medicina general y del Aparato Digestivo y miembro del equipo del Chuac que ha realizado este primer trasplante de hígado utilizando la máquina de preservación del órgano fuera del cuerpo, aseguró que “la necesidad” de estos dispositivos “se basa, sobre todo, en la escasez de órganos existentes”.

“Inicialmente, se utilizaban órganos de personas muy jóvenes y sanas, y cualquier cosa por encima se descartaba. No obstante, ante la mayor demanda, estos criterios se han ampliado, y aunque se trata de órganos igual de válidos, su sufrimiento en isquemia fría es mayor, y ahí es donde entran en juego estas máquinas”, agregó.

En lo que va de año, el equipo de trasplante hepático del complejo hospitalario coruñés ha realizado 23 intervenciones de ese tipo, una cifra similar a la alcanzada, por estas mismas fechas, en 2021

decoration

El dispositivo de perfusión hepática podría prolongar, por encima de las doce horas, el tiempo entre donante y receptor, pero no es lo que buscan en el Chuac. “En casos muy concretos, sí puede aportar este beneficio. Por ejemplo, cuando se ha seleccionado un receptor y, por lo que sea, sucede algo y hay que descartarlo. Ahí sí que podría dar ese margen extra mientras se busca otro receptor, pero nuestra prioridad no es esta”, incidía el doctor Aguirrezabalaga.

En lo que va de año, el equipo de trasplante hepático del complejo hospitalario coruñés ha realizado 23 intervenciones de ese tipo, una cifra similar a la alcanzada, por estas mismas fechas, en 2021. En las casi tres décadas transcurridas desde el inicio de estas cirugías, en mayo de 1994, los especialistas del Chuac han llevado a cabo más de 1.350.

Compartir el artículo

stats