La campaña de excavación llevada a cabo en las últimas semanas en el yacimiento prehistórico de la Cueva Negra de La Encarnación (Caravaca de la Cruz) por parte de expertos y científicos llegados de distintos países ha continuado arrojando importantes hallazgos sobre el modo de vida de los primeros europeos. Los trabajos de esta edición se han centrado en dos zonas, una más profunda cerca de la roca madre, donde se está documentando la primera ocupación de la cueva hace casi un millón de años, y otra más superficial donde se han hallado restos de fauna e industria lítica. Entre las piezas encontradas en esta edición cabe destacar un cúbito y radio de un mamífero de gran tamaño, posiblemente un bisonte o un uro, también elementos de hiena como un cúbito y un molar; así como un molar de caballo, otro de rinoceronte y miles de restos de tortuga y herramientas de piedra de los homínidos que habitaron la cueva.

"Es precisamente la presencia de estos utensilios fabricados en sílex, así como los restos faunísticos en los que se observan claramente las marcas de corte, lo que indica que fueron consumidos por homínidos, y esto atestigua la presencia humana en los niveles más antiguos de Cueva Negra", ha destacado el codirector de la excavación, Mariano López.

La gama de técnicas de talla de la piedra, junto con el dominio del fuego y el aprovechamiento de recursos minerales y biológicos presentes en el Alto Quípar y Rambla de Tarragoya, ofrecen una visión importante sobre la destreza manual, la aptitud técnica, y sobre todo, la versatilidad cognitiva de los habitantes de este yacimiento hace casi un millón de años.

El arqueólogo codirector de la excavación ha continuado explicando que "en estos niveles más profundos de excavación hemos podido confirmar lo que ya sospechábamos tras la campaña de 2019 y es que, al menos en los últimos momentos de ocupación documentados en la cueva, esta fue frecuentada tanto por homínidos como por hienas, alternándose en el registro fósil las huellas de las actividades de estas dos especies".

Las excavaciones realizadas en los últimos treinta años han aportado valiosa información sobre los primeros homínidos. La cueva fue frecuentada por seres humanos que dejaron huella de su presencia en forma de restos del fuego y un hacha de mano, siendo ambos los más antiguos de Europa. Este yacimiento del Paleolítico tiene entre 900.000 y 800.000 años de antigüedad, que corresponde al final del Pleistoceno Antiguo (o Inferior).

Por su parte, el alcalde de Caravaca, José Francisco García, ha subrayado «la categoría internacional de este yacimiento, una auténtica joya del municipio que atrae la atención del mundo científico, ya que no deja de sorprender con valiosa información sobre el origen del ser humano y su evolución». El alcalde ha tenido palabras de agradecimiento para todo el equipo de trabajo desplazado al yacimiento y «de forma muy particular para el profesor Michael Walker, que durante treinta años ha estudiado el lugar, estando al frente de las campañas de excavación, y que actualmente atraviesa problemas de salud que le obligaron hace escasos días a ausentarse de la cueva para recibir la atención hospitalaria».

Los seres humanos antiguos probablemente pertenecieron a la especie extinta del ‘Homo heidelbergensis’ que habitaba Europa hace entre 900.000 y 150.000 años en el Pleistoceno y fue especie ancestral del ‘Hombre de Neandertal’ u ‘Homo neanderthalensis’ que vivió entre 150.000 y 40.000 años en Europa.

Hasta la excavación de la Cueva Negra no habían sido hallados en Europa ni restos del fuego ni tampoco un conjunto paleolítico con un hacha de mano «achelense» en sedimentos del Pleistoceno Antiguo. Por otra parte, el conjunto de elementos paleolíticos de sílex, caliza y cuarcita se da en todas las capas excavadas de los sedimentos, que alcanzan 5 metros de profundidad. Estos ofrecen una amplia gama de formas que reflejan diferentes técnicas de la talla practicada en la cueva.