España, que acaba de recibir otras 7.110 vacunas contra la viruela del mono (monkeypox), ha pedido a la Agencia Europea del Medicamento (EMA) que evalúe “lo antes posible” si se pueden administrar en porciones más pequeñas por vía intradérmica para aumentar así la capacidad de vacunación.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha hecho esta petición después de que el martes la Agencia reguladora estadounidense, la FDA, decidiera autorizar el uso de emergencia de Jynneos —el nombre con el que se comercializa allí la vacuna conocida como Imvanex en Europa— por vía intradérmica.

Esta vacuna se inocula por vía subcutánea, pero EEUU tomó la decisión de implantar un nuevo método que quintuplicará la cantidad de vacunas disponibles en el país, el más afectado hasta ahora por este brote: se trata de administrar por vía intradérmica dos dosis del medicamento, que, juntas, utilizan tan solo un quinto de la cantidad total de compuesto que normalmente se usa.

Mientras, la vía tradicional de inoculación, la subcutánea, que también requiere de dos dosis, se seguirá utilizando para menores, en parte porque la administración por vía intradérmica (entre las capas de la piel) es un poco más complicada en los niños.