A la tercera no siempre va la vencida. A veces hace falta llegar a la 300, como les ocurrió a los tres socios y amigos fundadores de Nordés: Pepe Albela, Juan Luis Méndez y Xoán Torres. Lo que fue una chispa que saltó delante de unas raciones de pulpo, como suelen recordar, tardó todavía dos años en materializarse en una ginebra que ya ha sido reconocida con varios galardones internacionales, como la medalla de oro en el Concurso Mundial de Bruselas, el doble oro en la mayor competición de vinos de Hong Kong y China o el oro logrado en los Masters Awards Spirits de 2019. Por el camino quedaron numerosas tentativas. Los promotores de Nordés llegaron a destilar tierra, como explicaba ayer Albela por poner un caso, en busca del “aroma del rocío”. El “Pasillo de los intentos”, un muestrario de centenares de botellas, se hace eco simbólico de aquella experiencia.

Pepe Albela muestra el alambique. | // XOÁN ÁLVAREZ

Es uno de los detalles, y salas, que podrán conocer quienes se animen a acercarse a Casa Nordés, un espacio que abre sus puertas en el Concello de Vedra, a 20 kilómetros de Santiago y “en pleno corazón del territorio de las Rías Baixas”, donde se produce el vino que está detrás de su elaboración, el albariño, según destacan sus promotores.

La visita culminó con un brindis. | // XOÁN ÁLVAREZ

El espacio no solo busca dar a conocer entre aficionados y turistas el origen gallego de la ginebra premium Nordés y su proceso de elaboración, sino también, sostienen, “potenciar” la “imagen y atractivo de Galicia”. La intención, proclaman, es que llegue a convertirse en un “punto de referencia en la comunidad” donde acercarse a la artesanía gallega y vivir experiencias gastronómicas y de coctelería “únicas”. De hecho, una de las propuestas destinadas a los visitantes, que podrán hacer reservas desde octubre, y según recogen en su web, menciona talleres de mixología, aprender a elaborar cócteles e “incluso”, enfatizan, la de crear una ginebra “personalizada con diferentes botánicos”.

Destilería y centro turístico

El consejero delegado de Osborne, Fernando Terry, fue el encargado ayer de presentar en sociedad, junto al conselleiro do Medio Rural, José González; la directora de la Axencia Turismo de Galicia, Nava Castro; o el alcalde de Vedra, Carlos Martínez, entre otros, la materialización de un proyecto que el coronavirus obligó a posponer, como indicó Terry.

Casa Nordés, explicó el consejero delegado del grupo Osborne, al que pertenece Nordés, “nace con un espíritu de ser una destilería”, pero también, dijo, “un centro turístico” en torno a una marca que situó entre las cinco “estratégicas” del grupo pese a su relativa juventud —una década—. “Ya se ha convertido en la primera marca de ginebra premium en España”, destacó, y dado “el afán de marca global” que asegura que caracteriza a su organización, esperan que en los próximos tres años la mitad de los ingresos de Nordés provengan del mercado internacional.

Así, detalló, en lo que respecta al aspecto de destilería del espacio, permite descubrir la génesis de la ginebra. “Maceramos los botánicos, los destilamos, y también destilamos el vino gallego, que es lo que le da la singularidad a esta ginebra”, contó. Desde el punto de vista de la concepción del lugar como centro turístico, invitó a los “seguidores” de la marca y a clientes a acercarse a unas instalaciones que pretenden divulgar “la marca, la compañía y este entorno tan magnífico”, en alusión al valle del Ulla y a Galicia.

“Este afán de turismo de Casa Nordés y ese aspecto turístico no es nuevo en Osborne”, matizó, ya que el grupo cuenta con centros de visita en otras comunidades, que suponen, aseguró, una “muy buena experiencia”, entre otros Cinco jotas, en Jabugo, o el de Anís del Mono en Badalona. La idea que subyace en todos es la misma. Se trata de “reivindicar el aspecto local de la producción y del medio rural”.

A la inauguración asistió precisamente el titular de Medio Rural de la Xunta, José González, quien destacó en su intervención cómo Galicia “es un referente en producción alimentaria de calidad” y cómo además el Ejecutivo está “interesado en todo el aprovechamiento que trae consigo toda esa producción a través del desarrollo turístico”. Esa amplia despensa, aseguró, incluye la ginebra Nordés, que definió como “absolutamente gallega y al tiempo universal” y cuyo nombre no solo evoca, bromeó, los incendios que preocupan a su departamento, sino también esa producción agroalimentaria autonómica en la que los licores, lamentó, son “uno de los grandes desconocidos”. Por ello, consideró un “reto dentro de la investigación que se pueda hacer aquí”, en alusión a Casa Nordés, el “desarrollar o intentar recuperar o al menos mantener” bebidas que, defendió, van “más allá de aguardiente o aguardiente de hierbas”.

Una visita “inmersiva”

En todo caso, la protagonista de Casa Nordés es la ginebra que la bautiza y el lugar está concebido como un espacio “inmersivo, sensorial y divulgativo” en medio de la naturaleza que incluye varias etapas. De entrada el recién llegado es recibido en la Casa del Fundador, origen de Nordés, pero también le espera el invernadero o la sala de destilación. El visitante se despide con una degustación, en la sala de catas, de un gin tonic Nordés y de Nordesiño, un cóctel que describen como “ideal” para aperitivos y para maridar con “conservas y productos tradicionales de la zona”. En esa cualidad incidió Pepe Albela al señalar que buscaban una ginebra “gastronómica”, pensando menos en la noche y más en el maridaje.

Fue Albela quien ejerció ayer de maestro de ceremonias de la visita y reveló esa y otras claves durante recorrido. En el invernadero, por ejemplo, se detuvo para desgranar los orígenes de la bebida. Comentó cómo a diferencia de otras ginebras que utilizan alcoholes neutros, ellos apostaron por aguardientes que aportan aromas, lo que “dificultaba” ensamblar los botánicos (las hierbas aromáticas). Tras conseguir una aguardiente “de calidad”, quieren “controlar” también esa otra parte del proceso y de ahí que vayan a cultivar las que el clima permite. Su meta es cubrir entre el 70 y el 80% de las plantas aromáticas que utilizan con cultivo propio. En el jardín, se puede ver ya hibisco, salvia, hierba luisa o menta, entre otras.

Albela describió también el proceso de maceración —a algunas hierbas les bastan 24 horas, otras precisan un mes—, que cuenta con su propio espacio, y dedicó atención al alambique, que funciona con un sistema de destilación por baño maría que posibilita un calentamiento homogéneo. Aunque el sistema, que implica tanto destilaciones del vino como de los botánicos, es de “máxima tecnología”, apuntó el fundador, “no se podría hacer nada si la materia prima que utilizamos no es buena”. “Eso es lo que nos da Galicia, una materia prima de excelente calidad”, subrayó.