España lidera la UE en una penosa clasificación: ningún otro país tiene tantos animales enjaulados en granjas intensivas. Hay ahora mismo en su territorio 87 millones de gallinas, codornices, conejos o cerdos viviendo entre barrotes, dentro de un espacio que apenas les permite moverse, muchas veces en condiciones de profunda insalubridad. Varios estados europeos ya han eliminado esta cruel práctica o se han comprometido a eliminarla en los próximos años. Pero no España. El Gobierno aún no ha dicho cuál es su plan.

Para presionar al Ejecutivo a dar un paso que ya han dado Austria, Alemania, Dinamarca, República Checa y Eslovaquia, la organización animalista Equalia ha divulgado este jueves unas imágenes muy duras. Grabadas entre este año y el pasado en granjas de Madrid y Castilla-la Mancha, en el vídeo aparecen gallinas ponedoras en pésimas condiciones. Hacinadas en espacios minúsculos, sin tocar el suelo ni ver el sol, hay animales desplumados, moribundos o directamente cadáveres sin retirar de las jaulas. 

España es el segundo país de la UE con mayor producción de gallinas en jaulas, 35 millones de estas aves se encuentran en esta situación, una cifra solo superada por Polonia, con 40,5 millones. “Actualmente, en España, el 73% de las gallinas ponedoras viven toda su vida en jaulas. No pueden estirar sus alas, investigar su entorno, ni dar rienda suelta a sus comportamientos naturales –explican en Equalia-. Otros animales de granja como cerdos, terneras o conejos pasan también parte o la totalidad de su vida enjaulados”.

“Las jaulas también suponen un innecesario riesgo para la salud pública –continúan en la organización-. Un informe de 2007 de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria mostró que las granjas que confinaban a las gallinas en jaulas presentaban un riesgo mayor de contraer determinadas cepas de salmonela. Posteriormente, otro informe de 2019 de la misma institución concluyó que el cambio hacia los huevos sin jaula en Europa ha logrado reducir las tasas de contaminación por salmonela en las granjas y las tasas de intoxicación por salmonela en las personas consumidoras”.

La inminente directiva

La sociedad lleva tiempo dando muestras de que quiere acabar con esta situación de maltrato animal. Una encuesta de Equalia concluyó a principios de este año que el 67% de los españoles está en contra del confinamiento de las aves. Aun así, el Gobierno señala que tiene previsto legislar sobre este fenómeno, pero no aclara en qué sentido.  

Las instituciones europeas, mientras tanto, sí han comenzado a moverse. Hace un par de años, una iniciativa ciudadana entregó a la Comisión casi un millón y medio de firmas que reclamaban poner fin a los barrotes, en un objetivo llamado End the Cage Age (el fin de la era de las jaulas). 

La UE recogió el guante. Con 558 votos a favor, 37 en contra y 85 abstenciones, la Eurocámara aprobó a mediados de 2021 una resolución que reclamaba una norma comunitaria para terminar con las jaulas en la ganadería. Poco después, la Comisión anunció que estaba trabajando en una directiva para desterrar los barrotes de forma gradual, comenzando en 2027 por las gallinas ponedoras, los animales que más sufren este trato tan cruel.

Varios países ya han anunciado que apoyarán esta directiva. Pero no España, que continúa sin aclarar qué piensa hacer.