Orgullo, ilusión y muchísima emoción la vivida ayer en el Hospital Universitario La Paz, de Madrid, que llevó a cabo con éxito, por primera vez en el mundo, un trasplante de intestino que procede de una donación en asistolia controlada pediátrica. La receptora es Emma, un bebé de 13 meses que, desde su primer mes de vida, estaba diagnosticada con fracaso intestinal y, lo peor, con una salud muy deteriorada. La chiquitina ya ha recibido el alta y está en casa con sus padres, Ana y Daniel. Unos padres felices y emocionados que, durante el acto de presentación de este hito, celebrado en el hospital, ante un salón de actos repleto y con enorme expectativa, mostraron agradecimiento y mucha emoción. Porque la vida de la pequeña ha dado un giro de 180 grados. “Ha sido una segunda oportunidad”, dijo, con la voz quebrada, el padre de Emma, también allí, en su sillita.

La donación en asistolia es la donación de órganos y tejidos que proceden de una persona a la que se le diagnostica la muerte tras la confirmación del cese irreversible de las funciones cardiorrespiratorias (ausencia de latido cardíaco y de respiración espontánea durante más de cinco minutos). El caso de Emma es pionero en el mundo.

Apenas le salían las palabras a Daniel para agradecer a sus profesionales la gesta. También para dar gracias infinitas a las familias de los donantes y a la asociación española de ayuda a niños, adultos y familias afectadas de fallo intestinal, trasplante multivisceral y nutrición parental (NUPA). Aplausos y más aplausos para reconocer que, gracias a ese trasplante pionero , la bebé ya gatea, que está en casa (la familia procede de Segovia) y que, impensable hace apenas nada, todo va hacia adelante. “Han sido momentos duros, un camino de guijarros que nos han ayudado a echar callo, pero aquí estamos, con una niña preciosa”, dijo el padre.