La Opinión de A Coruña

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“Nunca podremos agradecer lo suficiente la labor y el cariño de todo el equipo, y en especial del personal de la UCI del Materno”

Isabel y Vicente, padres del adolescente trasplantado, en el Chuac. | // CEDIDA

“Puedo decir, sin dudarlo, que el pasado 7 de septiembre fue el mejor día de nuestras vidas”, resalta Isabel, la madre del adolescente de 14 años trasplantado con éxito en el Chuac tras pasar dos meses en la UCI conectado a un dispositivo de asistencia ventricular, una suerte de corazón artificial que lo mantuvo con vida hasta que, ese día, apareció un órgano compatible. Cuenta que a su hijo le diagnosticaron una “miocardiopatía” a los 8 meses de nacer, que estaba en seguimiento y que, pese a “tomar una medicación”, llevaba “una vida totalmente normal”. “Nunca había tenido ningún problema, hasta que decidimos venirnos de vacaciones a Galicia y, justo el día que llegamos, le dio un síncope en plena calle, en Vigo. Ahí empezó todo. Nos dijeron que teníamos que trasladarnos a A Coruña, porque el Chuac es el centro de referencia para patología cardíaca infantil esta comunidad, y nuestra sorpresa fue mayúscula cuando los especialistas coruñeses nos advirtieron de que el niño estaba muy grave y había que hacerle un trasplante de corazón”, rememora. En ese momento, reconoce, se les “cayó el mundo encima”.

“Nos explicaron que se podía recurrir a esta técnica, pionera en niños, mientras no aparecía un corazón compatible, y por supuesto dijimos ‘adelante’. Lo único que nos importaba es que salvasen la vida de nuestro hijo”, resalta Isabel, quien solo tiene “palabras de agradecimiento” para la familia del donante que ha “devuelto la vida” a su pequeño, igual que para todos los profesionales del Chuac implicados en un proceso que, admite, “se lleva mal”. “Pasar dos meses en la UCI, al filo de la incertidumbre, es muy duro. Más aún para un adolescente, que es plenamente consciente de lo que le está pasando. Allí hubo momentos buenos y malos, lloramos mucho junto a nuestro hijo, pero siempre estuvimos arropados por el personal del Materno Infantil Teresa Herrera. Son todos maravillosos, y nunca podremos agradecerles lo suficiente su cariño y su labor”, destaca.

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