La Opinión de A Coruña

La Opinión de A Coruña

Realidad virtual al servicio de la discapacidad

Investigadores de la UDC desarrollan espacios virtuales para favorecer la rehabilitación de personas con diversidad funcional | Usuarios de las asociación Adaceco han probado ya los prototipos y la experiencia ha sido “muy positiva”

Manuel Lagos, ingeniero informático e investigador, prueba uno de los espacios de realidad virtual desarrollados por el grupo Talionis-Citic. // CASTELEIRO/ROLLER AGENCIA

Coger en una alacena un par de cubiertos y cortar un pedazo de carne, apartar una silla para poder sentarse a la mesa o hacer una lista de la compra son actividades cotidianas, no obstante, constituyen un auténtico desafío para muchas personas con discapacidad, de ahí que en las sesiones de rehabilitación dirigidas por terapeutas se trabajen, con frecuencia, este tipo de cuestiones. Investigadores del grupo Talionis del Centro de Investigación en Tecnologías TIC (Citic) de la Universidade da Coruña (UDC) se han propuesto aportar su granito de arena, mediante el desarrollo de espacios de realidad virtual personalizados para “complementar” esa labor. Usuarios de Adaceco han probado ya los prototipos y la experiencia ha sido “muy positiva”, lo que ha llevado a esta asociación a incluir una mesa redonda sobre el proyecto en la V Jornada sobre daño cerebral adquirido, Adaptándonos a una nueva realidad, que tendrá lugar el próximo sábado 22 en la sede de la Fundación María José Jove, entidad coorganizadora del encuentro.

“Trabajamos, desde hace algo más de un año, en el desarrollo de espacios virtuales personalizados para favorecer la rehabilitación de personas con discapacidad en general”, explica Thais Pousada, terapeuta ocupacional, enfermera, profesora del departamento de Ciencias de la Salud de la UDC e investigadora del grupo Talionis y del Citic, quien detalla que este proyecto surge a raíz del “análisis” de los usos de “las típicas gafas de realidad virtual Oculus o HTC”, con “un montón de aplicaciones y juegos” pero que, “en realidad, no son utilizables por las personas con discapacidad”. “La mayoría están en inglés, son muy difíciles de comprender y, además, requieren el uso de unos mandos que los usuarios tienen que manipular y, en personas con movilidad reducida, esto no siempre es posible. Por eso decidimos iniciar este trabajo de investigación, que se está convirtiendo ya en la tesis doctoral del ingeniero informático e investigador Manuel Lagos. Él desarrolla espacios virtuales, configurables por parte de los terapeutas que vayan a trabajar con la persona con discapacidad, lo cual les permitirá ajustar, por ejemplo, la altura o el número de objetos que debe coger o la dificultad de las instrucciones que ha de comprender, en función de las características del usuario en cuestión”, refiere.

Gafas HTC y otros dispositivos para el uso de los espacios de realidad virtual personalizados desarrollados por los investigadores del grupo Talionis-Citic de la UDC Casteleiro/Roller Agencia

Para la creación de estos espacios virtuales personalizados, los investigadores del grupo Talionis-Citic de la UDC se han servido, “básicamente”, de una herramienta de aplicaciones y juegos (software) denominada Unity, y de “una programación de parámetros” previa, especifica Pousada, quien reconoce que “no todo” es personalizable en su proyecto. “Ojalá pudiésemos configurar el entorno de la vivienda de los usuarios y que apareciese en ese espacio virtual. Los escenarios son estándar, pero sí es posible personalizar determinados elementos, como el número de objetos, la altura a la que se encuentran o la distancia, así como la dificultad en la comprensión de las instrucciones, entre otros”, reitera la investigadora, quien resalta que “los escenarios de la vida cotidiana” son “otro aspecto” que “diferencia” este proyecto de “las aplicaciones comerciales”. “Los usuarios podrán interactuar dentro de una vivienda, para llevar a cabo cuestiones instrumentales básicas de la vida diaria; en una huerta, donde podrán realizar una actividad de ocio, como la plantación y la recogida de tomates, patatas, etc...; y en un supermercado, un escenario que da mucho juego para practicar una actividad tan instrumental como es la compra: preparar la lista de productos que se van a necesitar, calcular el dinero, desplazarse a diferentes secciones del establecimiento, coger los productos que precisan para elaborar una receta...”, señala.

La idea, continúa, es que las personas con discapacidad que hagan uso de los espacios de realidad virtual que han desarrollado trabajen en “escenarios muy cotidianos” para que, posteriormente, puedan “trasladar lo aprendido a su vida diaria”. “Contando, además, con que el empleo de la realidad virtual es, también, un factor motivador, diferente y complementario a las terapias habituales que se llevan a cabo en una sala”, considera la profesora e investigadora de la UDC, quien subraya que “otra diferencia importante” del proyecto del grupo Talionis-Citic, con respecto a las aplicaciones comerciales, es “el uso de un complemento, un dispositivo llamado Leap Motion”, que “capta el movimiento de las manos y evita tener que utilizar los mandos de las gafas de realidad virtual, sujetarlos y cargar con ese peso”, algo que las personas con discapacidad, en muchos casos, “no pueden hacer”. “Con este dispositivo, que va conectado a las gafas y que, a su vez, interacciona con los escenarios virtuales, el usuario está ‘dentro’ de esos espacios. Ve sus manos y, a través de ellas, puede interaccionar directamente con los objetos, es decir, cogerlos y dejarlos”, destaca.

Incide, Thais Pousada, en que los espacios de realidad virtual constituyen un “plus” para las terapias rehabilitadoras de las personas con discapacidad, porque las hacen “más atractivas” y “sus resultados son transferibles a un entorno real”, al “trabajar actividades del día a día”. “Son un complemento a disposición de las personas con discapacidad en general y de los terapeutas que trabajan con ellas, quienes decidirán (junto con los propios usuarios) si los utilizan, cuántos días a la semana, en qué tipo de escenario... “, sostiene la profesora e investigadora de la UDC, quien recuerda que, a lo largo de este año, varios grupos de Adaceco han visitado las instalaciones del Citic para probar los distintos espacios de realidad virtual que vienen desarrollando, y la experiencia ha sido “muy positiva”. “Los usuarios de esta asociación vinieron siempre acompañados de la terapeuta ocupacional y de una fisioterapeuta, en grupos de cinco y seis personas con daño cerebral de diferente tipo y con distintas secuelas. Probaron la realidad virtual y, solo en uno de los casos, uno de los usuarios se sintió un poquito mareado. El resto, súper bien. Les pareció un proyecto muy interesante, por lo diferente que es a las terapias que realizan de manera habitual y, por tanto, muy motivador. Los resultados de la experiencia fueron, en general, muy positivos, y gracias al apoyo de la terapeuta ocupacional y de la fisioterapeuta de Adaceco, hemos podido ajustar ciertas cuestiones para que nuestra aplicación sea lo más útil posible en el futuro”, detalla.

Cuenta Pousada que, en este primer año de trabajo, los investigadores del grupo Talionis-Citic se han dedicado, principalmente, a “sentar las bases proyecto”, como los “escenarios” y “sus elementos fijos”, y que el siguiente paso es mejorar la personalización. “Manuel Lagos va a perfeccionar esa parte, para que cada vez sea mayor, y otra de las ideas de su tesis es poder combinar los datos de la actividad de la persona con discapacidad en el escenario virtual mediante la observación de los terapeutas, con los que se recojan a través de un reloj inteligente, que registrará su movimiento, para determinar si se han producido avances, o no, entre las primeras sesiones y las posteriores”, avanza.

Compartir el artículo

stats