Trabajadores y usuarios de la residencia pública Concepción Arenal de A Coruña se concentraron ayer a las puertas del centro, en el barrio de Matogrande, para protestar contra las condiciones de vida de los internos a causa, aseguran, de la falta de personal. Pese a que el servicio de la residencia es público, de la Xunta, la gestión es privada, hoy a cargo del Grupo Clece, filial de residencias de ancianos de ACS, propiedad del empresario Florentino Pérez.

Los concentrados denuncian que no hay sanitarios suficientes para garantizar los cuidados de los internos y que no se cumplen las condiciones pactadas en el pliego. Afirman que es frecuente que las auxiliares cubran turnos sin contar con la asistencia de una enfermera. La residencia cumple con las ratios marcadas por la Administración, pero las empleadas aseguran que no es suficiente. “Por cada treinta residentes hay dos auxiliares y medio”, según cálculos de la CIG.

Empleados y usuarios piden la contratación de más trabajadores y que se cubra la baja laboral de la terapeuta ocupacional del centro. Las trabajadoras aseguran que se está ofreciendo un servicio “indigno” y que sus condiciones eran mejores, incluso, durante la pandemia de SARS-CoV-2.