Extremadura se ha convertido desde hace años en el epicentro de los principales espectáculos culturales del país, que no se concentran exclusivamente en una época determinada del año, sino que se diseminan a lo largo del calendario. La cultura en Extremadura es una gran aliada de otro de los motores de la región: el turismo. La consejera de Cultura, Turismo y Deportes, Nuria Flores Redondo, incide sobre la capacidad de la cultura y los festivales teatrales y musicales para atraer turismo a la región gracias a su transversalidad y a la íntima relación con el patrimonio que tienen. Festival de Flamenco y Fado en Badajoz, Festival Internacional Folk de Plasencia, Festival Internacional de Teatro de Mérida, Festival Womad… son tan solo algunos ejemplos. Este gusto por los espectáculos, generalmente al aire libre y en entornos históricos también ha suscitado el interés de promotores privados como demuestra el Stone&Music Festival, que este año ha contado con artistas de la talla de Joan Manuel Serrat, Malú. Miguel Ríos, o Deep Purple, entre otros muchos.

Es esa combinación de piedras centenarias y cultura la que es el gran y singular atractivo que hace que cientos de miles de personas pasen por Extremadura exclusivamente para ver un espectáculo. Si hay un festival estrella y espejo en el que se miran muchos festivales no solo del país sino del mundo ese es el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida , y no solo por su programación o sus montajes propios. Su rentabilidad es un ejemplo de que la cultura, bien gestionada, es una gran oportunidad de negocio. El Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida ha cerrado su 68 edición con 74.673 espectadores en el Teatro Romano de la capital extremeña, su principal escenario, y con una recaudación total de 1.784.727,75 euros, que arroja un superávit en taquilla aproximado de 225.000 euros. La actividad no solo se concentra en Mérida. A los espectadores del Teatro Romano hay que añadir los de las extensiones en Medellín, Regina y Cáparra, que hacen que la cifra total ascienda hasta los 86.709, mientras que los asistentes totales, teniendo en cuenta las distintas actividades programadas, se elevan a las 147.053 personas. Jesús Cimarro, su director, ha avanzado que su intención es que en próximas ediciones se pueda presentar el Festival de Mérida pasando el océano Atlántico. Además, el informe "Lo mejor de la cultura 2021" de la Fundación Contemporánea señaló al Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida como Insignia Cultural de Extremadura.

Joan Manuel Serrat ofreció su concierto de despedida en el Stone&Music Festival de Mérida, sede del Festival Internacional de Teatro Clásico.

Otra de las grandes citas culturales de Extremadura es el Festival de Teatro Clásico de Cáceres, cuya primera edición fue en 1990, y que se centra en representaciones del Siglo de Oro durante las noches del mes de junio. En este festival el continente es tan importante como el contenido, pues se desarrolla en la Ciudad Monumental de Cáceres, en plazas renacentistas como las de San Jorge y Las Veletas, en un ambiente absolutamente mágico. Este año ha cerrado con buenos números su edición número 33. Los espectáculos y actividades programadas han atraído a 6.187 espectadores y cinco de los espectáculos principales colgaron el cartel de entradas agotadas. A esto se suman los 6.000 visitantes que ha registrado la exposición Del miriñaque al polisón en el Museo de Cáceres.

El Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida ha cerrado su 68 edición con 74.673 espectadores y una recaudación de 1,7 millones

Además de teatro, las recreaciones históricas son también favoritas del público, por ser una experiencia inmersiva de primer orden. Cada año Mérida acoge el Festival Emérita Lúdica, que transporta al viajero al siglo I después de Cristo, cuando la ciudad aún no había sido poblada por los romanos.

De la Luna al fuego, en Zafra, es una curiosa fusión entre el Siglo de Oro, la evocación de la fiesta del Corpus y la de San Juan. Uno de sus más interesantes rituales es la "mojá de varas" en la noche del 23 de junio y que escenifica la creencia de poner a remojo las herramientas de trabajo para atraer la suerte. También en esa corriente de la recreación histórica está el Festival Templario de Jerez de los Caballeros.

En Hervás, al norte de Cáceres, también sucede otro momento mágico que recrea la expulsión en 1492 de los judíos por parte de los Reyes Católicos. En esta localidad había una gran población de origen hebreo. Durante tres días los hervasenses vuelven al siglo XV y representan la obra ‘Los conversos’.

Un momento de la puesta en escena de ‘Julio César’, en el teatro romano de Mérida. EFE

En Badajoz el Festival Flamenco y Fado es una cita cultural imprescindible, pero no solo para la agenda cultural extremeña sino también para la lusa. Significa "un diálogo de dos tierras a través de la música: el Flamenco y el Fado, ambos Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y cuenta con el impulso de instituciones públicas como la Secretaría General de Cultura, el propio Teatro López de Ayala de Badajoz o el Museo del Fado de Lisboa". Nombres consagrados que conviven junto a jóvenes promesas en una de las citas más esperadas del año. Artistas portugueses profundizan en el flamenco, y conocen los tangos y jaleos propios de Extremadura y los músicos extremeños ahondan en la música tradicional portuguesa y el legado de artistas como Amalia Rodríguez o José Alfonso, tal y como ha hecho el cantautor Luis Pastor en su último trabajo ‘Extremadura Fado’. Unos 3.500 espectadores acudieron este año a la terraza de verano del Teatro López de Ayala y el Auditorio Municipal Ricardo Carapeto.

También situada en el mundo del teatro clásico es la propuesta del Festival de Teatro Clásico de Alcántara, que comenzó en los años 80 y que se celebra en el Conventual de San Benito y la Galería de Carlos V. Por él ya han pasado profesionales de la escena como Rafael Álvarez ‘El Brujo’ o Concha Velasco, encantados de pisar un escenario con tanta historia. Las actividades complementarias también son un gran aliciente, especialmente su espectacular pasacalle.

Rafael Álvarez ‘El Brujo’, un clásico del Festival de Alcántara. FESTIVAL DE MÉRIDA

En Zalamea de la Serena se rinde homenaje al gran texto teatral del Siglo de Oro Español El alcalde de Zalamea. La obra cumbre de Calderón de la Barca, ‘El alcalde de Zalamea’ es Fiesta de Interés Turístico Nacional, y en ella actúan o colaboran prácticamente todos los vecinos del pueblo en la plaza de la Constitución donde se hace un silencio reverencial solo roto por los aplausos al final. Además del teatro, durante esos días las calles del municipio están engalanadas con un mercado artesanal y otro infantil en el castillo y en las calles de ‘arribalavilla’, en el que se encuentran todo tipo de personajes propios de la época: lazarillos, ciegos, trovadores y pasacalles.

El Festival Womad pone en valor un recinto monumental que vive una fiesta de la tolerancia durante tres días

Otras recreaciones imprescindibles son La Batalla de La Albuera, la Boda Regia de Valencia de Alcántara o Almossassa en Badajoz, que unen la fiesta en la calle a su atractivo patrimonio histórico.

El Festival Ibérico de Cine se celebra en julio en Badajoz, Olivenza y San Vicente de Alcántara con la proyección de un total de una treintena de cortometrajes de directores españoles y portugueses. También con marcado carácter transfronterizo se celebra el Festival Internacional de Cine Periferias, en la frontera de Valencia de Alcántara y Marvão, con propuestas cinematográficas y musicales en una docena de lugares de ambos lados de la frontera hispano-portuguesa.

El Contempopránea en Olivenza, con el castillo de Luna al fondo, suma 26 ediciones. contempopranea alburquerque

Una de las grandes citas culturales del año es el Festival Womad, que se celebra en Cáceres, poniendo en valor el recinto monumental de la ciudad durante tres días de mayo. Esta última ha sido su trigésima edición, que ha recuperado las cifras de participación prepandémicas, con 140.000 asistentes. Unos 27 artistas de 16 países de cuatro continentes, además de talleres, cine, mercado de artesanía, comidas del mundo y actividades divulgativas se concentran en un entorno Patrimonio de la Humanidad, que se convierte en una fiesta inclusiva en la que participa toda la ciudad y visitantes de todo el mundo.

Especializado en la música ‘Indie’ es el Festival Contempopránea, que llena los hoteles de Olivenza durante tres días con aficionados a este género musical. En su vigésimo sexta edición los seguidores de la cultura del pop en el país disfrutaron de bandas nacionales como Lori Meyers, La Moda y Alizzz, junto a La Casa Azul, Viva Suecia, Miss Caffeina, Carolina Durante, La la Love you, Cariño, o Ladilla Rusa, entre otros grupos en la cita indie con más tradición del España. El ambiente es indescriptible, hay que vivirlo para saber qué es un Contempopránea. Es el fin de semana más pop del verano.