Mercedes Goicoa, expresidenta de la Real Academia Gallega de Bellas Artes, falleció el viernes por la tarde en A Coruña a los 94 años. Su cuerpo se encuentra en el tanatorio de Servisa, donde hoy se efectuará su cremación. Fue una destacada pianista y la primera mujer que presidió una academia de Bellas Artes en España, cargo que ocupó desde 2003 a 2014, fecha desde la que era presidenta de honor de la institución.

Nació en A Coruña en 1928, donde inició sus estudios bajo la dirección de Honoria Goicoa, Alberto Garaizabal y Pilar Castillo, para después obtener una beca de la Diputación que la llevó al Real Conservatorio de Música de Madrid, donde obtuvo el Premio de Fin de Carrera. Su formación se completó en París con los maestros Lazare Levy y George Enesco. Su actividad profesional la llevó a actuar como solista y como integrante de orquestas en España y Francia, aunque también desarrolló una carrera como docente de piano y música de cámara en el Conservatorio coruñés, donde fue profesora de Piano Superior desde 1963, una etapa de la que guardaba un gran recuerdo, y donde aseguró sentirse muy querida. “Trabajé con mucho gusto allí Siempre me sentí querida, y eso es lo que te da fuerza para trabajar con el arte”, reconoció años después.

Goicoa ingresó en 1986 como académica numeraria de la sección de Música de la Real Academia Gallega de Bellas Artes tras pronunciar un discurso titulado De lo estético expresivo a la interpretación musical. Formó parte de las diferentes juntas de gobierno de la entidad desde diciembre de 1993 hasta abril de 2003 como conservadora-bibliotecaria, año en el que fue elegida presidenta de la centenaria entidad. En esa etapa se encargó de crear y organizar el Archivo Musical de Galicia, el Archivo de Imágenes y la donación de legados de compositores gallegos que fueron académicos como Eduardo Rodríguez-Losada o Alberto Garaizába. En 2014 renunció a optar a un tercer mandato a causa de sus problemas de salud, y tras bregar incansablemente por la consecución de mejoras para la institución. “Lo primero que hice como presidenta fue ir a hablar con Francisco Vázquez para pedir que se ampliase la Academia. Le dije que era muy pequeña y que el patrimonio es enorme, por lo que no había sitio para mostrarlo. Luego se lo pedí a Javier Losada y Carlos Negreira”, contaba en una entrevista concedida a este diario en 2014, cuando dejó el cargo.

La pianista llegó al organismo en un momento precario, en el que la institución no disponía ni de piano, disfunción que ella misma se encargó de corregir. “Cuando entré en la Academia, estábamos los miembros reunidos en una habitación y, muy ingenuamente, pregunté dónde estaba el piano. ¡Me respondieron que no había! Me fui hasta Caixa Galicia y les expuse el problema, así que al final lo conseguimos. Después arreglamos el salón también con la ayuda de la caja, que nos regaló las butacas. Toda nuestra labor es en beneficio de la cultura. Gracias a ese piano podemos tener ahora conciertos”, comentaba entonces.

A lo largo de su carrera, Goicoa recibió numerosos premios por su virtuosismo en la interpretación, que demostró en los numerosos recitales que ofreció a lo largo de su vida, que le brindaron galardones como el Primer Premio de Música de Cámara, Premio de Interpretación de Música Francesa, Premio Extraordinario de Piano y Premio Extraordinario de Virtuosismo.

La artista fue autora de numerosos artículos y entrevistas en revistas especializadas, además de realizar crítica musical en las obras publicadas por la Editorial Labor. En 1987 fue comisaria de la exposición Rubinstein y España, inaugurada en la fundación Santillana, de Madrid, con motivo del cien aniversario del nacimiento de Arthur Rubinstein.

Figuras del mundo de la cultura y las artes han lamentado el fallecimiento de la pianista. El actual presidente de la Real Academia de Bellas Artes, Manuel Quintana Martelo, expresó sus condolencias a través de la red social Twitter y reiteró el “hondo pesar” en nombre de la institución. Del mismo modo se pronunció el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, que lamentó “la triste noticia” del fallecimiento. El secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo, se sumó a las condolencias.