La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) acaba de decidir qué será de ella a corto plazo. Tras dos días reunidos en París, los responsables de Ciencia de los estados que integran el organismo tomaron ayer dos decisiones cruciales: su presupuesto trianual, con el que el continente intentará seguir competiendo en la carrera del espacio, y el nombramiento de una nueva promoción de astronautas, algo que no hacía desde 2009. Entre ellos hay dos españoles: Pablo Álvarez y Sara García Alonso.

Los candidatos han tenido que pasar numerosas pruebas. En un primer momento, la ESA recibió casi 23.000 solicitudes, pero solo ha nombrado a 17. El Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos confiaba en que al menos uno de ellos fuera español. “España se merece formar parte de este grupo”, escribió el martes en Twitter la titular de Ciencia, Diana Morant, a las puertas de la reunión.

El segundo en la historia

Y así fue. El ingeniero aeroespacial Pablo Álvarez Fernández ha sido elegido y se convertirá en el segundo astronauta que viaja al espacio representando a España, tras Pedro Duque, que viajó dos veces al espacio, en 1998 y 2003, y después fue el antecesor de Morant en el Ministerio de Ciencia. Al mismo tiempo, Sara García Alonso, investigadora del cáncer, también ha sido seleccionada, pero en el grupo de reserva.

En paralelo, el organismo también ha dado el pistoletazo de salida a su primer programa de astronautas con discapacidad, para quienes los duros requisitos físicos habituales suponían un obstáculo. Según explica la ESA, se han tenido en cuenta a “personas con una deficiencia en las extremidades inferiores y/o con estaturas inferiores a 130 centímetros”.

El organismo espacial aspiraba a lograr una financiación de alrededor de 18.500 millones de euros, pero al final los estados miembros han acordado un presupuesto de 16.900 millones, que aun así supone una cantidad más de un 20% superior a la del trienio previo.