Discrepamos sobre inmigración, pero nos acerca el feminismo

Un informe analiza la polarización en España a través del análisis de más de 600 millones de mensajes en Twitter

Manifestación del 8M.   | // AXEL ÁLVAREZ

Manifestación del 8M. | // AXEL ÁLVAREZ / alberto muñoz

Alberto Muñoz

A los españoles nos gusta mucho hablar de feminismo, de empleo y de cambio climático, y, curiosamente, también son los temas en los que estamos más de acuerdo. Sin embargo, cuando la conversación gira en torno al racismo, el aborto y la inmigración los debates y las opiniones se polarizan, nos enfrentan y nos resulta más difícil encontrar un terreno de entendimiento común. Eso es lo que se desprende de un estudio publicado por la consultora Llorente y Cuenca (LLYC) en colaboración con Más Democracia, en el que, a través de un análisis de más de 600 millones de mensajes en Twitter durante los últimos cinco años, se constata además “el poder adictivo de la polarización del debate público”.

“En la medida en que la extrema derecha se va incorporando a las redes sociales esos temas de debate en Twitter son arrastrados a polos de polarización muy grandes”, explica Joan Navarro, sociólogo, socio de LLYC y uno de los creadores del informe. Esa sensación de polarización, sin embargo, nos encanta. Genera sensaciones similares a las drogas, defienden los redactores del informe, y acaba generando una adicción que se satisface fácilmente en internet, donde es más fácil encontrar un refuerzo a nuestras opiniones. “Si hubiera un terraplanista en cada pueblo de España tendríamos 8.000 terraplanistas. ¿Eso refuerza sus ideas? No. Pero si esos 8.000 se juntan en Twitter crearán una comunidad y parecerá que tienen mayor representación”, ejemplifica Cristina Monge, presidenta de Más Democracia.

Un sentimiento que puede terminar traduciéndose en una mayor polarización y en que estemos menos dispuestos a escuchar los argumentos de quienes no se enmarcan dentro de nuestros ideales.“Las grandes tragedias humanas resultan de momentos de incomprensión, de la exacerbación de este mecanismo mediante el cual un grupo no puede entender las ideas del otro. Eso hace que lo odie hasta tal extremo que decide que la única forma de resolverlo es una guerra. Este puede ser el verdadero riesgo de una droga como la polarización”, asegura Mariano Sigman, neurocientífico involucrado en el informe y autor de El poder de las palabras (2022).

Para evaluar los datos de estos cientos de millones de mensajes se ha utilizado una inteligencia artificial que, dicen, “ayuda a obtener una imagen de la evolución de las conversaciones libre de prejuicios”. Eso no quiere decir que no sea sensible a la hora de detectarlos. Ha identificado que el tema que genera unas opiniones más antagónicas en España es la inmigración, con unos niveles de polarización más pronunciados.

En los últimos cinco años, la polarización acerca de la inmigración se han multiplicado en España por 1,6, mientras que alrededor de la crisis climática la división de opiniones se ha multiplicado por 4,1. En España, el tema estrella es el feminismo, que genera el mayor volumen de conversación sin que por ello se traduzca en un importante nivel de polarización. “Tenemos que tener en cuenta que, quizás, quienes son más reaccionarios contra el feminismo no utilizan directamente el término feminismo en sus publicaciones de Twitter, sino alguno más ofensivo”, apunta Cristina Monge, presidenta de Más Democracia.

Resistencia a los llamados ‘trols’

“Los trols, los bots y todo ese entorno de VOX, en definitiva, hacen mucho ruido porque están muy enfadados y son muy adictos a ello, pero el porcentaje que representan dentro de la conversación sobre feminismo es muy pequeño”, explica Joan Navarro. “Es cierto que en ambos polos hay gente muy cabreada, pero también que en España la amplísima mayoría de la conversación no se contagia de ello”.Navarro reconoce que, de haber entrado dentro del periodo estudiado por el informe, la polémica que se generó alrededor de la ley del solo sí es sí habría aumentado la polarización. “El feminismo no es un territorio de conflicto, es un tema del que se habla con normalidad, pero es cierto que, como todo, va por épocas. En la aprobación de esta ley seguramente se fortaleciesen ambos polos, pero estoy convencido de que siguió siendo minoritaria”. Todo esto se ve afectado, por la paulatina llegada de idearios de extrema derecha a redes sociales como Twitter. En España, “la aparición de Vox en el panorama político modifica el status quo hasta el punto de que, finalizando 2022, el share de la conversación digital está prácticamente empatado” entre conservadores y progresistas.

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