ANUARIO 2022

Pazo de Meirás, segundo asalto: la batalla por 564 bienes muebles

El año 2022 deja meses de esfuerzos entre las administraciones para evitar que los descendientes del dictador Francisco Franco retirasen del pazo bienes considerados por la justicia "inseparables" del conjunto

Entrada a uno de los salones del pazo de Meirás. |   // CONCHI PAZ

Entrada a uno de los salones del pazo de Meirás. | // CONCHI PAZ / Antares Pérez

Redacción

La batalla por el pazo de Meirás vivió este año un segundo asalto. Tras ganar el pleito por la titularidad del inmueble, pendiente aún de recurso, la Justicia ha dado inicialmente la razón al Estado, a la Xunta y al Concello de Sada y declaró 132 bienes “inseparables” de Meirás, decretado el depósito cautelar de 564 en litigio. En este año 2022 fueron meses de esfuerzos entre las administraciones para evitar que los descendientes del dictador Francisco Franco retirarse dichos bienes del pazo.

La primera batalla la perdieron los nietos de Franco tras la sentencia de julio en la que el juzgado estimó casi en su totalidad la cuestión incidental planteada por el Estado, a la que se sumaron Xunta, Diputación y concellos de Sada y A Coruña, decretando que debían permanecer en el pazo 133 bienes de los 697 inventariados. Solo se permitía a la familia retirar alfombras. El juez rechazó la petición, más ambiciosa, de Sada, que reclamaba que permaneciesen en As Torres la totalidad de los bienes, excepto los que Franco acreditasen que se habían instalado después de la muerte del dictador en 1975.

En septiembre el Gobierno central presentó una demanda para reclamar la propiedad de 564 bienes muebles del pazo que en su día no se incluyeron dentro de la declaración de Meirás como Bien de Interés Cultural (BIC), y aunque se solicitó ampliar dicha declaración, la Xunta aún no inició el procedimiento. El Concello de Sada y la Xunta se sumaron a esta solicitud y en diciembre de este año un juzgado prohibió a la familia Franco retirar esos 564 bienes, que quedaron en depósito cautelar hasta que se resuelva el pleito.

Los descendientes del dictador presentaron recursos contra todas estas acciones (incluso contra la adhesión de Sada y la Xunta) además de demandar suspensiones de causas, demandas que fueron rechazadas. La familia alegó que no se podía decidir sobre estos bienes porque este pleito se vinculaba a otro, que está en el Supremo, por la titularidad de As Torres, pero los magistrados señalaron que no influía. Mientras se dirimen estas causas, los bienes que ya son irrecuperables, por desaparecer entre 1938 y 1978, son un cáliz rococó, la colección de abanicos de la escritora Pardo Bazán o una talla románica, y así hasta 14 piezas consideradas ya desaparecidas.

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