ANUARIO 2022

Los peores incendios de la historia en Galicia

El verano se saldó con 44.000 hectáreas quemadas, la mitad de ellas se consumieron en los fuegos de O Courel y Valdeorras, que fueron los mayores desde que hay registros

Incendio en O Barco de Valdeorras  el pasado mes de julio.  | //

Incendio en O Barco de Valdeorras el pasado mes de julio. | // / paula pérez

paula pérez

Galicia sufrió en verano un infierno de llamas, que se saldó con los dos peores incendios de la historia, más de 44.000 hectáreas calcinadas, con aldeas desalojadas —algunas de ellas terminaron arrasadas por el fuego— y más de 1.400 personas evacuadas.

Fue la tormenta perfecta. La sequía que arrastraba Galicia y las altas temperaturas se conjuraron para desatar el caos. Fue a mediados de julio, en plena ola de calor, cuando una noche cayeron 6.000 rayos y el monte explotó como un polvorín con numerosos focos concentrados en el sur de la provincia de Lugo y en Ourense. Dos de los incendios que prendieron en ese momento se convirtieron en los peores de la historia desde que hay registros tras permanecer activos durante dos semanas. Su especial virulencia puso contra las cuerdas a los servicios de extinción.

Uno de ellos fue el que afectó a los concellos de Folgoso do Courel y Pobra do Brollón y que arrasó 11.100 hectáreas. El otro castigó la comarca de Valdeorras, en la provincia de Ourense, con 10.500 hectáreas carbonizadas.

Solo estos dos fuegos calcinaron la mitad de las hectáreas que fueron pasto de las llamas en Galicia entre los meses de julio y agosto. Más de 1.400 personas fueron desalojadas en estos dos incendios forestales, en un total de 80 núcleos de población donde se activó el máximo nivel de alerta. Un centenar de casas quedaron reducidas a cenizas y aldeas como la de O Vilar en O Courel fueron arrasadas en su totalidad. La propia Consellería de Medio Rural reconoció la “extraordinaria virulencia” y el comportamiento inusual de las llamas en estos dos fuegos.

Tras esta devastadora ola de incendios —que se saldó con 33.000 hectáreas quemadas— el fuego continuó sin dar tregua a los servicios de extinción durante el mes de agosto. Esto provocó que el verano de 2022 pase a ser uno de los peores años en materia de incendios en cuanto a superficie quemada. Las 44.000 hectáreas que se calcinaron entre julio y agosto fueron la segunda mayor cifra desde 2006, con un verano en el que ardieron casi 96.000. Y si se toma el balance desde el inicio del año y hasta el 31 de octubre, se quemaron 51.643 hectáreas de monte en Galicia, el tercer mayor registro en lo que va de siglo.

En los primeros diez meses del año se detectaron en total 1.609 incendios, de los que 1.313 se quedaron en conato al afectar a menos de una hectárea y solo 76 superaron las 20 hectáreas. La proximidad de las llamas a las casas obligó a activar en 26 ocasiones la situación 2.

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