Cárceles

Amor y sexo entre rejas

El Reglamento Penitenciario permite los encuentros íntimos entre presos en el vis a vis, una vez al mes, siempre que se pruebe que ambos mantengan una relación afectiva de al menos 3 meses y que hayan pasado más de 6 desde un encuentro íntimo con otra persona

Maje, durante el juicio en el que fue condenada por urdir el asesinato de su marido.

Maje, durante el juicio en el que fue condenada por urdir el asesinato de su marido. / MANUEL BRUQUE

J.M. Bort

María Jesús Moreno Cantó, Maje, y el padre de su futuro hijo tenían una relación afectiva de al menos 3 meses de duración en la prisión antes del embarazo, a no ser que mantuvieran uno o varios encuentros íntimos clandestinos fuera del control de los funcionarios. La reclusa, que cumple una pena de 22 años de cárcel por haber urdido el asesinato de su marido, Salvador Rodrigo, se encuentra encinta desde hace 3 meses por haber mantenido relaciones sexuales con otro interno de la prisión valenciana de Picassent. Se trata de David M.R., que también fue condenado por asesinato tras matar y hundir en el río Júcar a un hombre en mayo de 2008.

Como en todas los centros penitenciarios de carácter mixto, la mayoría en España desde que se construyeron nuevas prisiones en los años 90, los presos tienen el derecho a tener relaciones íntimas. Esto es así porque lo permite el artículo 45.4 del Reglamento Penitenciario, que establece: "Se concederá una comunicación íntima al mes como mínimo, cuya duración no será superior a tres horas ni inferior a una, salvo que razones de orden o de seguridad del establecimiento lo impidan". 

En la cárcel solo está permitido el sexo con amor. Reglas como la anterior se aprobaron en un contexto social más conservador, por lo que obligaba a desarrollar una relación de amistad y afectividad antes de iniciar una relación sexual con una persona. Seis meses es el tiempo marcado entre un interno y una persona en libertad, aunque ese margen se reduce a 3 meses si es entre dos internos. "Tienen que demostrar que tienen relación, bien con el envío de cartas, verse en actividades compartidas o flirtear en los encuentros en el polideportivo. La junta lo estudia y si ve que es evidente que hay una relación formal, lo aprueba", explican fuentes sindicales del funcionariado de prisiones. Lo que no se sabe es si los encuentros sexuales entre Maje y David fueron ‘oficiales’ o furtivos, como ocurre muchas veces entre rejas. 

La norma matiza, en todo caso, que deben transcurrir al menos 6 meses desde que uno de los dos internos haya mantenido una relación vis a vis con otra persona. Las habitaciones para estos encuentros son pequeñas, con un mobiliario esencial -una cama, una mesita y una silla- y un baño. 

Relación con otros cuatro reclusos

Ante de haber mantenido relaciones con David, Maje había tenido encuentros sexuales con otros 4 reclusos en espacios comunes en los que coinciden hombres y mujeres diariamente, tal como informó Levante-EMV, del grupo Prensa Ibérica. Con ellos se habría citado tras enviarles cartas similares a las que se cruzaba con Salvador Navarro, el amante que asesinó a su marido a cuchilladas el 16 de agosto de 2017 en un garaje de Patraix. 

Las relaciones consentidas de carácter clandestino en la prisión no están permitidas y, por lo tanto, cualquier recluso que sea sorprendido puede enfrentarse a diferentes castigos. 

El centro penitenciario de Picassent, mixto, cuenta con cuatro módulos femeninos, con entre 170 y 180 mujeres en totalidad. Solo un 8% de la población reclusa en España son féminas. En el Centro Penitenciario de Picassent representan el 12%, según datos de 2019. 

El polideportivo y los espacios donde se celebran talleres mixtos es donde mayor tiempo coinciden presos de ambos sexos

Debido a los numerosos internos e internas existentes en el centro, el gimnasio y el polideportivo es donde mayor tiempo coinciden módulos de ambos sexos. Los talleres y el salón de actos también dan juego a las relaciones entre internos, según fuentes que conocen bien cómo se relacionan los internos. Dentro del centro penitenciario, hay otros lugares que son de uso común: patios al aire libre, escuelas, biblioteca, el comedor o la sala de estar. 

En España solo existen cuatro centros penitenciarios exclusivos para mujeres : Madrid I; Brieva, en Ávila; Alcalá de Guadaira, en Sevilla, y Wad-Ras, en Barcelona. 

Dentro de tres meses, cuando Maje esté embarazada de seis, será trasladada a la cárcel de Fontcalent, en Alicante, donde la llevarán al módulo de maternidad. Allí podrá estar con su futuro hijo o hija hasta que cumpla 3 años..  

Hace alrededor de tres años se eliminó en Picassent la unidad penitenciaria en la que madres reclusas podían convivir con sus bebés hasta los tres años, pero se mantiene en el centro alicantino.