Salud

¿Cómo prevenir un TCA? Aumentan los casos entre las adolescentes

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria representan uno de los problemas de salud mental que más afectan a los jóvenes »» Se calcula que 400.000 personas los sufren actualmente en España y que el 90% de ellas son mujeres

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), entre los problemas de salud mental que más afectan a la población joven.

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), entre los problemas de salud mental que más afectan a la población joven. / Cedida

Xavi Pareja

Los problemas de salud mental en adolescentes preocupan cada vez más. Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son uno de los que más afectan a la población joven, especialmente a la femenina, que representa el 90% de los casos registrados en España, según los últimos datos disponibles de ACAB.

La anorexia, la bulimia o el trastorno por atracón son los más frecuentes y tienen en común la obsesión por el peso, la imagen y la dieta

El problema va a más, con un impacto negativo de la pandemia. Ya en 2021, terapeutas de la Asociación de Bulimia y Anorexia de A Coruña (ABAC) alertaban sobre el modo en el que la pandemia de COVID, y especialmente el confinamiento domiciliario de la primera ola, habían provocado un repunte de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), además de agravar la situación de los afectados por estas dolencias. Una tendencia alcista que se mantiene en nuestros días.

“Los TCA pueden aparecer a cualquier edad, pero la adolescencia es la etapa con más riesgo. La mayor incidencia se produce entre los 12 y los 18 años, aunque cada vez más, nos encontramos con casos que comienzan a una edad más baja”, explica en este sentido Laura Casals, psicóloga de ITA Avenir, centro especializado en el tratamiento de TCA. De hecho, la experta alerta que las mujeres jóvenes son el colectivo más vulnerable ante los trastornos de la conducta alimentaria. 

En 9 de cada 10 casos la persona afectada es una mujer, según la ACAB. Aunque la experta advierte que los TCA no entienden de género. “Hay que desmontar el mito de que es una enfermedad de mujeres. Actualmente, también ha aumentado la presión social hacia el cuerpo masculino y los casos van ‘in crescendo’. Aún y así, sigue habiendo una diferencia muy significativa entre la presión estética que genera la sociedad hacia el cuerpo femenino y el masculino”, asegura la psicóloga de ITA Avenir. 

¿Cuáles son las causas de un TCA?

La sociedad, la personalidad, las relaciones interpersonales o la predisposición genética juegan un papel muy importante y estarían detrás de las principales causas del desarrollo de un trastorno de la conducta alimentaria (TCA), un trastorno de salud mental multicausal.En este sentido, Casals señala diferentes causas:

  • Sociales. Este es, quizás, el factor que más influye. La presión estética hacia unos cánones de belleza que promueven la delgadez y rechazan el resto de los cuerpos juegan un papel importante. La televisión, el cine, las revistas y, en la actualidad, las redes sociales, promueven un modelo que genera gran presión estética, sobre todo, entre las mujeres. Según los datos de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, el 70% de los adolescentes no se sienten cómodos con su cuerpo y seis de cada diez chicas creen que se sentirían más felices siendo delgadas. Un 30% de estas conductas son patológicas
  • Psicológicas. Los factores psicológicos y la personalidad también juegan un papel determinante. La baja autoestima, muy vinculada a la imagen, puede conducir a la inseguridad con el propio cuerpo y una obsesión por la delgadez que puede llevar a un TCA. Otros rasgos de la personalidad como la autoexigencia elevada, el perfeccionismo obsesivo o la ansiedad y la impulsividad pueden contribuir. 
  • Contexto familiar. El contexto familiar también puede influir. La inestabilidad de una familia desestructurada, la sobreprotección y el control rígido, un ambiente excesivamente exigente o experiencias vitales estresantes como la muerte de un miembro de la familia pueden contribuir en el desarrollo de un TCA. En este caso también son las chicas las que tienen más probabilidades.

“La combinación de varios factores de riesgo puede provocar el desarrollo y mantenimiento de estas enfermedades. Se debe trabajar con la autoestima y la gestión emocional de los adolescentes para fomentar un sentido crítico y, sobre todo, en el caso de las redes sociales, enseñarles a hacer un buen uso”, asegura la psicóloga de ITA Avenir. 

¿Cómo detectar un TCA?

Casals destaca que es importante prestar atención a cambios significativos en el estado de ánimo, la comunicación, los hábitos alimentarios, los cambios de peso, los cambios relacionados con la aceptación o autocrítica corporal y el rendimiento académico o laboral. Por eso destaca el papel fundamental de la familia. “Es uno de los agentes clave en el apoyo emocional durante la recuperación de un TCA”, explica la experta, que añade: “Hay que insistir en la prevención de estos trastornos. La promoción de una buena salud emocional, una comunicación fluida con los hijos y fomentar una buena autoestima en nuestros niños y adolescentes; son factores clave para protegerles frente al desarrollo de problemas de salud mental”, apunta la psicóloga de ITA Avenir. 

Y es que: ¿qué sucede si se oculta o no se reconoce el problema? Casals recomienda recurrir a la ayuda profesional para encarar el tema. “Es importante saber manejar la situación. La preocupación se tiene que mostrar sin enfado, desde la empatía, la escucha, la comprensión y el apoyo. Ahora, si se ve amenazada su supervivencia o hay conductas autolíticas, siempre hay que valorar la opción de un ingreso involuntario”, asegura la psicóloga de ITA Avenir. 

¿Qué tipos de TCA hay?

No todos los TCA son iguales. La anorexia, la bulimia o el trastorno por atracón son los más conocidos por la sociedad, aunque no son los únicos. Existen otros tipos como el trastorno de conducta alimentaria no especificado (TCANE), el PICA, el trastorno por rumiación, el trastorno por evitación o el TCA-NE. Aunque en los últimos años destacan otros diagnósticos como la vigorexia, la ortorexia, la diabulimia, la adicción a la comida e, incluso, la obesidad. Pero, ¿en qué consisten los tres más conocidos?

  1. Anorexia. En este caso, la persona afectada reduce o restringe la ingesta nutricional por la obsesión a ganar peso. Todo ello se acompaña muchas veces por un exceso de ejercicio físico y también con conductas de purga como el vómito y el uso de laxantes. La pérdida de peso es muy significativa y es uno de los elementos más visibles. 
  2. Bulimia. En este caso también existe una obsesión por el físico. La diferencia radica en el desarrollo. La persona sufre episodios de atracones incontrolados en poco tiempo, muchas veces en secreto, que posteriormente por la culpa compensa a través de acciones como los vómitos, el exceso de ejercicio físico, el ayuno o el uso de diuréticos. En este caso, no necesariamente se producen cambios extremos de peso. 
  3. Trastorno por atracón. En este caso, muy parecido a la bulimia, la persona sufre de episodios de ingesta compulsiva recurrente, pero no recurre a ninguna técnica compensatoria. En este caso se puede producir aumento de peso y, en algunos casos, obesidad. Todo ello impacta en la salud mental de la persona generándole, malestar y produciendo en muchos casos síntomas depresivos. 

Tratamiento integral de los trastornos de la conducta alimentaria

ITA es una red de centros especializados en el tratamiento integral de problemas de salud mental en España, entre los que destacan los TCA. “Teniendo en cuenta que estos problemas son trastornos mentales de base psicológica que generan consecuencias físicas, nutricionales, emocionales y sociales; el trabajo en ITA consiste en el abordaje multidisciplinar de todas estas consecuencias”, apunta Casals. 

En este sentido, en ITA no solo se persigue la recuperación del peso, también el bienestar físico y emocional. Para ello personalizan el tratamiento a cada paciente con estrategias y recursos terapéuticos innovadores, orientados a la recuperación del rol social. En este sentido, los centros de ITA intervienen los TCA desde tres ámbitos diferentes:

  1. Área Psicológica - Psiquiátrica. En este ámbito se acompaña al paciente desde la intervención psicoterapéutica tanto a nivel individual, familiar y grupal. Se realiza seguimiento psicopatológico valorando el tratamiento psicofarmacológico, si fuera necesario.
  2. Área médica – dietética. En este ámbito, ITA trabaja desde la intervención médica con el diagnóstico de comorbilidad somática o el tratamiento de patologías asociadas y, por otro lado, desde la vertiente dietética-nutricional. En este último caso se trabaja la elaboración de menús, o el estado nutricional del paciente, entre otras. Desde el área de enfermería también se trabaja con controles constantes, analíticas, supervisión de peso/talla o la preparación y administración de medicación. 
  3. Área de rehabilitación psicosocial. En este caso, se trabaja con el paciente en todo aquello relacionado con la vuelta a la normalidad social.

Para todo ello, ITA cuenta con un equipo multidisciplinar y una red asistencial formada por diferentes recursos en función de las necesidades de cada paciente. Cuenta con hospitalización 24 horas para situaciones más complejas, hospital de día y consultas externas para conciliar el tratamiento con la conexión del paciente con la comunidad, y un programa de acompañamiento terapéutico que trabaja con el paciente en una mayor autonomía para evitar la cronificación y posterior estigmatización social. 

Más información

-Llamando al 900 500 535

-infoita@itasaludmental.com