El jurado declara culpable de tres asesinatos a Abet y abre la puerta a la prisión permanente revisable

Ven probadas las lesiones psíquicas causadas a sus dos hijos por obligarles a presenciar los hechos y la tenencia ilícita de armas

El acusado, ayer, durante la lectura del veredicto en la Audiencia de Pontevedra. |   // GUSTAVO SANTOS

El acusado, ayer, durante la lectura del veredicto en la Audiencia de Pontevedra. | // GUSTAVO SANTOS / Carlos García

Carlos García

Pasadas las once de la noche de ayer, el jurado emitió veredicto sobre el acusado del triple crimen de Valga. José Luis Abet es culpable de todos los cargos que se le imputaban. Los tres asesinatos de su exmujer (Sandra Boquete), la hermana de esta (Alba Boquete) y la madre de ambas (María Elena) en septiembre de 2019.

La decisión se tomó por unanimidad y abre la puerta a una posible condena de prisión permanente revisable por parte de la magistrada que ahora deberá dictar sentencia. Además, lo consideró igualmente culpable de dos delitos de lesiones psicológicas causadas a sus hijos a los que obligó a presenciar el crimen. También es culpable de tenencia ilícita de armas, concretamente el revólver con el que cometió el crimen. La defensa pide que se le apliquen en todo caso las penas mínimas por cada delito. Por su parte, las acusaciones (incluida la Fiscalía) reclaman la pena de prisión 25 años de prisión por el delito de asesinato de Sandra, otros 25 por el de María Elena y prisión permanente revisable por el tercero, el de Sandra. También reclaman 5 años de cárcel por cada delito de lesiones psicológicas (la acusación particular eleva esta pena a 10) y tres por tenencia ilícita de armas.

El jurado también descartó que el acusado pudiera haber actuado con sus capacidades mentales mermadas de alguna manera, sino que creen que era totalmente consciente de sus actos. También que cometiese el crimen bajo algún tipo de obcecación y tuvo en cuenta el agravante de género, es decir, que actuó “con un sentimiento de superioridad hacia la condición femenina” de su exmujer y las víctimas.

El jurado sí que tiene en cuenta la confesión realizada por Abet tanto a la hora de ponerse en contacto con la Guardia Civil como para la localización del arma homicida, en este caso por mayoría de seis votos.

Los jurados señalaron como hechos probados los que recogían las acusaciones en sus escritos. En primer lugar que Abet se dirigió al domicilio de su exmujer a sabiendas que de que a esa hora salía de su casa con sus dos hijos para llevarlos al colegio. Interpuso su coche en la puerta para que no pudiera salir y se puso a la altura de la ventanilla del conductor, que ocupaba Sandra. Efectuó un primer disparo que causó una herida superficial a la mujer y que rompió la ventanilla y luego un segundo a escasos centímetros en su cabeza que le causó la muerte en el acto. Luego efectuó dos más en el pecho.

Abet huyó del lugar en su coche pero en el camino se cruzó con su excuñada y su exsuegra y dio vuelta con la intención de matarlas. Así lo hizo, primero a la madre de Sandra mientras asistía a su hija. Recibió un disparo en la pierna y luego otro en la cabeza “a corta distancia” y otro en el pecho. Alba recibió otro disparo por la espalda y después también en la cabeza y en el pecho. Concluyen que ninguna de las tres tuvo capacidad de defensa.

Las acusaciones también exigen fuertes indemnizaciones en materia de responsabilidad, de 475.000 euros para el padre y marido de las víctimas y los dos menores, por parte de la Fiscalía, y de un millón y 300.000 euros por parte de las acusaciones, en lo que respecta a estos tres allegados. La defensa considera las peticiones excesivas.

Por último, todas las acusaciones solicitan la retirada de la patria potestad para Abet con respecto a sus dos hijos y que se mantenga la situación de prisión provisional del acusado en el caso de un posible recurso ante la sentencia condenatoria que ahora dictará la Audiencia Provincial de Pontevedra.

Deliberación

Ayer se llegó a la deliberación del jurado después de siete días de vista oral, que se celebró a puerta cerrada para proteger la intimidad y evitar la revictimización de los menores implicados en este suceso. Si en la primera jornada el acusado se acogió a su derecho a no declarar, sí trascendió que en su turno de última palabra, antes de finalizar el juicio, pidió “perdón a la familia”. Ayer, tras la elaboración del objeto veredicto, el jurado se retiró a deliberar y tras cinco horas tuvo su primer veredicto, aunque se tardó varias horas más en darle lectura.

Según recoge el escrito de Fiscalía, los hechos ocurrieron poco antes de las 08.00 horas del 16 de septiembre de 2019, cuando el hombre se dirigió a casa de su exmujer sabiendo que a esa hora ella abandonaba la vivienda en coche en compañía de sus dos hijos en común, de siete y cuatro años. Con él llevaba un arma corta, un revólver marga “Ruger” con el número de identificación borrado.

El escrito fiscal apunta que el acusado “carecía de cualquier tipo de permiso” de armas en el momento de los crímenes, y que “quiso expresamente que sus hijos menores de edad presenciaran como mataba a su exmujer, con el consiguiente sufrimiento que suponía para ellos”, ya que eligió el momento en el que ambos abandonaban la vivienda para ir al colegio.