Musk tira de humor con la explosión de su cohete: “Desmontaje rápido no programado”

Logró despegar con éxito pero estalló tras unos segundos en el aire | Los responsables de la misión valoran “el aprendizaje” del lanzamiento | Era el cohete más grande de la historia jamás lanzado y era reutilizable

Espectadores desde barcos siguen el lanzamiento del cohete SpaceX.   | // GENE BLEVINS

Espectadores desde barcos siguen el lanzamiento del cohete SpaceX. | // GENE BLEVINS / valentina raffio

valentina raffio

La historia de Starship ha tenido un inicio explosivo. El vuelo inaugural del cohete más potente y sofisticado jamás construido acabó ayer por la tarde con el vehículo en llamas tan solo unos minutos después de su lanzamiento. Esta nave espacial logró despegar con éxito desde la base espacial Starbase, situada en sur de Texas, pero cuando tan solo llevaba unos segundos de trayectoria sufrió una explosión inesperada. Por ahora se desconocen las causas del incidente. Desde SpaceX explican lo ocurrido a través de un eufemismo: “Como si la prueba de vuelo no fuera lo suficientemente emocionante, Starship experimentó un rápido desmontaje no programado antes de la separación del cohete y el propulsor”. Los responsables de la misión afirman que investigarán las causas de lo ocurrido pero, mientras, aplauden “el aprendizaje” de este primer lanzamiento.

En los primeros comunicados emitidos por SpaceX se hablaba del lanzamiento de ayer como una “emocionante primera prueba de vuelo”. El magnate sudafricano Elon Musk, fundador de la empresa aeroespacial, también felicitaba públicamente al equipo responsable de la misión por el “emocionante despegue” del cohete y adelantaba que se iba a intentar realizar un nuevo lanzamiento del Starship en tan solo unos meses. No es la primera vez que un cohete de SpaceX explota de esta forma. De hecho, en los últimos años, han sido varias las naves espaciales de la compañía que se han desintegrado durante el despegue o el aterrizaje.

Starship debía iniciar su viaje desde la icónica base espacial de SpaceX, situada cerca de playa de Boca Chica y a unos 30 kilómetros de la localidad estadounidense de Brownsville. Allí es donde el cohete prendió los motores con éxito, se alzó en vuelo siguiendo la trayectoria pautada y, al menos durante unos segundos, ha funcionado según lo previsto. Cuando el cohete tan solo llevaba unos minutos en el aire, algo se torció. Desde la sala de control empezaron a notificar un extraño cambio de rumbo de la aeronave. Y de golpe, sin previo aviso, una explosión de origen no identificado envolvió la nave en llamas en cuestión de segundos. Ni siquiera dio tiempo a que el propulsor se separara del cuerpo principal del cohete. Starship explotó a unos 30 kilómetros de altura cuando solo llevaba cuatro minutos de viaje.

Según explican los impulsores de esta misión, el objetivo era poner a prueba el funcionamiento del cohete. Y en cierto modo, incluso con el vehículo en llamas, algo se podrá aprender de esta experiencia. “En una prueba como esta, el éxito proviene de lo que aprendemos. El lanzamiento nos ayudará a mejorar la fiabilidad de Starship mientras SpaceX trabaja para hacer que la vida sea multiplanetaria”, afirmaban desde SpaceX poco después de lo ocurrido. El equipo técnico de la misión se centrará ahora en analizar los datos recopilados durante el breve vuelo del cohete y, a partir de ahí, se trabajará para corregir los errores de cara a la próxima prueba de vuelo.

El viaje inaugural del Starship había sido diseñado para comprobar el funcionamiento de los motores, el propulsor y los diferentes mecanismos del cohete, así como de las maniobras de vuelo y aterrizaje. La misión de ayer no contaba con tripulantes así que, más allá del cohete en llamas, no se lamentan más pérdidas. El primer intento de despegue de esta misión debía producirse el pasado lunes pero, cuando solo faltaban unos segundos para el encendido de los motores, el lanzamiento se canceló por un problema técnico en las válvulas de presurización de la aeronave. El equipo de la misión explicó más tarde que el fallo se había solucionado y que, tras realizar un nuevo chequeo técnico, todo estaba listo para el despegue.

Los primeros pasos de Starship han sido un tanto convulsos pero, aún así, este vehículo espacial sigue aspirando a ganarse un lugar en los libros de historia. Hablamos del cohete más grande jamás construido. Se trata de un gigante de 120 metros de altura (casi tan alto como la Torre Europa de Madrid) y nueve metros de diámetro (es decir, casi tan ancho como el tamaño total del cohete español Miura). Ha sido diseñado para poder transportar hasta 150 toneladas de carga útil entre las que, algún día, podrán incluirse desde instrumentos científicos, tripulaciones de decenas de astronautas y materiales para construir infraestructuras fuera de la Tierra.

Este cohete también destaca por ser totalmente reutilizable. Hasta ahora, la inmensa mayoría de misiones espaciales han funcionado a partir de enormes vehículos espaciales que se destruían justo después de su lanzamiento. Hace ya unos años que SpaceX se centra en el desarrollo de una nueva generación de cohetes reutilizables, que serán clave para futuras misiones interplanetarias con las que la humanidad prevé ir y volver a otros cuerpos celestes.

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