España cribará a partir de junio el cáncer de pulmón en fumadores y exfumadores

Un total de 38 hospitales inician una prueba piloto que quiere consolidar en 2028 las pruebas para detectar precozmente el tumor más mortal en el mundo

Una paciente es sometida a un TAC en un hospital.   | // RICARD CUGAT

Una paciente es sometida a un TAC en un hospital. | // RICARD CUGAT / Beatriz Pérez

Beatriz Pérez

Un total de 38 hospitales de la sanidad pública comenzarán a hacer cribados de cáncer de pulmón con una tomografía axial computarizada (TAC) a partir de junio. Se trata de una prueba piloto del proyecto nacional Cassandra (Cancer Screening, Smoking Cessation and Respiratory Assessment), un programa multidisciplinar promovido por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), fruto de un “acuerdo histórico” entre diferentes sociedades médicas y que cuenta con el respaldo del Ministerio de Sanidad. Los cribados se harán a personas de entre 50 y 75 años que aún fumen o hayan dejado de fumar, como máximo, en los últimos 15 años. El cáncer de pulmón es el que más muertes produce en todo el mundo y el tabaco es su principal factor de riesgo. “Es un problema de salud pública”, señalan los neumólogos. Cada año mueren en España 30.000 personas por esta enfermedad y varios estudios apuntan a que estas pruebas reducen su mortalidad hasta un 24%.

El proyecto Cassandra busca, desde hace años, aportar pruebas sobre la factibilidad del cribado de cáncer de pulmón, algo que ya está implementado desde hace tiempo en países anglosajones. Los impulsores de esta prueba piloto esperan que en 2028 el cribado del cáncer de pulmón ya esté incluido en el sistema nacional de salud de España y se sume a los cribados de mama, colon y cérvix, que existen desde hace años y que sirven para detectar precozmente estas enfermedades. A lo largo de los próximos cinco años, el proyecto cribará alrededor de 50.000 casos en toda España.

Sin embargo, a diferencia de otras pruebas de detección, no existe un consenso médico sobre los cribados de cáncer de pulmón, entre otras cosas porque se realizan con un TAC, una prueba más invasiva que la de sangre en heces (para el cáncer colorrectal) o las mamografías (el de mama) debido a que emite radiaciones. Aun así, los TAC aprobados para cribados de cáncer de pulmón en otros países tienen “dosis muy bajas de radiación”. “Esto que viene [los cribados de cáncer de pulmón] será obligado, independientemente de sus detractores”, defiende Roberto Chalela, neumólogo de la unidad de endoscopia respiratoria y cáncer de pulmón del Hospital del Mar de Barcelona. Chalela recuerda que el el cáncer de pulmón es, “de lejos”, el cáncer que más muertes produce en el mundo: entre 1,8 y 2 millones cada año. “Produce muchas más muertes que el cáncer de mama y próstata juntos”, señala este neumólogo, quien insiste en la necesidad de introducir cribados para detectarlo precozmente porque, hoy día, “menos del 25% o 30% de los cánceres de pulmón que detectamos están en un estadio inicial”. El coste de pruebas como los TAC y que estos cribados se hagan en personas fumadoras (además de en exfumadores) son otras de los motivos que esgrimen los contrarios a su implantación.

Sin embargo, como defienden sus impulsores, el proyecto Cassandra va más allá del cribado en sí, ya que incluye también “la prevención del tabaquismo y de otras enfermedades respiratorias”, como explica Juan Carlos Trujillo, coordinador del proyecto Cassandra.

Los médicos reconocen que el “gran problema” del cribado del cáncer de pulmón es la complejidad de la prueba: el TAC de tórax. Por eso no se le realizará a toda la población (como ocurre con el cáncer de mama, por ejemplo: se les hace radiografías a todas las mujeres mayores de 50 años), sino solo a personas con una determina edad y que fumen o sean exfumadoras.

La atención primaria vehiculará estos cribados. Los criterios de inclusión serán la edad (entre los 50 y 75 años) y un número determinado de cigarrillos consumidos.