Entrevista | Luz Casal Premio Martín Códax

“Más importante que la duda sobre qué espera la gente de mí es la necesidad de hacer canciones”

“De las llamadas que hice en el confinamiento me quedo con la alegría de saber que, durante ese período, serví para algo, aunque solo fuese para acompañar a personas que estaban solas”

Luz Casal, en una imagen promocional de ‘Las ventanas de mi alma’.   | // LA OPINIÓN

Luz Casal, en una imagen promocional de ‘Las ventanas de mi alma’. | // LA OPINIÓN / gemma Malvido

Luz Casal vuelve a A Coruña, a un Palacio de la Ópera con las entradas agotadas desde el mes de enero, para presentar su nuevo disco, Las ventanas de mi alma. La actuación, que promueve Cávea Producciones, empezará a las 20.30 horas. Luz Casal interpretará no solo los temas de su último trabajo, sino que también recordará alguno de sus grandes éxitos.

Las entradas para este concierto volaron, ¿con ganas de reencontrarse con el público coruñés?

Con muchas, ganas, sin ninguna duda, y muy emocionada por la rapidez con la que la gente compró sus entradas.

Después de cuarenta años en lo más alto de la música, ¿en algún momento dudó de si la gente seguiría estando ahí, interesada por este nuevo disco, tan distinto de los demás?

Nunca tienes claro ese tipo de cosas, siempre tienes la incógnita y depende de muchas cosas, pero hay algo que es imbatible, que es tu necesidad de hacer nuevas canciones y de ofrecérselas a la gente. Tienes que abstraerte un poco de aquellas cosas que te hagan dudar, como las modas y las tendencias. Lo primordial es tu necesidad y tus ganas de crecer profesionalmente, de ponerte retos y de tener la sensación de que avanzas y mejoras. Eso es más importante que las dudas que puedas tener de qué es lo que espera la gente de ti.

Escuchando y leyendo las letras de Las ventanas de mi alma, da la sensación de que se abre un montón al público, de que le coge de la mano para enseñarle sus miedos y le da a conocer sus anhelos...

Así es, yo creo que además de la necesidad de descubrirse y de crecer como ser humano y como profesional, digamos que por respeto y cariño a toda la gente que es fiel seguidora, hay que ofrecer aspectos todavía más íntimos. Cuando me refiero a íntimos lo hago en el sentido de hablar de una manera franca, sin tener miedo a mostrarte como eres, en lo bueno y en lo que no es tan bueno.

Es un disco bastante marcado por la pandemia, por lo menos, ha convertido en canción la experiencia de haber hablado con más de dos mil personas que necesitaban consuelo durante el confinamiento.

Habíamos acabado la gira y mi propósito era ponerme a trabajar en algunas ideas que ya tenía y, al estar sin poder moverme libremente, tuve una mayor concentración para trabajar. A eso se añadió la experiencia que supuso para todos la pandemia y, en mi caso, además, teniendo un poco de conocimiento de lo que le pasaba a la gente a través de cada llamada. Canciones como Hola qué tal o Dame tu mano o Un lugar perfecto son reflejo de ese periodo, aunque con una visión renovadora o sin la intención de añadir más drama y más pesar del que nos provocó esa situación.

¿Y usted cómo se quedaba después de hablar con estas personas que, muchas veces, le contaban situaciones muy duras?

Pues conmocionada y muy afectada en muchos casos, porque para mucha gente era una ocasión para sentirse acompañada. Sentían que podían contar con alguien y que alguien podía escucharles y, entonces, me decían cosas íntimas, compartían conmigo sus preocupaciones, sus ansiedades, su alegría también por recibir una llamada y poder hablar... Verdaderamente, no se puede resumir en una sola palabra.

Claro, se necesita una canción...

[Se ríe] Varias canciones, diría yo. Para mí fue una experiencia aleccionadora en todos los aspectos y me quedo con la alegría de saber que durante este periodo yo serví para algo, aunque solo fuera para acompañar a personas que estaban solas.

Lo lleva haciendo toda la vida, aunque no de una manera tan directa, quien se pone un disco suyo o quien la va escuchando mientras trabaja o estudia, también se siente acompañada.

Sí, sin duda, pero era un acompañamiento diferente. Yo sé que sirvo para acompañar, pero en este caso, la experiencia era más fuerte.

¿Y se siente acompañada por los demás cuando canta Duele [escrita tras el fallecimiento de su madre] y sabe que alguien la escuchará en directo o en su casa?

Sí, sobre todo, ahí lo que tienes es la evidencia de que algo que has decidido hacer, como una canción que te refleja, le sirve a la gente. Ese es el mayor de los pagos.

Sobre la canción que cierra el disco, Un poco de amor, escrita por Carmen Santonja, leí que la tenía guardada desde los años noventa, ¿hay canciones que no encuentran su lugar hasta pasado un tiempo?

Exactamente eso. Hay canciones que necesitan parar y que pase el tiempo para que tengan validez o encuentren su momento. Con esta canción en especial fue eso lo que pasó.

¿Cómo de grande es el cajón en la que guarda todas esas canciones que están reposando y esperando a que llegue su momento?

Un poquito grande, pero no pasa nada, está bien. No es algo que me pese, ni tengo problemas cuando veo que hay una canción que está bien, pero que no es para ahora. No pasa nada porque hay que saber desechar a tiempo las cosas.

En las canciones de este disco está bastante presente algo que a todos nos afecta aunque no todos asumimos de igual manera, que es el paso del tiempo, ¿aprendió a verlo de la manera que ahora lo expresa, sin pudor, o es algo que lleva con usted desde siempre?

Yo creo que es algo que he tenido siempre, que no lo he modificado. Cada momento de la vida de cada uno tiene su importancia y tienes que estar despierta para apreciar aquello que la vida te da y lo que vas provocando.

No fueron ni la pandemia ni la enfermedad las que le hicieron pensar así, entonces.

No, hay muchas razones por las que se pueden hacer cierto tipo de reflexiones no tiene que ser producto de un momento determinado.

La industria de la música suele comerse las carreras de las mujeres y de las mujeres que se van haciendo mayores, hablar así sobre el paso del tiempo, ¿es un acto de valentía?

No, porque hay muchísimas cosas que tienen que ver con el mundo en el que me muevo que no tienen importancia para mí.

Normalmente encadena proyectos y, cuando acaba uno ya está pensando en el siguiente, ¿en qué momento se encuentra ahora, que tiene todavía toda la gira de Las ventanas de mi alma por delante?

Ya estoy pensando en lo siguiente que voy a hacer, afortunadamente, es así.

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