Mago Yunke | Tres veces campeón de magia del mundo

“Tengo propuestas para trabajar en Las Vegas, pero allí acabas siendo esclavo del espectáculo”

“Actuar en el mismo lugar sería monótono”, explica | “David Copperfield me pidió enviarle todo lo que creara”, destaca el ilusionista que visita Galicia el día 11

El ilusionista Yunke, campeón mundial de magia.

El ilusionista Yunke, campeón mundial de magia. / mar mato

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“Mis hijos de pequeños pensaban que yo tenía superpoderes; ahora ya saben que es un arte”. Quien habla es Yunke —Salvador V. Martínez—, el mago valenciano que asombró a David Copperfield y que ha sido tres veces campeón del mundo de magia. El próximo día 11 presenta su espectáculo Origen en el Auditorio Mar de Vigo. Allí mostrará dos de los trucos que le valieron su último triunfo internacional.

Sin desvelar mucho, ¿qué es Origen?

Este espectáculo es como una degustación de magia, es como volver a mis orígenes, rescatando algunos juegos con los que me inicié en el mundo de la magia más la experiencia acumulada. Todo ese trabajo me llevó a ganar el último premio mundial de magia y esos trucos están también incluidos en Origen. Habrá dos piezas del espectáculo Hangar 52  [con el que triunfó en el último mundial] que se podrán ver en Galicia.

¿Esos juegos presentan alguna de las máquinas que tanto llamaron la atención en el anterior show?

Sí, este espectáculo está basado también en las grandes ilusiones y las grandes máquinas aparecen. Origen es un show de gran formato, no pequeñito, y los pequeños de la casa podrán participar. Se trata de un espectáculo totalmente familiar porque la magia es un lenguaje universal que funciona para mayores y niños.

¿Cómo es el trabajo de crear las máquinas que aparecen en sus espectáculos?

Me inspiro muchas veces en el cine, escuchando canciones o viendo obras de arte. La pintura surrealista, por ejemplo. Magritte es el máximo exponente. Sus obras te llevan a soñar juegos de magia. La inspiración puede estar en cualquier lugar pero si no trabajas en el taller y le dedicas horas a diario, las máquinas no se crean de la nada. Hay muchos trucos que nunca llegan a ver la luz del escenario. Nosotros construimos el aparato, lo ponemos en el escenario de nuestra nave. Hacemos las pruebas de iluminación y sonido. También ponemos público real: amigos y familiares de nuestro pueblo, de 3.000 habitantes. Intento buscar desde niños a adultos. Así veo las reacciones porque el público es el que tiene la última palabra. Siempre escucho las opiniones. De hecho, en Vigo, cuando acabe el espectáculo, saldré a saludar al público para preguntarles qué les ha gustado más o menos. Ese banco de información me sirve para otros espectáculos.

Le propongo elegir uno de los artilugios que se verán en Galicia para explicar su génesis.

Está el efecto de El hombre de Vitruvio y cuenta la historia del truco que antes se denominaba La mujer serrada que se inventó en 1920. El juego consistía en poner a una persona en una caja y con un serrucho partirla en dos. Ahora cumple esta ilusión 100 años e hice mi propia versión. Me pongo de pie ante el público y ante la imagen del hombre de Vitruvio de Da Vinci. Aparezco con las piernas abiertas y sin cubrirme me separo las piernas del tronco.

Creo recordar que ese truco le encantó a David Copperfield.

Sí, en 2019 estuve en Las Vegas y antes del espectáculo de David Copperfield este me invitó a su camerino. Estuvimos hablando y le enseñé esta ilusión. Le mostré cómo funcionaba. Le encantó y me pidió que todo lo que creara que se lo mandara, que tenía mucho interés en mi trabajo. Es un mago al que admiramos muchísimo. Tiene un museo impresionante en Las Vegas no abierto al público.

Usted también tiene un museo en Castellón.

Sí, está en Peñíscola. Es un lugar muy mágico porque es un castillo rodeado por el mar. En ese sitio, hacemos un recorrido de 45 minutos donde contamos la época dorada de la magia.

Pero la nave donde crean los espectáculos está en otro lugar, en su pueblo natal, también en Castelló.

Sí, yo nací en Vilavella. Es un pueblecito de 3.500 habitantes a cinco kilómetros del mar. En la antigüedad había mucho turismo porque había aguas termales. Mi abuelo era el herrero del pueblo: hacía las herraduras a los caballos. De ahí, viene mi nombre, por el yunque del herrero. Aquí, soy feliz.

¿Le gustaría hacer temporada en Las Vegas?

Tengo varias propuestas, pero allí terminas siendo esclavo del espectáculo. Dejas de disfrutar. Yo prefiero hacer una magia que me permita hacer paradas, que me permita hacer cosas nuevas. Me ilusiona el debut en otro lugar, hacer cambios en números, iluminación... Estar siempre trabajando en el mismo sitio, para mí, sería monótono. Prefiero España. Es un país que cuando viajas mucho te das cuenta de la calidad que tenemos. No hay otro país mejor para vivir que España.

Antes hablaba de los trucos que no ven la luz. Cuando esto sucede, ¿le apena?

Cuando hay un juego que no sale, forma parte del día. Con El hombre de Vitruvio estuve trabajando muchos años y al final salió. Suelo trabajar con varios números a la vez.

Ser tres veces campeón mundial, ¿no pesa demasiado sobre los hombros?

El peso más fuerte es cuando te vuelves a presentar. Tras ganar tres veces el premio mundial hay mucha presión. La gente te mira con lupa lo que haces. Pero lo más interesante de los mundiales no es el premio sino las mejoras en tu carrera artística. El anterior fue en Quebec pero el próximo es en Italia en 2025, porque se celebra cada tres años. Si quiero ir tengo que esforzarme mucho en crear algo novedoso y en prepararme físicamente para estar en el escenario. Si no estuviera en estas competiciones, mi arte de la magia seguramente no avanzaría tanto.