Una ‘mano amiga’ para "seguir adelante" en A Coruña

Más de cien mujeres solas con hijos de A Coruña y su área, Pontevedra y Val Miñor se beneficiarán este año del programa ‘Madres’, destinado a reducir el riesgo de exclusión, fruto de la alianza entre las fundaciones María José Jove e Iberdrola y la Xunta

De izquierda a derecha, Francisco Silva, delegado de Iberdrola en Galicia; Fernando García Sánchez, presidente de la Fundación Iberdrola; Belén Rey, directora de Comunicación de la Fundación María José Jove y responsable del programa ‘Madres’; Guadalupe Rodríguez, responsable de Acción Social de Iberdrola; Felipa Jove, presidenta de la Fundación María José Jove; Magaly, usuaria del proyecto; Jacobo Rey, director xeral de Familia e Infancia; Ramón Castresana, director de la Fundación Iberdrola; y Teresa Rodríguez, responsable de áreas de Acción Social, Formación e Investigación de la Fundación Iberdrola, ayer, en la sede de Fundación María José Jove.  | // VÍCTOR ECHAVE

De izquierda a derecha, Francisco Silva, delegado de Iberdrola en Galicia; Fernando García Sánchez, presidente de la Fundación Iberdrola; Belén Rey, directora de Comunicación de la Fundación María José Jove y responsable del programa ‘Madres’; Guadalupe Rodríguez, responsable de Acción Social de Iberdrola; Felipa Jove, presidenta de la Fundación María José Jove; Magaly, usuaria del proyecto; Jacobo Rey, director xeral de Familia e Infancia; Ramón Castresana, director de la Fundación Iberdrola; y Teresa Rodríguez, responsable de áreas de Acción Social, Formación e Investigación de la Fundación Iberdrola, ayer, en la sede de Fundación María José Jove. | // VÍCTOR ECHAVE / María de la Huerta

“Como saben todos, los inmigrantes venimos con una maleta, dejando todo atrás, y aquí nos han dado una mano para poder seguir adelante y hacernos sentir que no estamos solas”. Quien habla es Magaly, residente en A Coruña desde hace ocho meses, y el “aquí” al que se refiere es el proyecto Madres, un programa bianual, dirigido a mujeres solas con hijos y en situación de vulnerabilidad, fruto de la “alianza” entre las fundaciones María José Jove e Iberdrola y la Xunta, cuyo objetivo es “reducir el riesgo de desestructuración personal, laboral y familiar” de las participantes, 164 en la ciudad de A Coruña durante sus dos primeros años en funcionamiento. A lo largo de este 2023, más de un centenar de mujeres se beneficiarán del proyecto, que se ha extendido ya a los concellos del Consorcio de As Mariñas (Abegondo, Bergondo, Betanzos, Cambre, Carral, Culleredo, Oleiros y Sada) y a Pontevedra, y que se prevé poner en marcha también, el próximo otoño, en la Mancomunidad de Val Miñor (Baiona, Gondomar y Nigrán).

“En la actualidad, cabe destacar que hay lista de espera”, resaltó Belén Rey, directora de Comunicación de la Fundación María José Jove y responsable de Madres. Lo hizo en la sede de la entidad coruñesa, durante un encuentro destinado a dar a conocer el programa, en el que participaron, también, Felipa Jove, presidenta de la Fundación María José Jove; Fernando García Sánchez, presidente de la Fundación Iberdrola; Jacobo Rey, director xeral de Familia, Infancia e Dinamización Demográfica de la Xunta; y la propia Magaly, como beneficiaria de la iniciativa.

“En la Fundación María José Jove, he conocido a muchas chicas del curso. Chicas que, de alguna manera, también han sido víctimas de la discriminación. Una de ellas, estando embarazada, tuvo un problema con su pareja, eran las doce de la noche, nos vino a buscar, no sabíamos qué hacer, llamé a la fundación y nos ayudaron a esa hora. Me dijeron qué teníamos que hacer, a dónde tenía que ir. También nos han ofrecido herramientas para poder insertarnos en esta sociedad, y nos han dado cursos. Yo no sabía que eran la ESO ni el Bachillerato, y ahora quiero estudiar un ciclo de FP (Formación Profesional). Nos enseñaron a hacer un currículo, porque no teníamos ni idea de cómo hacerlo... y nos han proporcionado muchos recursos”, contó Magaly, sobre su experiencia en el proyecto, durante el encuentro, en el que estuvo arropada por Belén Rey.

"Los inmigrantes venimos con una maleta, dejando todo atrás, y aquí nos han dado una mano para poder seguir adelante y hacernos sentir que no estamos solas"

Magaly

— Usuaria del programa 'Madres'

La responsable de Madres explicó, por su parte, que las participantes en el programa “son derivadas por los servicios sociales municipales, ONG, centros de Atención Primaria, Centros de Orientación Familiar (COF) o de unidades de salud mental”. “En su mayoría, son madres que están solas y con hijos pequeños a cargo, principalmente de entre 0 y 8 años, aunque también hay participantes con hijos mayores de 12 años. En muchas ocasiones, están solas en España, ya que su familia extensa se encuentra en el país de origen, y la mayoría reside en pisos compartidos o casas de acogida”, detalló Belén Rey sobre la iniciativa, y especificó: “En relación a su formación, encontramos casos bastante dispares. Algunas mujeres participantes en Madres cuentan con formación universitaria pendiente de homologación, mientras que otras poseen estudios básicos. La gran mayoría tiene formación y/o experiencia laboral en los ámbitos de hostelería, limpieza y/o cuidado de personas dependientes, aunque también hay abogadas o ingenieras informáticas”.

En la actualidad, “más de la mitad de las participantes” en el programa Madres —en concreto, el 52%— proceden “de países de América del Sur, principalmente de Venezuela, Perú y Bolivia”. Las demás “son originarias de Ucrania (18%), países africanos (9%), resto de Europa (2%) y algunas de España”. “Su situación laboral es, por lo general, precaria. Las que trabajan lo hacen sin contrato ni horario fijo. Esta situación, aunque les permita generar algunos ingresos, supone una inestabilidad que les impide o dificulta aspectos como la conciliación, el alquiler de una vivienda, etc.”, refirió la responsable del proyecto.

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“El éxito de Madres”, reivindican sus impulsores, radica en que “diseña un itinerario individualizado para cada usuaria y hace un seguimiento personalizado”. Unido esto a “sesiones en grupos específicos, cada semana”. “Debido a la diferencia de perfiles, se han creado ‘micro-grupos’ en función de los ritmos e intereses de las participantes”, apuntan desde la Fundación María José Jove, y detallan: “El tiempo del programa, para cada usuaria, es de seis meses, si bien hay posibilidad de participar a lo largo de todo el año, tanto para nuevos ingresos como para bajas temporales por motivos personales, laborales, formativos o de salud”.

Asimismo, “se realiza un trabajo en red con las entidades derivantes, tanto de los servicios sociales municipales como de otras entidades, un psicólogo, una abogada y otras entidades que facilitan recursos, formación y oportunidades laborales”. “El programa no solo favorece la inclusión laboral y formativa, sino también social a todos los niveles: con niños más escolarizados, participación en actividades socioculturales, mayor conocimiento del entorno y los recursos sociales etc.)”, subrayan desde la Fundación María José Jove, y refieren que Madresofrece a las beneficiarias la posibilidad de mantener el contacto, más allá del horario del programa, para dudas, consultas u otras gestiones”.

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