Cristóbal Soler | Director de orquesta, dirige hoy a la Sinfónica en el Concierto de Navidad en el Palacio de la Ópera

“Animo a las Administraciones a que confíen en la Sinfónica. Tienen buenas ideas y son la vanguardia”

“Tenemos que invertir mucho más en educación musical”

Cristóbal Soler, que dirige hoy a la Orquesta Sinfónica de Galicia en el concierto de Navidad en A Coruña.

Cristóbal Soler, que dirige hoy a la Orquesta Sinfónica de Galicia en el concierto de Navidad en A Coruña. / LOC

A Coruña

La Orquesta Sinfónica de Galicia se sube este viernes al escenario del Palacio de la Ópera de A Coruña (20.00 horas) para celebrar su tradicional Concierto de Navidad. Lo hará con un repertorio de los mejores valses y polkas de las zarzuelas y operetas siguiendo el rimo de la batuta del director de orquesta Cristóbal Soler, que promete para esta noche una actuación que sorprenderá a muchos de los asistentes. “Tenemos que atrevernos a hacer nuestra música bien hecha y creer en lo nuestro”, resume, en alusión a su apuesta por introducir en el repertorio temas de la lírica nacional.

Usted ya dirigió a la Orquesta Sinfónica de Galicia. ¿Cómo afronta volver a ponerse a la batuta?

Dirigí a la Sinfónica de Galicia y guardo muy buen recuerdo, pero fue ópera. La estuve dirigiendo en L’elisir d’amore en el 2012, pero es verdad que en sinfónico como tal, arriba en el escenario, esta es la primera vez.

¿Qué tiene preparado para este Concierto de Navidad?

El público lo va a disfrutar y buena parte se va a sorprender. En Europa en general el concepto de concierto de Año Nuevo y de Navidad está muy relacionado a ese esquema a seguir del concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena, donde tenemos valses, polcas, pero siempre desde esa opereta austríaca. Es una maravilla de programa, pero en esta ocasión, este concierto es distinto, tiene su antecedente histórico.

¿Qué antecedente?

Cuando fui director musical del Teatro de la Zarzuela tuve la idea de, emulando la tradición vienesa, hacer un concierto con el 100% de música española. Eso sí, eran valses y polkas de la opereta española. Fue un gran éxito, con el público en pie, con una crítica estupenda. De hecho hubo crítica nacional de que esto era un atrevimiento, entre comillas, iba a ser un detonante para que otras orquestas españolas al menos se lo pudieron plantear. Al final estructuré un programa para que haya un cincuenta por ciento de lo tradicional de un Concierto de Año Nuevo con otro cincuenta por ciento de zarzuelas y operetas nacionales. En cualquier caso, es música que va a llegar muy bien y la gente va a disfrutar.

¿Qué tal aceptación tiene el género de la zarzuela a día de hoy?

Le voy a ser muy sincero. Si se presenta como se tiene que presentar, es una música que llega a todos. Hay un error de base, que es esa sociedad con sus complejos, con sus prejuicios o con sus etiquetas. Tenemos que saber que los grandes compositores españoles usaron el folclore nacional, que es el más rico de Europa. La riqueza es impresionante. Además el esfuerzo de nuestros compositores de la lírica española era que esa música pudiera llegar a todas las personas por igual. Se confunde todo y parece ser que este tipo de música está escrita solo para el pueblo. La música es un lenguaje universal.

¿Pero no se pone en valor la música nacional?

Nuestra música, cuando es interpretada por las mejores orquestas que tenemos, el público se pone en pie. Y todo el mundo de repente reflexiona diciendo: ‘¿Y esto por qué no se escucha más?’. El problema de la zarzuela es que es muy sufrida, se puede interpretar con una compañía amateur y gusta. Tenemos que saber poner en valor nuestra música con las mejores herramientas musicales, que en este caso son las orquestas.

¿Y cómo ha recibido su propuesta la Sinfónica?

Ensayando, en la pausa me vinieron miembros americanos y polacos de la orquesta para decirme la maravilla de música que tenemos. La gente que viene de fuera sabe valorar nuestra música. Tenemos que atrevernos a hacer nuestra música bien hecha y creer en lo nuestro. Y el público lo disfruta como nadie.

¿Pero público es variado?

Es otro problema de base. Tenemos que invertir mucho más en educación musical, los niños tienen que conocer la música clásica, el mundo tiene que conocerla. El ritmo vital de la música clásica está más diseñado para gente que tiene un ritmo vital más tranquilo. En su tiempo lúdico un crío de veinte años quiere estar con la litrona, saltando, no se va a sentar. Tienen otro ritmo vital. Una persona de 50 o 60 años, ya madura, si ha tenido esa educación musical, son los que están acudiendo. Es gente mayor, pero el público se renueva.

¿Esta música se está adaptando a las nuevas formas de consumo?

La solución de hoy en día pasa mucho por las plataformas digitales, ya no es solo importante la presencia física. Y con las plataformas llegamos a más miles de personas, eso es una realidad. En la música clásica nos podemos quedar obsoletos en esto, tenemos que innovar y estar al día. Tenemos que estar ahí. Pero a veces es más un problema por temas burocráticos o administrativos que no estemos ahí.

¿Y cómo se resuelve?

Hay que resolver leyes y cambiar convenios legales que se firmaron hace cuarenta años y están obsoletos para estar al día en plataformas digitales. Estamos viviendo un período de transición, hay una preocupación de cómo llegar a la segmentación de diferentes públicos. Pero una vez que lleguemos al público, después hay que fidelizarlo y cuidarlo.

¿Qué papel juega la Administración en todo esto?

Un papel fundamental. Muchas veces las ideas van muy por delante de la Administración, que a veces es muy rígida. Se ha avanzado mucho y la Sinfónica de Galicia en eso va por delante. Yo animo a las Administraciones públicas a que confíen en la Sinfónica de Galicia y en las personas que las están dirigiendo, que les den facilidades. Tienen buenas ideas, ellos son la vanguardia y saben lo que se necesita en el día a día.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents