Siete de cada diez familias rechazan la continuidad del libro digital en el aula
Una encuesta realizada por la Confederación de Anpas Galegas muestra que más de la mitad de los padres no ha recibido información sobre el uso de los recursos digitales en clase
Mateo G. Triñanes
Diez años después de la entrada en vigor del programa E-Dixgal para el uso del libro digital en las aulas gallegas, el 70% de las familias se posiciona en contra de su continuidad. Además, más de la mitad de los padres lamentan no haber recibido ningún tipo de información acerca del uso que se hace de los recursos digitales en cada materia, qué aportan a la mejora de la enseñanza ni cuáles son las pautas para realizar un acompañamiento de la educación filial en casa.
Así se desprende del estudio demoscópico realizado por la Confederación de Anpas Galegas para conocer el punto de vista de las familias sobre el uso de los recursos educativos digitales en la escuela y el papel que estos deben jugar en la enseñanza de sus hijos. Una encuesta, realizada entre los meses de abril y mayo, que ha encontrado la respuesta de casi 4.000 progenitores de toda la comunidad.
«Las familias están, sin duda, de acuerdo con la necesidad de trabajar las competencias digitales en las aulas. Sin embargo, la valoración que realizan del programa E-Dixgal es ampliamente negativa y muestran que su desarrollo no ha supuesto ningún tipo de motivación para el alumnado. Además, hay que incidir en que se ha introducido un sistema que es central en la educación de sus hijos, y los padres no han recibido ningún tipo de información», apuntó Esther Martínez, presidenta de la Federación de Anpas de Compostela, que presentó este martes el informe junto a Isabel Calvete, su homóloga al frente de la Confederación de Anpas Galegas.
A pesar de que el 77% de los progenitores consultados está de acuerdo con la digitalización de las aulas, la mayoría considera que el programa E-Dixgal no supone ninguna innovación ni un cambio del modelo pedagógico.
Las familias consideran que los asuntos más importantes a trabajar en el aula con estos recursos digitales son los aspectos de privacidad y la promoción de un uso seguro de las TIC. «Esto hace que nos cuestionemos si el modelo E-Dixgal, que es básicamente un libro digital, está desarrollando estas dimensiones en las que las familias ponen el acento», apuntó Martínez en la presentación. Y es que, según los progenitores, los menores emplean mayoritariamente los recursos digitales en el aula para encontrar información y leer documentos.
Los padres lamentan, además, el incremento de costes que deben asumir durante el curso. Dos claros ejemplos son la realización de fotocopias o la compra de libros, ya que no todas las asignaturas de los cursos que utilizan el programa se realizan mediante los recursos digitales.
Otro de los asuntos centrales de la encuesta reside en la creencia por parte de las familias de que el programa no supone una mejora en las competencias digitales de sus hijos. Así lo cree el 47% de los padres y madres, mientras que menos del 30% considera que sí ha contribuido a un progreso.
Así las cosas, más allá de ese 70% de progenitores que manifiestan su rechazo a la continuidad de E-Dixgal, el 53% de las familias encuestadas ha mostrado su insatisfacción con el sistema. Para Isabel Calvete, estos datos ponen de relieve la necesidad de «repensar el modelo vigente de digitalización de la enseñanza».
El informe de la Xunta: el programa digital no empeora las notas
A lo largo del pasado curso, cientos de padres y madres comenzaron a organizarse a través de anpas y grupos de Whatsapp para tratar de vetar totalmente el uso del teléfono móvil en los centros educativos y mostrar, también, su preocupación y malestar con el desarrollo del programa E-Dixgal.
A raíz de estos movimientos y la creciente inquietud por el uso del teléfono móvil en los centros escolares, el Ejecutivo autonómico decidió en enero prohibir el uso de estos dispositivos durante toda la jornada escolar. Sin embargo, la Consellería de Educación se lanzó a defender el programa E-Dixgal. «Aquí no se trata de ser el país del péndulo, es decir, de demonizar la tecnología o las competencias digitales, porque es obvio que en un sistema educativo moderno es necesario que las competencias digitales se trabajen en el ámbito educativo», defendió en diciembre el conselleiro Román Rodríguez.
Meses más tarde, en mayo, la Xunta publicaba los resultados de un estudio que revelaba que el rendimiento académico es prácticamente idéntico entre centros que usan E-Dixgal y los que no, con una ligera ventaja para los primeros.
Este estudio, sin embargo, no contentó a progenitores, ni siquiera a todos los centros. De hecho, tras la finalización del curso en el mes de junio, 21 colegios e institutos decidieron darse de baja del programa ante el importante número de quejas de familias y docentes.
Conscientes del movimiento de fondo, la Consellería de Educación incidió en la necesidad de mejorar los contenidos digitales, tanto en calidad como en variedad, con una nueva licitación de contenidos por un importe cercano a los 4 millones de euros para el curso que comenzó hace un mes. Isabel Calvete apuntó ayer que desde el departamento que dirige Román Rodríguez no hubo comunicación con las agrupaciones de madres y padres para darles a conocer cuáles eran estas mejoras que se iban a implementar.
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