«El nivel de detección de cardiopatías congénitas en Galicia es altísimo»

La comunidad gallega cuenta con un nuevo cribado neonatal para diagnosticar de forma precoz esas dolencias: «Hasta ahora, teníamos un trabajo en red pero sin este grado de inmediatez», reivindica Fernando Rueda, coordinador de la Unidad de Cardiología Infantil del Chuac

Pies de un recién nacido

Pies de un recién nacido / Europa Press

A Coruña

«El nivel de detección de cardiopatías congénitas críticas que hay en Galicia es altísimo», reivindica Fernando Rueda, coordinador de la Unidad de Cardiología Infantil del Hospital Materno Infantil Teresa Herrera de A Coruña (Chuac), al valorar la puesta en marcha en la comunidad gallega, desde esta misma semana, de un nuevo programa de cribado neonatal para el diagnóstico precoz de ese grupo de dolencias, que afectan a dos de cada 1.000 nacimientos, y son responsables del 20% de las muertes neonatales. Un cribado «institucional», apunta el doctor Rueda, fruto de «un acuerdo en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), para que se implantase en todo el país», y que se ha empezado a aplicar a todos los bebés nacidos en Galicia, tanto en hospitales públicos, como privados. ¿Su objetivo? Identificar cardiopatías congénitas críticas en las primeras 24 horas de vida de los recién nacidos, empleando una técnica indolora y no invasiva, «la pulsioximetría», que «mide los niveles de oxígeno en sangre» del bebé, un indicador común en la mayoría de esas patologías.

En caso de un resultado positivo de esa prueba, el personal de enfermería informará al equipo de Pediatría o Neonatología, quienes realizarán una valoración clínica y, si es necesario, un ecocardiograma. Si existen signos de alarma, el protocolo establece que el ecocardiograma debe hacerse en menos de 12 horas; en casos sin signos graves, la prueba se llevará a cabo en un máximo de 72 horas. Si se confirma la cardiopatía crítica, se activará una consulta telemática con la unidad de referencia del Chuac, y el bebé será trasladado en menos de seis horas para su tratamiento.

«Es un cribado que intenta ayudar a detectar cardiopatías congénitas críticas, en la medida de las posibilidades del sistema, lo antes posible. No coge todas las cardiopatías, las hay que ‘escapan’ a este cribado, pero un porcentaje considerable de las que estimamos críticas sí se van a poder detectar con esta prueba», explica el coordinador de la Unidad de Cardiología Infantil del complejo hospitalario coruñés, antes de recordar que «no hace falta argumentar, puesto que está bastante claro» que, «cuanto antes sepas que una persona tiene una enfermedad grave, antes puedes poner los medios» para su tratamiento.

«El neonato, además, tiene una circulación que llamamos ‘transicional’, que es una remanente de la circulación fetal, y es capaz de tener una cardiopatía grave sin apenas manifestación, con lo cual es importante que haya un cribado que te ayude a detectar estos casos porque luego, cuando finaliza la circulación ‘transicional’, puede haber un debut muy rápido, y no tiene sentido que el paciente esté en una situación inestable, pudiendo haberlo detectado previamente», remarca.

Adelantarse a «acontecimientos totalmente indeseados»

«Este cribado nos va a permitir adelantarnos a acontecimientos que son totalmente indeseados», hace hincapié el doctor Rueda, antes de detallar en qué estriba la prueba, «que pueden hacer en cualquier hospital». «Consiste en determinar cuál es el valor de la saturación de oxígeno. Por eso se llama cribado de pulsioximetría», indica el coordinador de la Unidad de Cardiología Infantil del Chuac, quien especifica que «se han acordado unas cifras», tanto «en cuándo hay que hacer la prueba», como «en cómo hay que interpretarla».

«Lo primero que necesita es una valoración por el neonatólogo, puesto que no todos los pacientes que dan positivo han de tener una cardiopatía congénita crítica. A lo mejor no tienen nada y, simplemente, tienen el dedo frío (algo tan sencillo como eso). Quizás haya un problema que no es cardíaco, y que tampoco tiene por qué demorarse, pero que no implica trasladar al paciente ni nada, por eso debe valorarlo un neonatólogo. Y luego, si no hay ninguna causa clara, o si se sospecha una cardiopatía, es cuando, digamos, sí entraría lugar la actuación por parte de los profesionales que nos dedicamos a las cardiopatías congénitas», refiere.

«Dos supuestos»

«Son dos supuestos», prosigue el doctor Rueda. «Si un neonatólogo ha valorado al niño y no encuentra ninguna causa, o si hay una sospecha de cardiopatía. Lo único que va a variar, entre uno y otro, es la respuesta de llevar a cabo una valoración por parte de Cardiología Infantil. Eso está contemplado en el cribado. Si hay una respuesta con sospecha de cardiopatía, lógicamente, se hace una valoración mucho más rápida que si se trata de un pequeño que, aparentemente, no tiene cardiopatía», incide el coordinador de la Unidad de Cardiología Infantil del Chuac, antes de recordar que este nuevo cribado neonatal es fruto de «un esfuerzo que hace el sistema»:

«Cierto es, también, que es un acuerdo de todas las comunidades autónomas. A lo mejor las hay que se van a ver más beneficiadas que nosotros, porque el nivel de detección de cardiopatías que hay en Galicia ya es altísimo, por la valoración fetal. No dispongo de datos pero, desde luego, nosotros no esperamos que aporte un número considerable de pacientes, porque sabemos que no se nos escapan muchos al ‘trabajo habitual’. No obstante, todo lo que sea aportar a la detección precoz, aunque sea un solo caso, ya es mucho».

El doctor Fernando Rueda, en el Hospital Materno Infantil Teresa Herrera de A Coruña (Chuac).

El doctor Fernando Rueda, en el Hospital Materno Infantil Teresa Herrera de A Coruña (Chuac). / LOC

Destaca, eso sí, el doctor Rueda que el nuevo cribado cardiológico neonatal «va a suponer un aumento de la conexión interhospitalaria entre todos los centros de Galicia». «Cuando se planteó este cribado —dado que en nuestra comunidad, como he comentado, el grado de detección de cardiopatías congénitas ya es muy alto por la valoración fetal—, dándole vueltas a cómo podíamos implementar esta herramienta de manera que aportase algo más a la sociedad, se valoró la posibilidad de mejorar la conexión interhospitalaria», explica el doctor Rueda, y detalla:

«Que no se ‘escape’ ningún paciente es importante, pero la realidad es que aquí se ‘escapan’ muy pocos. Este nuevo cribado no solo va a permitir ‘recuperar’ esos casos, también evitará trasladar a los niños de forma innecesaria»

Fernando Rueda

— Coordinador de la Unidad de Cardiología Infantil del Hospital Materno Infantil Teresa Herrera (Chuac)

«Se ha hecho una especie de conexión formal entre hospitales para que, en muchos casos, no sea necesario ni que se traslade al niño. Es decir, si un pequeño da positivo al cribado, y tiene una prueba de ecocardiografía realizada en su centro (Santiago, Vigo, Ourense, Ferrol, Pontevedra...), que se pueda revisar esa prueba desde aquí, si es que su médico lo considera necesario. Así, si esa prueba es concluyente y no hay cardiopatía, tampoco tienes que trasladar al niño 200 kilómetros. Esto es importante, porque no está en el cribado del resto de comunidades, pero aquí se ha implementado», subraya el coordinador de la Unidad de Cardiología Infantil del Chuac, antes de especificar que, en el contexto del nuevo cribado cardiológico neonatal, «se han habilitado una serie de herramientas», desde «hojas de consulta telemáticas entre hospitales», hasta «recursos técnicos» para «poder ver una imagen en una respuesta de tiempo tan corta». «Hasta ahora, teníamos un trabajo en red pero sin este grado de inmediatez», reivindica, y reitera: «Esta es la ventaja, para nosotros, real. Que no se ‘escape’ ningún paciente es importante, pero la realidad es que aquí se ‘escapan’ muy pocos. Este nuevo cribado no solo va a permitir ‘recuperar’ esos casos, también evitará trasladar a los niños de forma innecesaria».

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