Galicia suma 82 vacantes de médico de familia, casi el 60% de difícil cobertura

Los puestos pendientes de ocupación definitiva son 536, pero casi ocho de cada diez los desempeñan interinos, y otros cuarenta se cubren con contratos temporales

Un cartel en un PAC avisando de la falta de un médico.

Un cartel en un PAC avisando de la falta de un médico. / Gustavo Santos

Paula Pérez

El principal reto que afronta el sistema público de salud en toda España es la escasez de médicos de familia, una batalla que se arrastra ya desde hace años y que, pese a los esfuerzos de las comunidades, sigue sin resolverse. El problema se agudiza en zonas rurales y aisladas. Galicia tiene un total de 536 plazas de medicina familiar vacantes pues tras jubilarse sus titulares, estos puestos aún non han sido adjudicados de forma definitiva a otro profesional a través de una oferta pública de empleo. Sin embargo, el 77 por ciento están ocupados por interinos (414 facultativos) y hay otras 40 plazas para las que se realizan nombramientos temporales con el objeto de garantizar la asistencia sanitaria. Quedan, por lo tanto, 82 puestos para los que el Sergas no encuentra médico y están sin cubrir. De ellos, según explica la Consellería de Sanidade, 49 están catalogados como de difícil cobertura.

Estos son los últimos datos recopilados por el Ministerio de Sanidad a fecha de diciembre de 2023 en el balance que ha realizado sobre el grado de cumplimiento del Plan de Acción en Atención Primaria pactado con las comunidades. En España hay en total 14.726 plazas vacantes en medicina familiar, el 60 por ciento cubiertas por interinos. En Galicia son 536 (77 por ciento en situación de interinidad), a las que se suman otras 120 en pediatría, de las cuales el 42 por ciento están ocupadas por profesionales mediante contratos eventuales de larga duración, y hay otras 271 en enfermería (el 79 por ciento desempeñadas por temporales).

La Consellería de Sanidade intenta darle la vuelta a esas cifras con diferentes medidas para reducir la interinidad de las plazas y también el número de vacantes. Así, el Sergas tiene en marcha varios procesos de estabilización —para convertir en fijos a estos facultativos que ocupan interinamente el puesto—. Por un lado, ha convocado 42 plazas de médico de familia mediante concurso de méritos que ya están incorporados y tiene pendiente de resolver 271 plazas ofertadas mediante concurso-oposición.

Pero además el informe del Ministerio de Sanidad destaca entre las medidas impulsadas por las comunidades para la cobertura de vacantes la creación de la categoría de facultativo especialista impulsada por el Sergas. Estos profesionales accederán a su plaza por concurso, sin necesidad de superar una oposición, tendrán una mayor jornada y estarán obligados a prestar guardias en los Puntos de Atención Continuada. En esta categoría se crearon 72 plazas en 2024, de las cuales 60 están ya incorporados mientras que el resto lo harán en el primer trimestre de 2025.

Y a esto hay que sumar las 1.157 plazas de distintas especialidades convocadas en la oferta pública de empleo para 2024, de las cuales, según indica el Sergas, hay 15 puestos para medicina familiar.

Además, el Ministerio de Sanidad valora que Galicia está facilitando que los especialistas de Pediatría ejerzan su actividad profesional en Atención Primaria y Hospitalaria simultáneamente.

En la revisión realizada por el ministerio Galicia también aprueba en el desarrollo de la carrera profesional de los médicos. Sin embargo, la comunidad incumple el reto de que la Atención Primaria tenga acceso al 100 por cien de pruebas diagnósticas, pues se queda en el 88 por ciento.

El diagnóstico del ministerio: trabas sindicales y poca flexibilidad de los centros para autogestionarse

En su balance sobre las medidas implementadas por las comunidades autónomas para paliar la escasez de médicos de Primaria, el Ministerio de Sanidad reconoce el esfuerzo de las comunidades autónomas pero deja claro que no está sirviendo para solventar «la notable escasez de profesionales» en los centros de salud, sobre todo en zonas rurales y dispersas.

En su opinión, a pesar de las medidas incentivadoras establecidas por las comunidades se percibe que los profesionales, sobre todo los jóvenes, «se muestran más propensos a ejercer su actividad profesional en zonas urbanas o metropolitanas» incluso pese a que tengan peores condiciones laborales en estas áreas como contratos temporales o menos medidas de conciliación o incentivos económicos.

Pero además el ministerio responsabiliza también a los sindicatos por las «dificultades» para llegar a acuerdos con ellos, lo que califica de «punto crítico para implementar actuaciones en este ámbito».

Otro de los problemas que surgen a la hora de intentar cubrir estas plazas es la «falta de recursos financieros» sobre todo para favorecer la conciliación de los médicos que opten por estos puestos.

En cuanto a los procesos de estabilización abiertos en las comunidades para convertir en fijos a los facultativos interinos Sanidad reconoce «retrasos debido a complejidades administrativas». También apunta a las limitaciones normativas que frenan «la flexibilidad y autogestión de los centros de salud».

La inadecuación de estos ambulatorios y su falta de espacio complica además la organización de turnos, según el análisis del ministerio. Asimismo reclama colaboración con los ayuntamientos para implementar medidas a nivel local.

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