El papa nombra por primera vez en la historia a una mujer como ministra

Irene Savio

Por primera vez en su milenaria historia, el Vaticano tendrá a una mujer como ministra, según anunció ayer la institución. Se trata de Simona Brambilla (Monza, 1965), enfermera, psicóloga y religiosa italiana de las Misioneras de la Consolata, quien ha sido nombrada nueva prefecta del dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, el organismo vaticano responsable de todas las órdenes religiosas de la Iglesia católica.

El esperado nombramiento llega después de meses de especulaciones sobre este nuevo paso del papa hacia una mayor inclusión de las mujeres en las estructuras de decisión y poder de la Iglesia, una demanda del feminismo católico y de los sectores progresistas. Y se produce después de otro paso histórico: la decisión del Pontífice de dar voz y voto —también por primera vez— a las mujeres en el gran Sínodo de Obispos abierto el año pasado para modernizar a la institución.

Brambilla, quien sustituye al brasileño João Braz de Aviz, había accedido al cargo de secretaria del dicasterio que ahora presidirá en 2023 y anteriormente fue directora del Instituto de las Hermanas Misioneras de la Consolata y misionera en Mozambique. Estará acompañada en su trabajo por el cardenal español Ángel Fernández Artime, quien ha sido nombrado proprefecto.

Francisco se mantiene así firme en sus reformas para que la Iglesia católica se ponga al día. Y lo hace a pesar de los fuertes reproches de los sectores más conservadores, que en estos pasados meses también han insistido en su negativa a la posibilidad de que las mujeres ocupen puestos que solían estar reservados a los hombres.

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