Los psicólogos gallegos denuncian demoras de hasta doce meses para una primera consulta en el Sergas

La sanidad pública de Galicia incorporó 45 plazas de psicólogos clínicos en los últimos cuatro años, una cifra «insuficiente» para atender el aumento de la demanda, advierte el Colexio de Psicoloxía, que estima necesarios al menos 100 profesionales más

Logotipo del Sergas, en un centro de salud.

Logotipo del Sergas, en un centro de salud. / LOC

Demoras de «más de seis meses» para una primera consulta con un psicólogo clínico en el Servizo Galego de Saúde (Sergas) «en todas las áreas sanitarias, a excepción de Pontevedra», que «en algunos casos» alcanzan el año, y unos plazos «ineficaces para el tratamiento psicológico» en las sucesivas atenciones. El Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia (COPG) traslada su «preocupación» por la prestación de la Psicología Clínica, pese a que la sanidad pública gallega incorporó 45 nuevas plazas de profesionales en los últimos años, una cifra «insuficiente» para atender el incremento de la demanda, según el COPG, que estima necesarios al menos un centenar de psicólogos clínicos más. Entretanto, «el Plan Estratéxico de Saúde Mental venció en 2024», advierte el órgano colegial. «Y aun no hay noticias sobre el siguiente», aseguran, mientras la Consellería de Sanidade insiste en que «el refuerzo y mejora de la atención a la salud mental» es una de sus «prioridades de actuación en esta legislatura».

«Los tiempos de espera para la primera consulta en población adulta van desde un mes en el área sanitaria de Pontevedra, hasta los 11-12 meses en la ciudad de Santiago (en los demás centros de esa demarcación sanitaria, la demora se reduce hasta los cuatro meses), o los 9-12 de Vigo», sostiene el COPG, que alerta de que «las sucesivas consultas tampoco tienen unos plazos eficaces para el tratamiento psicológico», ya que la espera «en Vigo supera los seis meses», y «en alguna unidad» de ese área sanitaria «llega a un año». «En la mayoría de las unidades, el tiempo medio de espera oscila entre los tres y los cinco meses», apuntan desde el órgano colegial de los psicólogos gallegos, antes de insistir en la necesidad de «plazos más reducidos para mejorar la eficacia de los tratamientos».

Niños y jóvenes

En cuanto a la población infanto-juvenil, las esperas para la primera consulta «se sitúan, por lo general, entre tres y seis meses», según el COPG, que dibuja «un horizonte temporal semejante» para las siguientes atenciones, si bien «resulta especialmente preocupante el caso de Ferrol», donde la demora «se dispara hasta los doce meses», señalan, antes de resaltar que «la prometida implantación de la prestación de Psicología Clínica en Atención Primaria» es «una magnífica noticia», y «supone un avance determinante en los derechos efectivos en materia de salud de la ciudadanía gallega», no obstante, desde el órgano colegial de los psicólogos gallegos estiman «esencial» la definición de «una oferta asistencial clara, y basada en criterios de equidad territorial», tras «los años de implantación experimental».

«A día de hoy, se desconocen tanto plazos como recursos y medios destinados. Cuestiones que han de quedar recogidas en el próximo Plan Estratéxico de Saúde Mental, que ya debería estar elaborado, tras el vencimiento del precedente 2020-2024. Más aún, cuando este último ya se demostró insuficiente para dar respuesta a las necesidades en materia de salud mental», advierten los psicólogos gallegos. «La estrategia que acaba de expirar supuso una importante apuesta de la Administración sanitaria gallega por la atención a la salud mental, con un incremento en cuatro años de 45 plazas para facultativos/as de Psicología Clínica, pero se evidenció escaso, como confirman los tiempos de espera recogidos», consideran desde el COPG, que solicitó a la Consellería de Sanidade «participar en la elaboración de la próxima estrategia», así como su «incorporación al Consello Técnico de Atención Primaria», una vez que la especialidad de Psicología Clínica «está presente en ese nivel asistencial».

«Estas solicitudes están pendientes de respuesta, por ahora», afirman desde el órgano colegial de los psicólogos gallegos, antes de estimar que «el despliegue efectivo» de la Psicología Clínica en la Atención Primaria «requerirá un mínimo de 100 profesionales especialistas», una «cifra orientativa» que «deberá adaptarse a las necesidades territoriales y organizativas». «Este número permitiría contar con un profesional cada cuatro centros de salud y, aproximadamente, dos profesionales por comarca gallega, garantizando así la equidad en el acceso», resaltan.

Una «prioridad de actuación» para Sanidade

En respuesta al COPG, Sanidade insiste en que «el refuerzo y la mejora de la atención a la salud mental» es una de sus «prioridades de actuación en esta legislatura», para «atender adecuadamente» una demanda de asistencia que «se ha venido incrementando, de forma notable, en los últimos meses». «Ese compromiso está reflejado tanto en la propia estructura orgánica de la Consellería, con la reciente creación de una Subdirección Xeral específica de atención a la Salud Mental, como con el incremento de recursos destinados a la contratación de personal, creación de nuevas unidades y desarrollo de nuevos programas de asistencia», apuntan, antes de recordar que «los Presupuestos de la Xunta, para este año 2025, reservan un total de 28 millones de euros a los programas de atención a la salud mental».

«Los Presupuestos de la Xunta, para este año 2025, reservan un total de 28 millones de euros a los programas de atención a la salud mental», recuerda la Consellería de Sanidade

«Actualmente, se está trabajando en el diseño del nuevo Plan de Saúde Mental, que será elaborado teniendo en cuenta las aportaciones de todos los agentes implicados en esta disciplina, y llevará aparejado un aumento considerable de los recursos de la salud mental», sostienen desde Sanidade. Además, «con el objetivo de cumplir el compromiso de crear una red de atención psicológica en Atención Primaria», se están «estudiando un conjunto de variables, relacionadas con los datos de demanda, consumos de fármacos asociados a trastorno mental por depresión y ansiedad, los índices de suicidios por zonas, así como la disponibilidad de espacios acomodados en los equipamientos sanitarios para prestar esa asistencia».

Prevalencia de problemas de salud mental en la población general.

Prevalencia de problemas de salud mental en la población general. / LOC

Más problemas de salud mental

La pandemia de COVID marcó un antes y un después en la demanda de tratamientos de salud mental. El confinamiento, y la situación inédita vivida durante la crisis sanitaria, incluidas pérdidas personales en muchos casos, hacían prever que las consultas irían más. Así lo auguraba la Organización Mundial de la Salud (OMS) y así lo recogía también el Sergas en el plan de atención a la salud mental específico tras la irrupción del coronavirus SARS-CoV-2. Ese contexto se sumó a una mayor sensibilización social hacia ese tipo de problemas y un aumento en las peticiones de ayuda. Todo ello desembocó en que Galicia sea la segunda comunidad donde más se incrementaron los diagnósticos por trastornos mentales con respecto al último año prepandémico, un 29%, y, si lo que se toma como referencia es lo que ocurría hace una década, que supongan el doble.

Según los datos más recientes recopilados por el Ministerio de Sanidad, relativos a 2023, uno de cada seis gallegos con tarjeta sanitaria individual tiene en su historial médico de Atención Primaria un diagnóstico de depresión, ansiedad, estrés o trastornos compulsivo, entre otros. En concreto, el Ejecutivo central cifra en un 15,5% la población diagnosticada, frente al 7,7% de 2013.

A pesar de que la prevalencia en Galicia supone la mitad que la registrada en territorios como la Comunidad Valenciana, que es la que encabeza este tipo de dolencias con un tercio de ciudadanos diagnosticados, y de que esté por debajo de la media estatal, que se sitúa en el 17,9%, el dato gallego a su vez duplica el de autonomías como Extremadura, la que menos prevalencia se anota (6,3%), aunque el hecho de partir de una cifra más baja provoque que la situación actual se haya agravado especialmente con respecto a la etapa previa al COVID.

En las historias clínicas de las mujeres aparecen con mucha mayor frecuencia los diagnósticos vinculados a trastornos mentales. En el caso particular de Galicia, son más del doble de mujeres que de hombres (un 20,6% frente a un ,993%) quienes las padecen y, de hecho, la brecha entre unas y otros que existe en la comunidad es la tercera mayor del Estado, después de Extremadura y de Castilla-La Mancha.

Uno de los factores que incide en que los números gallegos sigan al alza, más allá de la pandemia y su influencia sobre el estado anímico y de una mayor visibilización de la salud mental, está vinculado al envejecimiento de la población, que va asociado a un incremento de alguna de estas condiciones. Todas estas variables también influyen en que Galicia siga sin tocar techo en el uso de antidepresivos, con un 52% más en diez años y encabezando su uso en el Estado.

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