El enigma del incendio del Windsor, ¿resuelto?

Un delincuente conocido como ‘El Sapo’ asegura que él plantó fuego al edificio, hace hoy 20 años

Victoria Saulyak

Madrid

La madrugada del 12 al 13 de febrero de 2005 sigue siendo uno de los mayores misterios sin resolver de la historia española. A 20 años del suceso, el incendio del edificio Windsor todavía sacude la opinión pública, sobre todo con la reciente aparición de una figura que ha hecho tambalear toda la información que rodea el caso: Jon Imanol Sapieha Candela, más conocido como El Sapo.

El Sapo ha reivindicado la autoría del incendio del Windsor, un rascacielos de 106 metros de altura que ardió durante más de 24 horas en la zona financiera de Madrid. La versión oficial atribuyó el incendio a un cortocircuito, pero después del testimonio de El Sapo y las teorías conspirativas que giraban en torno al caso, se ha especulado la posibilidad de un sabotaje, un ajuste de cuentas o incluso una operación encubierta.

El caso fue sobreseído por la Justicia en 2006 sin que llegasen a despejarse todas las incógnitas de la Torre Windsor, pero ahora, con las controvertidas declaraciones de El Sapo, todo vuelve a cuestionarse. El canal Cuatro estrena El incendio del Windsor, Sapo S.A., una producción de Mediaset España que trata de arrojar algo de luz sobre qué fue lo que ocurrió aquel fatídico día. En el adelanto, El Sapo hace una confesión rotunda que encabeza la producción: «Yo quemé la Torre Windsor».

«Psicópata, y a toda honra»

Es uno de los delincuentes más enigmáticos de España y su historial criminal lo vincula con el robo de arte, fraudes millonarios y operaciones en el mundo del crimen organizado. Pero lo que más llama la atención no son solo sus actos, sino su personalidad, que él mismo define sin tapujos como «psicópata, y a toda honra». Los expertos en criminología ya han establecido que su falta de empatía y su frialdad demuestran que Jon Imanol Sapieha Candela no siente miedo y tiene una capacidad especial para manipular a su entorno.

De hecho, en su entrevista, El Sapo no solo reconoció su implicación en el incendio del edificio Windsor, sino que detalló cómo lo hizo. Explicó que su mejor virtud siempre había sido «saber elegir a las mejores personas para cada cosa». Además, argumentaba: «Siempre espero el mejor momento para cometer cualquier cosa».

El criminal no especificó si actúo solo o bajo encargo, pero sí esclareció que su objetivo acabar con el Windsor en un momento en el que la destrucción generara el mayor impacto posible. Paco París, comandante de la Guardia Civil, describe a El Sapo como una persona que «está todo el día pensando en el mal» y que «ve a las personas como herramientas para sus propios intereses».

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