Realidad virtual para afrontar la muerte desde la paz

Un proyecto pionero en el mundo explorará el uso reparador de la realidad virtual para aliviar el dolor y la ansiedad ante el fin de la vida. El investigador David Glowacki, que vivió una experiencia cercana a la muerte, lidera desde la Universidade de Santiago esta nueva investigación

El investigador David Ryan Glowacki. |  Antonio Hernández

El investigador David Ryan Glowacki. | Antonio Hernández

Irene Carril

Santiago

El científico David Glowacki lidera desde el Centro Singular de Investigación en Tecnologías Inteligentes de la Universidade de Santiago de Compostela (CiTIUS), un proyecto pionero en el mundo. Se trata de una investigación, conocida como Numadelic —acrónimo de Experiencias para mejorar los resultados de salud mental en pacientes con enfermedades potencialmente mortales—, que profundiza en la idea de la materia como esencia energética. A través de gafas y guantes de realidad virtual se busca ayudar tanto a personas con enfermedades terminales como a sus seres queridos a afrontar la fase final de la vida, tratando de aliviar el dolor y la ansiedad que se sufre ante la proximidad de la muerte.

Natural de Milwaukee (EEUU), David Ryan Glowacki se incorporó al centro de investigación de la Universidade de Santiago (USC) en el año 2022 a través del programa de captación de talento Oportunius. Con una extensa carrera multidisciplinar a sus espaldas, el investigador ha trabajado extensamente en la simulación científica y en la realidad virtual aplicada tanto a la visualización interactiva como a la simulación. Actualmente, se encuentra inmerso en la dirección de otros proyectos, como el NanoVR.

Neurociencia

La iniciativa Numadelic, que el investigador norteamericano lidera desde el Citius, está patrocinada por la institución filantrópica Tiny Blue Dot Foundation, que la ha seleccionado entre las 12 únicas propuestas que financiará a nivel mundial en el ámbito de la neurociencia.

«Estoy muy emocionado. Se trata de un proyecto único en el mundo que parte de una experiencia personal. Por eso, que desde la institución norteamericana Tiny Blue Dot Foundation reconozcan la iniciativa es algo muy importante, pero no solo para nosotros, también para el mundo latino, ya que normalmente se suelen reconocer más este tipo de trabajos de habla inglesa», explica Glowacki.

Sobre cómo surgió este particular proyecto el investigador comenta que «parte de una experiencia personal cercana a la muerte en la que vi mi cuerpo como una fuente de luz y entendí que al final somos pura energía. Por eso, como soy doctor en Mecánica Cuántica pensé que sería importante que a partir de la ciencia mucha gente que tiene miedo a la muerte, se pueda acercar a una experiencia tan común de una forma curiosa y a través de la paz, así surgió este proyecto».

Las experiencias cercanas a la muerte (NDE, por sus siglas en inglés) parecen disminuir rápida y drásticamente la ansiedad asociada a este proceso final. Muchas personas que han vivido estas experiencias han manifestado que la conciencia persiste más allá de la existencia material.

A partir de una experiencia que se realiza en cuatro sesiones, los participantes del estudio —que ya se ha probado en Estados Unidos, en alrededor de 600 personas— tienen la posibilidad de recrear una experiencia cercana a la muerte. «Cada uno vive esta experiencia inmersiva de una forma diferente, lo que sí es común es la manera de sentirse. Con este proyecto presentamos un mundo de luz, en el que te adentras sin distracciones. Sería parecido, por ejemplo, a una meditación guiada, lo que ocurre es que para muchos es complicado seguirla. Con este estudio, la experiencia es completa y visual, ya que se puede ver con los propios ojos de las personas que participan», asegura el investigador.

Las pruebas del estudio, gracias al patrocinio de la fundación americana, comenzarán a realizarse en pacientes del Hospital Clínico Universitario de Santiago «esperamos que hacia la primavera. Esa es la idea, pero hay ciertos pasos que dar primero», explica David Glowacki.

«Este proyecto tiene el potencial de transformar nuestras actitudes hacia la muerte y el proceso de morir, algo que nuestra cultura necesita desesperadamente», amplía Glowacki, en una nota de la USC. «En términos generales, nuestra sociedad tiende a ignorar la realidad de la muerte, enfatizando en cambio la supervivencia por encima de todo». «Esto no es sostenible a largo plazo», prosigue.

«Eventualmente, tendremos que desarrollar herramientas para hablar, reflexionar y lidiar con la muerte que igualen el nivel de sofisticación que hemos alcanzado en otras áreas», concluye el investigador.

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