Entrevista | Dani Fernández Cantante y compositor, este sábado en concierto en el Coliseum

«Con una niña de un año, en el mejor punto de mi carrera, mi vida va... a toda máquina»

‘Esto es una jauría’ es el nombre de la gira que presenta Dani Fernández este sábado en el Coliseum de A Coruña, donde hace tiempo que colgó el cartel de entradas agotadas. Hará un repaso a su repertorio: de ‘Entre las dudas y el azar’, por el que recibió el Disco de Oro, a ‘Criminal’, del último álbum

Dani Fernández, en un concierto. |  Marta G. Brea

Dani Fernández, en un concierto. | Marta G. Brea

Clara Hernández

Su vida va «a toda máquina», explica, —concretamente, a 300 kilómetros por hora— cuando le sorprendemos en un tren de Ouigo camino a dos conciertos en Andalucía. La compañía de alta velocidad ha organizado esos directos, que han agotado las entradas en minutos, para promocionar sus nuevos destinos del sur. La revista Woman, del mismo grupo editorial que LA OPINIÓN A CORUÑA, conversa con Dani Fernández, que tras lanzar nuevo álbum, La Jauría, cuelga el cartel de sold out en cada uno de sus directos y en recintos cada vez más grandes, como el Coliseum de A Coruña, donde actuará este sábado, 22 de febrero, a las 21.00 horas. Es consciente de que se encuentra en el mejor punto de su carrera. Y es una locura.

Ha llegado a Sevilla y Málaga en un tren de alta velocidad. ¿Su vida también va a 300 kilómetros por hora?

En esta etapa, con la gira, teniendo una niña de un año y en el mejor punto de mi carrera profesional, mi vida va... a toda máquina.

En su último concierto en Madrid mucha gente se sabía de memoria sus canciones pero ignoraba que había pertenecido al grupo Auryn. ¿Un triunfo o no han hecho bien los deberes?

Al final, mi música no tiene nada que ver con Auryn. Auryn es mi pasado y gracias a todo lo que yo viví he podido crecer como artista. Mientras la gente me escuche y venga a mis conciertos, yo estoy contento.

La Jauría, título de tu disco, suena canina y a persecución feroz. ¿Por qué le representa?

Es el resumen de lo que he sentido durante la composición de este tercer disco. Con las redes sociales, todos sufrimos esa persecución mediática. Da igual que seas un personaje público o no: al final todos estamos exponiendo nuestra vida y todos pueden darte su opinión y juzgarte. A lo largo de esta composición, me he preguntado mucho si estaría haciendo bien mi trabajo, ¿serán buenas canciones o no serán buenas canciones? Estaba muy pendiente de si lo estaba haciendo bien o no.

Muchas de sus letras son de amor o desamor. ¿Ser romántico no está pasado de moda?

Yo creo que ser romántico nunca está pasado de moda. Y la verdad es que yo siempre le he hablado mucho al amor y al desamor. Se puede tener muchísimos tipos de amor, no solo el sentimental, de pareja: a tu familia, a tus amigos, a tu hija.

¿Cómo se concilia la paternidad con el rock?

No puedo decir mucho más que... dejándose llevar. Es verdad que tu vida va cambiando. Tampoco puedo decir si es bueno o es malo el hecho de que tu vida cambie por una criatura a la que amas. Ahora salgo menos. Y ahora pienso menos en mí mismo y más en la otra persona, y eso es algo bonito.

¿Le ha dedicado ya alguna canción a su hija?

Le hemos escrito dos, tanto yo como mi mujer [la cantante y compositora Yarea Guillén]. Yo tengo la canción Solo tienes que avisar y mi mujer tiene Noviembre, donde aparezco yo por sorpresa. Pues eso, la niña tiene un año de vida y ya tiene dos canciones, así que... ahora vamos a parar un poco, que a lo mejor estamos siendo un poco pesados.

En La Jauría emplea mucho la palabra «bailar». ¿Qué canción le hace bailar sí o sí?

Una de las canciones que más he bailado y disfrutado es Emborracharme de Lori Meyers, que es una de mis favoritas, así que es la que aconsejo a mucha gente. Pero me gustaría aclarar que la palabra bailar en el disco no es solo en el sentido de una coreografía, es más amplio. En la vida bailamos muchas veces, también cuando saltamos en un concierto o en otras ocasiones.

¿Qué ha dejado de hacer por la fama?

Creo que no he dejado de hacer nada, sigo haciendo todo lo que quiero. Es verdad que he dejado de hacer kárate, pero no por la fama, sino por el calendario. Antes iba el lunes, miércoles y viernes, y ahora es imposible por mi trabajo. Y lo echo de menos porque lo he hecho muchos años de mi vida. Pero nunca he dejado de hacer algo por la fama, sigo yendo a los mismos sitios. Hago absolutamente todo como cuando era un chaval.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents