Éxito gallego al nacer el primer bebé en Inglaterra tras un trasplante de útero

La cirujana Isabel Quiroga, de Vigo, lideró la intervención del primer trasplante de una donante viva en 2023 y participó en la cesárea de la niña, que lleva su nombre

La cirujana gallega Isabel Quiroga (5ª, por la derecha), junto al  equipo médico que participó del nacimiento. |  Wombtransplantuk

La cirujana gallega Isabel Quiroga (5ª, por la derecha), junto al equipo médico que participó del nacimiento. | Wombtransplantuk

e. villanueva

«Yo solo estaba pendiente de la bebé, lloraba y estaba todo bien; y de repente una de las enfermeras me dijo: ‘¿Has escuchado lo que están diciendo los padres? La bebé va a llevar tu nombre, Isabel’. Ahí se me saltaron las lágrimas».

Si ya los nueve meses de espera para el nacimiento de un bebé se pueden hacer eternos, imaginad diez años. Fue entonces, en 2014, cuando se fraguó la idea del trasplante de útero en mujeres que sufren una alteración congénita del aparato reproductor femenino —el síndrome de Rokitansky— con la idea de que esta paciente llegara a convertirse en madre. Al frente de esta investigación se encontraba la médico y cirujana gallega Isabel Quiroga, jefa del Programa de Trasplante de Útero y del Servicio de Extracciones del Oxford University Hospitals NHS Trust.

En 2023, Quiroga lideró junto a su equipo el primer trasplante de útero de donante viva en Reino Unido y uno de los primeros del mundo. Ahora, el trabajo iniciado una década atrás, ha dado sus frutos: el pasado 27 de febrero nacía Amy Isabel, la primera bebé cuya madre había recibido un trasplante de útero por parte de su hermana. «Siento una felicidad tremenda; primero por la familia, que se han puesto en nuestras manos, también por todo el equipo que lleva más de 10 años trabajando en esto y, además, porque hemos dado esperanzas a otras mujeres para poder ser madres. Ahora tendrán una oportunidad», cuenta la cirujana gallega Isabel Quiroga, minutos antes de celebrar el 12º cumpleaños de su hijo.

Grace Davidson y su marido Angus son los padres de la pequeña. A la mujer le fue detectado el síndrome de Rokitansky cuando era una adolescente. «Se trata de un problema congénito por el que la mujer nace sin útero. Son mujeres plenas, sin ningún otro contratiempo, pero nunca llegan a tener reglas. Por ello se detecta en la pubertad, y se puede apreciar con un simple scanner. A esa edad no eres muy consciente de lo que supone, pero cuando te vas haciendo mayor sí te das cuenta que puede cambiar tu vida por completo», cuenta Quiroga.

Y es que la médico quiere concienciar sobre el concepto de infertilidad. «Es una enfermedad, no un inconveniente. Las mujeres aquejadas por esta enfermedad y que quieren ser madres y les gustaría ser madres, ahora tienen esa posibilidad», amplía la cirujana gallega, quien explica que el objetivo último de estos trasplantes de útero es, precisamente, la maternidad. «Grace Davidson quiere volver a ser madre, y seguramente después de eso se le realizará una histerectomía; se le retirará el útero para reducir cualquier problema, infecciones, etc. Al final no dejamos de hablar de un trasplante, tiene que medicarse y son tratamientos intensos. El objetivo del útero es reproductor», precisa la cirujana de Vigo.

Isabel Quiroga recuerda que el trasplante de Grace, cuya hermana Amy —de ahí el primer nombre de la bebé— le donó su útero, fue una intervención «larga y complicada», pero salió «fenomenal» y se logró «al primer intento» la transferencia de embriones. «Fue un embarazo por fecundación in vitro y tuvo un seguimiento muy estricto. Pero a parte de eso, fue un embarazo muy sencillo a pesar del alto riesgo que corría. La niña nació por cesárea y está perfecta», relata Isabel Quiroga.

La jefa del equipo de extracción de órganos de Oxford cuenta que actualmente ya han realizado otros tres trasplantes de útero de pacientes fallecidos, mientras que el de Grace Davidson es el primero que se realizaba de una paciente viva. «Para mí este día ha dado esperanza a muchas mujeres con infertilidad por causas uterinas, que son e n torno al 10%. Ya cuando anunciamos el trasplante, recibimos muchas peticiones tanto de mujeres con infertilidad como de mujeres que querían donar. Estamos abrumados», concluye la médico gallega Isabel Quiroga.

Repercusión mundial al trabajo de Isabel Quiroga

La bebé Amy Isabel y sus padres, Grace y Angus, son los protagonistas de esta historia, pero nada hubiera sido posible sin el trabajo de la cirujana gallega Isabel Quiroga. Medios de todo el mundo, en particular de Reino Unido por ser allí donde se fraguó el primer caso de nacimiento de un bebé cuya mamá recibió un trasplante de útero de paciente viva. The Guardian, BBC, Sky News, The Independt... fueron solo alguno de los que se hicieron eso del trabajo de Quiroga, mano a mano también con el doctor Richard Smith, cirujano ginecólogo consultor del Imperial College Healthcare NHS Trust que lleva 25 trabajando en la investigación sobre la infertilidad. Ambos estuvieron durante el nacimiento de la bebé, un hito médico que marca un antes y un después para muchas madres y familias.

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