Sanidade reactiva la ley que prohibirá a los menores las bebidas energéticas

La Xunta reactiva la tramitación de la ley que prohibirá a los menores de edad comprar y consumir bebidas energéticas, así como cigarrillos electrónicos, por los dañinos efectos que tienen esos productos sobre su salud. Galicia se convirtió en la pionera en anunciar una legislación de este tipo en 2023, pero las elecciones autonómicas de febrero del año pasado frenaron el texto, que luego encalló en la elaboración de varios informes internos por parte del Ejecutivo.

La Consellería de Sanidade ha desbloqueado ya esos procesos y retoma los pasos necesarios para sacar adelante una norma de la que ya existe un anteproyecto de ley. Este fue remitido esta semana al Consello Económico y Social (CES) para que elabore el informe preceptivo, paso previo a la aprobación del texto por parte del Consello de la Xunta y su remisión al Parlamento, según confirman a a este diario fuentes del Ejecutivo.

El plazo habitual del CES para emitir su informe es de un mes, por lo que el anteproyecto podría ser remitido al Parlamento antes de julio y entrar en vigor ya en 2025, casi dos años después de que la Xunta elaborase el primer borrador.

Galicia equiparará así el trato de las bebidas energéticas como Red Bull o Monster y de los vapeadores con y sin nicotina con el del alcohol, vetando todas esas sustancias a los adolescentes.

La protección de la salud de los menores es el argumento utilizado por la Consellería de Sanidade para aplicar esta restricción, pues una bebida energética estándar equivale a la ingesta de tres cafés de golpe en cuanto a su contenido de cafeína, a lo que se añade una elevada cantidad de azúcar y productos como la taurina. El abuso de su consumo puede afectar al sistema cardiovascular y cerebral de los adolescentes y la ingesta de manera diaria, causar «alteraciones del sueño, nerviosismo, irritabilidad y ansiedad». De hecho, en la sanidad pública gallega ya se han detectado casos de menores con problemas de sueño.

Alrededor del 40% de gallegos de 14 a 17 años consume estos productos, diez puntos más que en 2018. Además, el 22% de estudiantes mezcla esas bebidas con alcohol, lo que favorece las intoxicaciones etílicas, pues la cafeína enmascara y retrasa el efecto depresor del alcohol, incitando a aumentar el consumo antes de sufrir las consecuencias de golpe.

El anteproyecto original de la Xunta establece multas de 601 a 3.005 euros a los menores de edad que consuman estas bebidas energéticas, así como de al menos 3.005 a quienes les vendan estos productores o vapeadores (cigarrillos electrónicos). En este último caso, el veto se extiende a los que no contienen nicotina porque Sanidade considera que inducen al consumo final de tabaco.

Además, El Gobierno gallego obligará a las grandes superficies y establecimientos comerciales, sector con el que ha mantenido varias reuniones, a habilitar espacios para la localización de estas bebidas diferenciados de los de refrescos y preparados isotónicos.

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