La batalla por la sucesión del pontífice entra en su etapa dura

Los cardenales se reúnen hoy en un encuentro previo al cónclave que elegirá al nuevo papa | Muchos de fuera de Europa no se conocen y se verán por primera vez

Cardenales, ayer por la tarde, ante la tumba del papa Francisco.

Cardenales, ayer por la tarde, ante la tumba del papa Francisco. / Andrew Medichini/Efe

irene savio/agencias

Ciudad del Vaticano

El clero en Roma ya está en estado de tensión. No tanto por lo que cuenta la película Cónclave, a la que tanta publicidad se le da en estos días, sino porque la sucesión de Francisco se presta a entrar en su fase más dura. En verdad, los cardenales ya han empezado a decidir quién será el futuro papa. Enterrado Francisco, el proceso electoral ahora «se intensificará», como ha concluido el periódico italiano Domani.

El purpurado alemán Reinhard Marx, del ala progresista, exmiembro del C9 (el grupo de los cardenales que había elegido Francisco para aconsejarle en las tareas más delicadas), aun con el lenguaje aterciopelado de la Iglesia, no lo ha escondido en sus últimas declaraciones. «La discusión acaba de empezar», ha dicho Marx, considerado un kingmaker. «El cónclave durará pocos días», ha vaticinado Marx.

El prelado se ha referido así a las congregaciones generales, las reuniones precónclave en las que tienen derecho a participar 252 cardenales, eso es, todos los príncipes de la Iglesia, tanto los que elegirán al futuro papa en el cónclave, como los que no (por límite de edad). Algo que apenas se ve en la película de Edward Berger. Tal vez también porque estas reuniones son casi tan secretas como el cónclave, con el mismo obstáculo de que nadie está allí dentro para asistir y contarlo, salvo los propios purpurados.

Reflejo de ello ha sido toda la semana pasada el estoico comportamiento del portavoz vaticano, Matteo Bruni, el ejecutivo al que en estos días le toca esquivar —lo más astutamente posible— las preguntas-bala de los periodistas. «Los cardenales han discutido de cuestiones de mundo y de la Iglesia», explicó Bruni. «¿Pero de qué hablaron en concreto? ¿Nos lo puede contar al menos a grandes rasgos?», se le preguntó una y otra vez. «Es todo lo que puedo decir», replicó él.

El motivo está también en las leyes vaticanas, que prevén que en este momento transitorio de Sede Vacante los cardenales mantengan cierta discreción.

En este clima de habitual secretismo eclesial e información a cuentagotas sobre los asuntos más espinosos, la primera congregación se celebró el martes 22 —un día después de la muerte de Francisco— y la siguiente se llevará a cabo hoy, a partir de las nueve de la mañana.

«Los cardenales electores empiezan a conocerse, se hablan y se estudian», como resumió el vaticanista Gian Luigi Vecchi. Es decir, traducido en lenguaje pagano, comienzan a hablar de quién será el futuro jefe de la Iglesia católica.

La circunstancia, en esta sucesión, tiene un matiz añadido. Eso es que, durante su papado, Francisco nombró una gran cantidad de cardenales de países alejados de Europa, el continente en el que se ubica El Vaticano, lo que hace que muchos llegarán a Roma conociéndose poco o nada, e incluso es posible que en las congregaciones generales se vean por primera vez. Lo que también explica por qué los vaticanistas consideran como favorito al cardenal secretario de Estado, el italiano Pietro Parolin, el primer alto cargo vaticano que estos prelados han estado encontrando en los pasados años al llegar a Roma.

Los doce ‘papables’ de las quinielas

Tras el pontificado de Francisco, surge una Iglesia católica con una marcada división entre progresistas y conservadores, corrientes a las que pertenecen los nombres de «papables» que circulan desde hace tiempo como posibles sucesores del pontífice argentino, aunque todo indica que la opción será buscar a un moderado. Esta es la lista de los 12 «papables» que más suenan: Pietro Parolin. El más nombrado en las quinielas vaticanas es sin duda el actual secretario de Estado. Es un hombre de consenso y difícilmente encasillable entre progresistas y conservadores, lo que podría ser una baza importante. Conocido por todos los cardenales, gran diplomático que ha acercado estos años la Santa Sede a China y un buen conocedor de todo Oriente y de Latinoamérica. Matteo Maria Zuppi. La gran opción para los progresistas italianos es el actual presidente de la Conferencia Episcopal italiana, el perfil más cercano a Jorge Bergoglio por su atención a los más desfavorecidos. Luis Antonio Tagle. El perfil del cardenal filipino engloba algunas de las características que a los cardenales podrían convencer en la Síxtina. Hombre de la Curia pero que representa el continente asiático, que es la esperanza para la Iglesia católica. Aunque considerado progresista, es contrario al aborto y la eutanasia. Jean-Marc Aveline. El arzobispo de Marsella recuerda al primer Bergoglio, afable y culto, dedicado a las cuestiones de las periferias, al diálogo interreligioso y las migraciones. Pierbattista Pizzaballa. Aunque italiano, el patriarca latino de Jerusalén es una baza para un papa con una visión internacional. Defiende a los palestinos de Gaza, pero tiene buena relación con las autoridades israelíes. Péter Erdö. El arzobispo de Budapest es una de las más importantes opciones del ala conservadora y europea. Considerado un gran intelectual es, firmemente provida, se opone al celibato opcional para los sacerdotes y está en contra de la aceptación de las uniones homosexuales. Su buena relación con el Gobierno de Viktor Orban podría ser un punto negativo. Anders Arborelius. El obispo de Estocolmo es un convertido al catolicismo en un país escandinavo con una población abrumadoramente protestante y una de las sociedades más secularizadas del mundo. Es contrario a la posibilidad de permitir que las mujeres sean diáconos o de bendecir a parejas del mismo sexo. Aunque igual que Francisco, es partidario de acoger a los inmigrantes en Europa. Mario Grech. El obispo maltés es el secretario general del Sínodo de los Obispos, por lo que en estos últimos 3 años cuando se ha celebrado el Sínodo de la Sinodalidad ha podido conocer a todos los cardenales y representantes de la iglesia católica llegados a Roma para esta asamblea. Tuvo que lograr un delicado equilibrio entre las peticiones de crear Iglesia abierta y atenta y al mismo tiempo reconociendo las preocupaciones conservadoras. Malcolm Ranjith. El arzobispo metropolitano de Colombo (Sri Lanka), aunque ha demostrado cercanía con Francisco y ferviente preocupación por los pobres, es un cardenal con raíces en el pontificado de Benedicto XVI y no ha desdeñado alentar la celebración de la Misa tradicional en latín. Podría ser la baza del Sur del mundo. Habla diez idiomas con fluidez. Fridolin Ambongo Besungu. Aunque es muy difícil que el próximo papa sea africano, el arzobispo de Kinshasa, Fridolin Ambongo Besungu, de 65 años, es la opción más probable. Nacido en el Congo y arzobispo de Kinshasa, es el único cardenal africano en el consejo de Cardenales, el comité de asesores, que creó Francisco. Rechaza que los sacerdotes puedan bendecir uniones homosexuales. Robert Francis Prevost. El actual prefecto del dicasterio para los obispos, el estadounidense Robert Francis Prevost, de 69 años, puede ser una baza tanto para aquellos que quieren un hombre de Curia pero también del continente americano. Timothy Dolan. El arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, de raíces irlandesas-estadounidenses, es un conservador teológico, firmemente opuesto al aborto y una baza para los conservadores aunque en los últimos meses se ha opuesto con fuerza a las políticas contra los migrantes de Donald Trump.

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