Las personas que necesitan perros de asistencia podrán acceder con ellos a espacios de uso público en toda España

Las personas que necesitan perros de asistencia podrán acceder con ellos a espacios de uso público en todo el país, tras el Real Decreto elaborado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 y aprobado este martes en el Consejo de Ministros. Una normativa para regular la actividad y el bienestar de los perros de asistencia que dan servicio a personas con discapacidad, con trastorno del espectro autista, con patologías que lleven consigo crisis recurrentes con desconexión sensorial y también a mujeres de víctimas de violencia de género y sexual.

Derechos Sociales explica que se trata de un nuevo Real Decreto que complementa la legislación que dispone cada comunidad autónoma en torno a este tipo de animales y, a nivel estatal, sustituye a una norma de 1983, todavía en vigor. Una de las principales novedades de este cambio legislativo es que las personas que necesitan estos perros de asistencia tendrán garantizados sus derechos y los de sus animales para toda España. Se amplía así el reconocimiento normativo del que disponen actualmente y que se limita a la comunidad donde se les concedió el distintivo para este servicio.

Privados de uso público

El Ministerio que dirige Pablo Bustinduy asegura que, mediante la normativa, todas las personas que tienen un perro de asistencia podrán acceder con estos animales a lugares públicos y privados de uso público -centros educativos, culturales, deportivos o sanitarios, excepto en quirófanos y otras áreas en las que deban garantizarse unas condiciones higiénicas especiales- en cualquier lugar de España, independientemente de la comunidad autónoma en la que estén, asegurando así que no sean discriminados.

Se permitirá el acceso a playas, a áreas recreativas, a recintos de piscinas y a parques acuáticos, siempre que el animal no acceda al agua

También podrán hacerlo a establecimientos comerciales al por menor, supermercados, mercados o comercios de alimentación, así como alojamientos turísticos, establecimientos de hostelería y restauración, museos y teatros. Además, se permitirá el acceso a playas, a áreas recreativas, a recintos de piscinas y a parques acuáticos, siempre que el animal no acceda al agua.

Combatir la soledad

En su comparecencia en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, el ministro de Derechos Sociales ha subrayado que esta norma tendrá un impacto fundamental en los derechos de estas personas, ya que estos perros de asistencia constituyen un elemento que contribuye a favorecer su autonomía, "al tiempo que combate la soledad a la que en muchas ocasiones se enfrentan".

Regula que la formación que estos animales deben recibir para el desempeño de sus funciones sea ofrecida por personas acreditadas

Asimismo, el ministro ha resaltado que este Real Decreto tendrá impacto positivo en las mujeres víctimas de violencia de género y sexual, porque garantiza que puedan acceder, junto con su perro de asistencia, a albergues, centros asistenciales, o establecimientos de naturaleza similar.

Por otra parte, regula que la formación que estos animales deben recibir sea ofrecida por personas acreditadas de forma oficial en la educación, la socialización y el adiestramiento de perros de asistencia, pertenezcan a entidades o sean profesionales autónomos especializados.

Derecho al descanso

La normativa incluye, también, medidas específicas para mejorar el bienestar de los perros de asistencia, estableciendo obligaciones de cuidado para sus dueños y para los profesionales encargados de su adiestramiento. Otra novedad es que garantiza el derecho de estos perros al descanso, ya que se ha fijado que podrán dejar de prestar servicio cuando cumplan 10 años, manteniéndoles, además su derecho a seguir accediendo a los espacios de uso público una vez pasado su tiempo en activo.

Finalmente, en materia de discapacidad, desarrolla los derechos reconocidos en la Constitución tras la reciente reforma del Artículo 49, fomentando la plena inclusión e igualdad de oportunidades. Se persigue, concluye Derechos Sociales, el objetivo de ofrecer una vida más independiente para las personas ciegas.

La norma se refiere, además, a las personas con discapacidad auditiva o con sordoceguera que requieren de perros adiestrados para avisar de la emisión de sonidos y su procedencia; con trastornos del espectro autista que deben ser asistidas para promover su autonomía personal o con patologías que lleven consigo crisis recurrentes con desconexión sensorial.