Galicia suma 37.000 renuncias expresas a vacunarse de la gripe

Unos 33.000 mayores de 60 años dijeron ‘no’ a ponerse la inyección pese a habérsela ofertado en el punto de vacunación

C. Villar

A Coruña

Hasta hace apenas unos días, en la semana que culminó el 20 de mayo, fecha del informe más reciente publicado por la Consellería de Sanidade sobre la evolución de la gripe en la comunidad durante la temporada actual, todavía precisaron ser ingresadas 26 personas con gripe confirmada y la semana anterior habían sido 35. El balance actual eleva a un total de 3.636 los ciudadanos con gripe que requirieron hospitalización. Pero en muchos casos las complicaciones no solo exigen ingresar, sino que conllevan el fallecimiento. Según los datos recopilados por el Instituto Nacional de Estadística, en 2023 fallecieron 92 personas por gripe y, solo en el primer semestre de 2024, con datos que aún revisten carácter provisional, se registraron otras 136 bajas, el doble de calcular una media mensual.

Aunque desde el Ejecutivo gallego sacaron pecho en lo tocante a las cifras de inmunizados en la campaña invernal de vacunación, asegurando que las coberturas alcanzadas «implican un impacto positivo en el conjunto de la salud» ciudadana, dado que la «protección frente a una enfermedad tan prevalente como la gripe permite reducir el número de complicaciones, de ingresos y de muertes asociadas a este virus», no todos los gallegos acuden a vacunarse.

De hecho, además de quienes hacen caso omiso de la campaña, hay un grupo que rechaza expresamente recibir la inyección cuando esta le es ofertada en el punto de vacunación por reunir alguna de las características que la Xunta considera que los convierten en grupo de riesgo de sufrir complicaciones por la enfermedad. La Consellería de Sanidade registra estas negativas específicas como «renuncias» en sus estadísticas y este año informa en la memoria final de la campaña de más de 37.000.

El grueso de los rechazos al pinchazo contra la dolencia de los que da cuenta en su informe lo protagonizan los gallegos que ya han soplado, como poco, 60 velas, uno de los grupos a los que la Administración recomienda inmunizarse. En este colectivo han quedado registrados 33.402 noes en las historias clínicas electrónicas de los pacientes porque Sanidade pide a sus sanitarios que hagan constar la renuncia.

La cifra es casi un 28% inferior a la que incluía el informe relativo a la campaña de inmunización 2023-2024. Entonces habían dejado explícita su reticencia a vacunarse más de 46.100 gallegos en esas edades. El histórico de balances de la Xunta permite retrotraerse en este indicador hasta 2016, aunque en ejercicios anteriores se analizaban los rechazos en el grupo de 65 o más años. Si se obvia ese matiz, las negativas expresas recibidas por el Sergas entre octubre del año pasado y finales de enero de este año, mientras se prolongó la inmunización, la convertirían en la tercera con más renuncias entre mayores en los últimos nueve años. En 2020, el año de irrupción del covid, ocurría lo contrario: el temor a la enfermedad y el hecho de disponer de una vacuna redujeron las negativas a menos de 20.000.

En el balance de este año, el Ejecutivo gallego incorpora un comentario sobre las renuncias en niños. Aunque la cobertura mejoró en diez puntos la de 2023, lo que la Xunta atribuyó a la citación y notificación intensiva vía SMS y a que se evitase el pinchazo, un tercio de menores de la población diana no fueron inmunizados. Entre ellos se incluye el 5,15% de niños de esas edades en los que la renuncia fue expresa: 3.629.

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