Los cuerpos calcinados de Campo Lameiro son los de la pareja de Moraña

«Siguen abiertas todas las hipótesis», aunque la principal es la violencia machista

Ana López

Pontevedra

La Subdelegación del Gobierno en Pontevedra confirmó ayer que los dos cuerpos calcinados hallados en un coche el pasado 31 de mayo corresponden a la pareja desaparecida en Moraña formada por «un hombre, J.R.G.S., de 50 años, y una mujer, M.S.C.P., de 49 años», que mantenían una relación sentimental.

Según el servicio de Criminalística de la Guardia Civil, se ha comprobado a través de las pruebas de ADN que se trata de estas dos personas, él natural de Moraña y ella de Caldas, aunque vivían en el primero de los municipios. De este modo se confirma oficialmente una sospecha que ya se daba por cierta entre las familias de ambos y vecinos, ya que se encontraban en paradero desconocido desde el día de los hechos.

Hay que recordar que ambos cuerpos aparecieron en un paraje de monte apartado en Campo Lameiro, ella en el interior del vehículo totalmente calcinada y él a pocos metros, menos afectado por el fuego. Los encontraron dos vecinos que salieron a pasear con el perro.

Aunque desde la Subdelegación se insiste en que «la investigación continúa y siguen abiertas todas las hipótesis», las dos que cobraron más fuerza desde el inicio fueron la del ajuste de cuentas y la de un nuevo caso de violencia de género, especialmente esta última. El hombre ya había sido condenado con anterioridad por este motivo.

José Ramón García acumulaba un largo historial de violencia machista, tanto con la ahora fallecida como también con su anterior esposa, una relación que finalizó en 2016 después de más de una década en la que la mujer vivió años de «temor» y constantes agresiones. Así se pone de manifiesto en una de las sentencias condenatorias, pero que nunca llegó a ingresar en prisión.

Pese a que desde la Subdelegación se insiste en la prudencia y no se descartan más hipótesis, lo cierto es que la principal línea de investigación es que se trataría de un crimen machista, ya que la víctima, madre de 5 hijos con una relación anterior, figuraba en el sistema VioGén con riesgo alto, pese a que habían retomado la convivencia.

La sospecha es que él mató a la mujer, ya que su cuerpo estaba en el interior del coche, y que acabó con su vida prendiéndose fuego.

A Marisol, según consideró probado la Audiencia de Pontevedra el pasado mes de marzo, la agredió en noviembre de 2021 en una estación de lavado de coches de Cuntis por lo que fue condenado a 23 meses de prisión y se le impuso una orden de alejamiento de dos años. Sin embargo, él no entró en prisión por estos hechos, a pesar de que ya tenía una condena previa por maltratar a su pareja anterior, por la que le castigaron inicialmente a más de cinco años de cárcel, reducidos posteriormente a 21 meses tras recurrir la sentencia inicial. Aquello fue en 2019, cuando le condenaron por agredir a su pareja de ese momento que, según la sentencia, estuvo diez años sometida a constantes golpes, insultos y amenazas, y hasta llegó a agredirla cuando estaba embarazada. Estas conductas tenían lugar, en muchas ocasiones, delante del hijo en común de ambos, que en el momento en el que su madre denunció el maltrato tenía apenas seis años.

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