«Al empezar las prácticas me enamoré del centro de salud»

Claudia Pérez, avilesina de 27 años, y Luis Domingo, logroñés de 25, son dos de los 39 MIR que, esta semana, han comenzado su residencia de Medicina de Familia en A Coruña. «Muy ilusionados» ante esta nueva etapa que acaban de iniciar, destacan de su especialidad, sobre todo, «la cercanía con el paciente»

Luis Domingo, en el centro de salud de O Castrillón, y Laura Pérez, en el centro de salud de la Casa del Mar.

Luis Domingo, en el centro de salud de O Castrillón, y Laura Pérez, en el centro de salud de la Casa del Mar. / Germán Barreiros / Roller Agencia | Casteleiro / Roller Agencia

A Coruña

«Una vez que empecé a hacer prácticas, me enamoré del centro de salud. Al principio, estaba entre Psiquiatría y Medicina de Familia pero, circunstancias de la vida, mi padre enfermó durante la preparación del MIR, y fue entonces cuando me enamoré de cómo ejercía mi médica de familia. Era el reflejo de lo que yo quiero ser en el futuro. Medicina de Familia siempre me gustó mucho, me encanta la cercanía que tienes con el paciente, esa manera de implicarte y, cuando pasó lo que pasó, sobre junio o julio, ya tenía decidido que quería hacer esta especialidad. Clarísimo». Claudia Pérez Muñiz, avilesina de 27 años, es una de los 39 graduados en Medicina que, esta semana, se han incorporado como nuevos MIR de Familia en el área sanitaria de A Coruña y Cee. En su caso, en el centro de salud Casa del Mar. Un momento que aguardaba con «muchas ganas e ilusión».

«Tuve una guardia el domingo, en Oleiros, entonces, me incorporé el martes a Casa del Mar, y estoy encantada», expone Claudia, graduada en Medicina por la Universidad de Oviedo, antes de explicar que recaló en A Coruña porque quería «irse de Asturias», le «apetecía un cambio» pero «quería algo cerca» por «el tema de la familia». «Valoré varias opciones, pero me vine con una amiga a conocer A Coruña y dije: ‘Ya está. Si podemos, aquí’. El estilo de vida me gusta; es más grande que Avilés, pero tampoco es enorme; se come muy bien; es una ciudad que puedes caminar...», subraya esta joven, quien reconoce que, a la hora de elegir centro de salud, fue «un pálpito» lo que le llevó al de Casa del Mar. «Fui a ver varios centros de salud, y la verdad es que muy bien en todos, la gente increíble. Pero yo funciono mucho por pálpitos. Con A Coruña sentí un pálpito, con el piso en el que estoy también, y lo mismo me sucedió con el centro de salud. Entré en Casa del Mar, vi el ambiente y dije: ‘Es para mí’. Y así fue», destaca, antes de describir sus primeras sensaciones en estos primeros días de residencia. «Todo muy bien. Me están ayudando mucho, me dejan colaborar, hacer cosas, ser partícipe de todo, me explican todo... Soy una más, y tengo libertad, algo que me gusta. Llevo unos pocos días, pero estoy encantada. Ya he tenido sesiones clínicas, me han ido explicando lo que tengo que hacer, me han facilitado para ir a congresos, he estado con gente de farmacéutica... Un poco de todo. Estoy muy contenta».

A Coruña fue la primera área en cubrir las plazas MIR de Familia, sin vacantes en toda Galicia

«Encantado» se muestra, también, Luis Domingo Martínez-Cabezas, logroñés de 25 años, cuyo flechazo con la Medicina de Familia comenzó a gestarse, «sobre todo, en 6º de carrera», al cursar «la asignatura específica de esta especialidad». «Me apasionó. Además, yo estudié Medicina en Pamplona, y el profesor que tuvimos fue un gran docente. Nos supo transmitir, perfectamente, lo que es la Medicina de Familia, y a mí me encantó», subraya Luis, quien ya afrontó la preparación y el examen MIR con la «idea clara» de intentar hacer Medicina de Familia. «Decidí venirme a A Coruña porque Galicia me gusta mucho, ya había estado varias veces, el Camino de Santiago lo había realizado en varias ocasiones, y siempre me encontré muy a gusto. Además, me apetecía vivir junto a la costa, así que, cuando surgió la oportunidad de venirme para A Coruña, me dije: ‘Venga, a la aventura’», indica este joven logroñés, quien realiza su residencia en el centro de salud O Castrillón.

«Buscaba un centro de barrio. Además, yo vivo, precisamente, por la zona, y me gustaba la idea no solo de estar en un centro de salud de barrio, sino estar en el centro de salud de mi barrio. Me apetecía mucho, la verdad», recalca Luis, antes de detallar cuáles han sido sus primeras impresiones, durante estos primeros días de residencia. «Me han dado una gran acogida, estoy súper a gusto. Todo el personal de O Castrillón es muy majo, me están tratando muy bien, y también me están enseñando bastante. Poco a poco, iré ganando responsabilidad, que tengo muchas ganas de eso también. Y, de cara al paciente, lo bueno es que, al ser la Medicina de Familia una especialidad tan centrada en el paciente, y al estar en un centro de salud de barrio, el trato es como muy personal, y esto es algo que me gusta mucho. Por ahora, no conozco a los pacientes, pero la doctora con la que he estado estos días, cuando los ve en la sala de espera, ya sabe quién es cada uno ellos, ya sabe por qué viene, seguramente... Ese trato de conocimiento médico-paciente me ha llamado la atención, y me ha gustado mucho», resalta.

Luis reivindica la Medicina de Familia como «la primera trinchera» de la sanidad. «Desde mi punto de vista de novato, lo que veo es que es primera línea con el paciente. Todos vienen al centro de salud con sus dudas, lo cual implica, un poco, el ‘tengo que saber de todo’, pero tampoco te puedes especializar en todo, porque nadie sabe el cien por cien de la Medicina. Nuestro papel principal es el de conseguir hacer un buen filtro. Parte de ese nivel de descongestión que necesita la sanidad pública, en este caso, es que la Medicina de Familia haga un buen trabajo. Por eso, me alegra que haya tantos profesionales dispuestos a formarnos, y tan competentes», señala Luis, quien celebra, también, «que se cubran las plazas».

«En nuestra área siempre cubrimos todas las plazas MIR de Medicina de Familia. Ya lo hicimos el año pasado, cuando fuimos los únicos de Galicia, de entrada. Este año, también, afortunadamente, fuimos los primeros en cubrir todas esas plazas», reivindica Nieves Domínguez González, médica de familia y presidenta de la Comisión de Docencia de la Unidad multidisciplinar de Medicina de Familia y Comunitaria del área sanitaria. «Cierto es que, en esta ocasión, comenzó a cogerse Medicina de Familia un poquito más tarde, con el número 3.000, pero el último que ha escogido esta especialidad tiene un 9.000 y muy poquito. Es decir, se cogieron las plazas con números buenos», refiere la doctora Domínguez, quien insiste en que «es bueno que la gente escoja Medicina de Familia porque quiere hacer esa especialidad». «Tiene una parte muy vocacional, no voy a decir más que otras especialidades, pero sí es verdad que, a los que nos gusta la Medicina de Familia, nos gusta mucho, y es bueno que quienes inicien este camino sean profesionales a los que les apetezca de verdad, y no que se metan en esto porque no tienen otra posibilidad», considera, antes de trasladar una reflexión: «Este año, se cubrieron todas las plazas MIR de Familia en Galicia, pero no tengo claro que sea bueno que no haya nota de corte. El sistema MIR tiene que ser una prueba de conocimientos donde entren los mejores, es decir, los que se hayan esforzado. No que la nota solo sirva para distribuir plazas. Creo que eso va en contra de la propia filosofía MIR: ‘Esfuérzate para entrar, y luego aprende trabajando, pero con una base muy sólida’. Y, si no ponemos una nota de corte, corremos el riesgo de que esa base sólida no la tengamos».

A los nuevos residentes, les aconseja «que aprendan constantemente». «Se aprende de todo el mundo, y hay que aprovechar cada minuto, porque son cuatro años de especialidad, pero se pasan volando. Que pregunten todas las dudas, que no se queden con algo que les inquieta, sino que lo comenten siempre. También les recomendaría que estudien. En Medicina hay que hacerlo, siempre, pero en estos cuatro años de formación MIR, todavía más. Les diría, también, que no olviden nunca la empatía con el paciente. Y que disfruten, porque es una etapa preciosa de la vida», subraya, antes de recordar que, «este año», se ha «iniciado programa de la especialidad nuevo», con «menos rotaciones hospitalarias» de MIR de Familia, que «van a estar más tiempo en los centros de salud». «Nuestros especialistas pasan todos por el hospital, y sería bueno que los profesionales del resto de especialidades que se están formando en el hospital hiciesen alguna rotación por nuestros centros de salud para ver qué pasa de este lado. Sería enriquecedor para todos», concluye.

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