El cocinero de Brieva niega haber tenido relaciones sexuales con Quezada

Está acusado junto a otro funcionario de la prisión de un trato de favor a la asesina del niño Gabriel

Ana Julia Quezada.

Ana Julia Quezada.

Efe

Ávila

El trabajador laboral que ejercía como cocinero hasta su jubilación en el centro penitenciario de Brieva, en Ávila, supuestamente implicado junto a otro funcionario de la prisión en un presunto trato de favor a Ana Julia Quezada, negó ayer «rotundamente» haber mantenido relaciones sexuales con la asesina del niño Gabriel. Lo hizo ante el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de la capital abulense, donde ayer también prestaron declaración la novia de Quezada y un trabajador social de la cárcel abulense de mujeres.

Ana Julia Quezada fue condenada a prisión permanente revisable por el asesinato en febrero del 2018 en Almería del niño Gabriel Cruz, de 8 años.

Verónica Guerrero, abogada de Patricia Ramírez, madre de Gabriel, explicó a los medios que el cocinero de la prisión «negó rotundamente haber mantenido relaciones sexuales» con Ana Julia Quezada, al igual que hizo hace más de un mes en esta misma instancia el funcionario investigado en esta causa.

«No entiende por qué está aquí», apuntó Guerrero sobre la declaración del cocinero, que reconoció que la asesina de Gabriel estuvo trabajando con él en la cocina pero que «nunca ha llegado a tener con ella una relación sexual, ni de confianza».

La abogada de Patricia Ramírez insistió en que en su declaraciones, el cocinero «ha negado absolutamente todo», incluida la supuesta trama de los móviles que pudieran haber sido entregados a Quezada desde el exterior del centro penitenciario.

«Niega todo lo que tiene que ver con estos hechos y dice estar muy sorprendido», relató Verónica Guerrero, quien lamentó que los dos investigados «no hayan dado mucha información sobre los hechos» que, además, han negado en sus declaraciones.

La abogada de la madre de Gabriel dijo tener «claro» que va a seguir «pidiendo pruebas» para intentar «esclarecer lo sucedido», después de que trascendiera que dos trabajadores de Brieva estaban siendo investigados como supuestos responsables de un delito de cohecho, al haber proporcionado presuntamente un «trato de favor» a Ana Julia Quezada, la asesina del niño Gabriel, «a cambio de recibir favores sexuales» por parte de la condenada.

Verónica Guerrero no pudo ofrecer datos de la declaración de la pareja de Quezada porque, a petición de ella, el juez pidió a las partes que mantengan «reservada» su declaración.

Respecto al destino del móvil o móviles que pudieran haber entrado en prisión, la abogada señaló que «eso no se sabe», pese a que en cada una de las testificales lo han preguntado, en el marco de un proceso que considera que «acaba de empezar».

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