Canciones ¿de amor?

La sexóloga Emma Placer analiza en una charla musical cómo tratan las relaciones afectivas las baladas | El objetivo es evitar la dependencia emocional y la violencia de género

ágatha de santos

A Coruña

El amor es uno de los temas por excelencia de las canciones. Pero ¿qué imagen de relación afectiva transmiten?, ¿hablan de una relación sana o de un relación tóxica centrada en el dominio y el poder?, ¿cómo influyen los temas musicales en la forma que tenemos de construir las relaciones de pareja? ¿y en la violencia de género? De todo esto hablará —y cantará— la psicóloga y sexóloga —y cantante— Emma Placer en Lo que suena bien, no siempre es amor el próximo jueves, 3 de julio (20.30 horas), dentro del programa del SilFest de O Barco de Valdeorras. De carácter gratuito hasta completar aforo, se trata de una charla escénica que conecta música, relaciones afectivas y herramientas para prevenir la dependencia emocional y la violencia de género.

Las canciones están plagadas de clichés que perpetúan los mitos del amor romántico, como que los celos son una manifestación del amor, el amor es eterno o el amor implica sufrimiento y sacrificio, ideas que alimentan la dependencia emocional, y legitiman la posesividad y la exclusividad, lo que puede contribuir a la violencia de género. Sin ti no soy nada, de Amaral, y No puedo vivir sin ti, de Los Ronaldos, son dos temas que Placer incluye como ejemplos en esta charla musical.

La sexóloga apunta algunas palabras y expresiones claves para detectar el amor romántico tóxico: «Para siempre», «nunca», «siempre», «topo», «nada», «Eres mi vida», «Eres mi todo», «Te necesito», «Sin ti no soy nada», «Moriría sin ti», «No me dejes», «No sé estar solo/a», «Sin ti me muero», «Contigo hasta el fin», «No imagino mi vida sin ti», «Tú me completas», «Vivo por ti», «Soy tuya», «Eres mío» —y viceversa—, «No puedo respirar sin ti», «Sin ti me falta el aire», «Te pienso y siento todo el tiempo».

Placer explica que el amor y la pareja son un fenómeno bio-psico-social.«No se puede separar la forma de vivirlo con las vivencias, y las canciones que hemos escuchado forman parte de nuestras creencias. Si yo creo desde pequeña que ‘el amor lo puede todo’ y luego al enfrentarme a mi primera relación veo que no es así, en vez de desmontar el chiringuito tenderé a culparme, tener miedo a perder a esa persona, etcétera. Entonces, aparece y se hace fuerte la dependencia emocional. Y si ya me baso en que ‘sin ti me muero’ o ‘sin ti no soy nada’, entonces no voy a poner límites y en última instancia permitiré el maltrato de todo tipo, porque ‘no puedo vivir sin ti’», explica.

Muchas otras canciones hipersexualizan y cosifican a las mujeres, e inciden en ideas relacionadas con la posesión y el control por parte de los hombres. En este sentido, cabe destacar que un estudio reciente de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona, que empleó herramientas de análisis de contenido basadas en técnicas de IA, examinó las letras de más de 2.000 canciones editadas entre 1960 y 2022 y determinó que un 51% contienen expresiones machistas.

Según la sexóloga, el 90% de los temas del top ten de la plataforma de streaming Billboard tratan sobre sexo. Esta saturación llega a acostumbrar al oyente de al manera que no repare en ello. «La psicología nos habla de la habituación: si nos exponemos mucho a un estímulo lo normalizamos y deja de sorprendernos o darnos miedo. Esto hace que tengamos actitudes más permisivas hacia el sexo, normalizamos la falta de protección por ejemplo», explica.

El mensaje de las canciones va calando en el subconsciente aunque no se atienda a la letra. «Aunque no prestemos atención plena, la dependencia emocional se va colando. Cuestiones como la nostalgia, la sorpresa o el bienestar se alinean con la regulación emocional de la persona», explica.

Aunque en su opinión, el contenido de las canciones hoy es menos machista que hace algunos años, reconoce que ciertos estilos urbanos se focalizan mucho en seguir sexualizando a la mujer. «El tema Hasta que digas sí de Los Ronaldos es casi un canto a la cultura de la violación. Ahora sería casi imposible poder publicar esa canción. Vamos avanzado», reflexiona.

Perspectiva feminista

Placer dedica la segunda parte de su charla, titulada «Se acabó» e inspirada en la cantante María Jiménez, a canciones que apelan a la libertad y al feminismo. «Hay muchas artistas como Rosalía, Rocío Jurado, Rozalén y Bebe, entre otras, que exponen otro tipo de letras y contenidos más esperanzadores para nosotras», añade.

Aunque la conferencia del jueves está dirigida al público en general, la idea original empezó hace años junto con su colega, la doctora Paula Guerrero. «Le parecía una carencia divulgativa en la mayoría de los congresos médicos a los que asistíamos, y ahí nació el germen al que llamamos ‘El amor y otros monstruos’, donde además de cantar y señalar las letras de las canciones, enseñamos herramientas para que los profesionales encuentren los síntomas de la dependencia y de la violencia de género», explica.

Para Emma Placer, propuestas como estas, que se realizan en entornos seguros, lúdicos y con mucho contenido emocional y vivencial, permanecen en nuestra memoria, mejor que cualquier panfleto o anuncio. «Todos hemos llorado y nos hemos emocionado con estos sesgos sobre el amor romántico, el género y lo que tiene o no tiene que ser una relación. Es más fácil hacerlo desde una canción que desde la teoría. Mirar dentro ayuda», sostiene la sexóloga.

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