La odisea de encontrar piso de estudiantes: «Llevamos aquí desde las cinco de la mañana»

Con la oferta de vivienda en mínimos en Santiago, vuelven las colas a las inmobiliarias | También se busca a través de grupos de WhatsApp con más de mil personas en los que los jóvenes avisan si quedan habitaciones libres

Colas de estudiantes universitarios ayer delante de la inmobiliaria Julio Gerpe en Santiago.

Colas de estudiantes universitarios ayer delante de la inmobiliaria Julio Gerpe en Santiago. / Jesús Prieto

natalia sequeiro

Santiago

Son las ocho de la mañana y una veintena de personas custodian ya la puerta de la Inmobiliaria Julio Gerpe de Santiago. «Llevamos aquí desde las cuatro y media, cinco de la mañana y ya había gente», comenta Ángel Javier. Los contratos de alquiler de los estudiantes finalizaron el pasado lunes, el martes se destinó la jornada a la limpieza de los pisos y la agencia convocó ayer a los que intentan encontrar vivienda para el próximo curso universitario. Antes no enseña ningún inmueble y de ahí las colas, que algunos tratan de sobrellevar jugando a las cartas en plena acera, mirando el móvil o incluso haciendo ganchillo. La verja del establecimiento situado en la Avenida de Vilagarcía se abrió a las diez de la mañana, la cola daba la vuelta a la esquina y se prolongaba ya por la calle de Romero Donallo.

«Hemos visto bastantes pisos que dan vergüenza», explica la ourensana Paula Alvarado, que llevaba buscando sin éxito desde principios de junio. «El tema está muy mal la verdad, nos enseñaron pisos con paredes llenas de humedad y te dicen que es cosa de pintura, habitaciones minúsculas sin luz...», asevera. Sofía Chavez busca un inmueble de tres habitaciones por unos 750 euros. Comenzó en abril y ayer todavía no lo había encontrado. Por eso optó por madrugar y llegar a las cinco de la mañana a la agencia y garantizarse una buena posición en la fila.

Vicente Martínez, vicesecretario de la Asociación Galega de Axencias Inmobiliarias (Agalín), explica que este curso la oferta de vivienda en alquiler es incluso más escasa que otros. «Todos los que están estudiando en Santiago están prácticamente asentados», indica el también responsable de la Inmobiliaria Apóstol. Con los precios de los alquileres en máximos históricos, una vez que se encuentra piso se opta por retenerlo. Según el portal Idealista, el precio del metro cuadrado en alquiler en la ciudad alcanza ya los 10 euros (uno más que hace un año), es decir que por un piso 80 metros se pagarían unos 800 euros. Martínez indica que de media se están pidiendo ya unos 300 euros por habitación.

Los que acceden por primer año a la Universidadade de Santiago son los que más difícil lo tienen. La coruñesa Lola Piñón va a iniciar la carrera de Medicina. Tras pasar bastante tiempo buscando un apartamento ha optado por instalarse en uno de esos pisos tipo residencia que ofrecen pensión completa. Pagará 850 euros mensuales. «No me esperaba que esto fuera así», subraya. «Yo miraba anuncios y llamaba a las inmobiliarias y siempre me decían que no tenían nada para enseñar, que fuese a hacer cola», explica.

Tampoco tuvo suerte a través de los grupos de WhatsApp activos en la ciudad en los que los universitarios autogestionan la oferta disponible. Uno de ellos, Foro Pisos Santiago, cuenta con unas 1.200 personas y funciona como un tablón de anuncios en el que los estudiantes que buscan compañero de piso publican sus anuncios ya sin intervención de las inmobiliarias.

Pese a estar matriculado en la USC ya el curso pasado, Marcos Vázquez, de Oleiros, tuvo que volver ayer a hacer cola frente a la inmobiliaria. «Vengo de un piso en el que me subieron 150 euros en dos años y nos tuvimos que ir de allí porque no valía lo que nos pedían. Tan pronto salimos del piso estaba ya alquilado, así está todo», denuncia. Vázquez explica que el precio máximo que están dispuestos a pagar es de 750 por un piso para tres personas. Sabe que lo tiene difícil. «Ves auténticas salvajadas en los portales inmobiliarios», censura para denunciar que buena parte de los propietarios «se dedican a especular, sin realizar mejoras en las viviendas».

Desde Agalín consideran que la raíz del incremento de los precios reside en la escasa oferta. «Falta promoción de obra nueva, hay mucha gente que quiere comprar vivienda como propietarios y no encuentra. Hay pocas viviendas que salgan al mercado, menos de 600 en venta en Santiago actualmente. Eso provoca que, claro, los precios sean elevados», indica.

«Los propietarios ven que hay mucha demanda y se vienen un poco arriba y acaban subiendo los pisos bastante. Precisamente tuvimos que abandonar el piso que teníamos antes porque nos subieron 50 euros a cada uno el alquiler del año pasado», lamenta el coruñés Martín Domínguez.

Diputados socialistas y el secretario xeral del PSdeG en Santiago, Aitor Bouza, se acercaron ayer a las «colas de la vergüenza» para compartir desde la madrugada la desesperación de los estudiantes para encontrar piso. Bouza denunció que la inacción del «gobierno gallego, después de años dejando sin ejecutar las partidas para promoción de vivienda», es la que está provocando que «un derecho básico» pase a ser «un privilegio». El máximo responsable de las Xuventudes Socialistas, Xurxo Doval, acusó a la Xunta de dejar a los estudiantes sin plazas en residencias y lamentó la situación de «cientos de personas que no saben qué va a ser de ellos» el próximo curso.

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