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La Fiscalía, obligada a intervenir en 75 casos graves de acoso escolar en un año en Galicia

Advierte un «importante déficit en la prevención e intervención en el entorno educativo» y señala que «muchas» veces problemas de salud mental subyacen como causa o efecto

Las secuelas del acoso escolar suelen perdurar en la etapa adulta.

Las secuelas del acoso escolar suelen perdurar en la etapa adulta.

C. Villar

Santiago

Aislamiento, insultos, vejaciones, agresiones físicas... El acoso escolar presenta muchas caras, tantas como las de quienes lo sufren y las de quienes lo ejercen, pero en algunas ocasiones las situaciones adquieren tal gravedad que requieren de la intervención de la Fiscalía. La memoria relativa a 2024 de la Fiscalía General del Estado cuantifica por primera vez, como tal, el fenómeno, más allá de las estadísticas derivadas de informes como PISA, que preguntan por la cuestión, aunque solo al alumnado de 15 años, y a las más exhaustivas realizadas en Galicia en los últimos años para medir el clima de convivencia en las aulas.

El órgano judicial resalta en su balance, al valorar ese tipo de delitos estadísticamente, con un total de 1.196 casos, que «los problemas de salud mental de los menores subyacen en muchos de los supuestos, bien como causa o bien como consecuencia de la infracción». Además, el hostigamiento, como advierten expertos en comportamientos juveniles que han analizado el fenómeno, ya no se limita a encuentros presenciales entre el agresor y la víctima, sino que internet ha multiplicado la exposición de los chavales. La Fiscalía también percibe esta deriva en el informe, cuando señala el «creciente abuso o mal uso de las TIC con especial incidencia en el campo del acoso escolar».

El delito de acoso escolar en la Fiscalía General del Estado

El delito de acoso escolar en la Fiscalía General del Estado / Simón Espinosa

En el caso concreto de Galicia, el informe de la Fiscalía gallega da cuenta de 75 delitos relacionados con el acoso escolar durante el año pasado que llegaron a la institución. La inmensa mayoría afectan a la provincia de Pontevedra, que acapara medio centenar de situaciones. En Ourense constan 24 y en Lugo, solo una. No aparece, sin embargo, ningún caso asociado a A Coruña, a pesar de que esta provincia, por concentrar una mayor proporción de población, suele ocupar el podio en todos los capítulos de infracciones relacionadas con menores de edad.

La Fiscalía General del Estado explica en su memoria que «por primera vez se ha incluido la figura delictiva del acoso escolar», arrojando un total de 1.196 asuntos en el año 2024, si bien aclara que «este delito suele estar integrado por otras figuras delictivas (lesiones, amenazas, coacciones...) y fundamentalmente por el delito contra la integridad moral del artículo 173.1». Este segundo delito —que alude a actuaciones vejatorias sobre la persona, con la concurrencia de un padecimiento físico o psíquico y con un componente degradante o humillante— también fue objeto de estudio estadístico de la Fiscalía en su balance del pasado año y el análisis revela 116 delitos en Galicia, con la práctica totalidad —104— contabilizados en la provincia de A Coruña, seis en Lugo, cuatro en Ourense y únicamente 2 en Pontevedra. El que A Coruña esté sobrerrepresentada puede implicar que las situaciones de acoso escolar en dicha provincia cuya gravedad ha provocado la intervención de la Justicia se hayan encauzado a través de esa tipología.

En general, al reflexionar sobre uno y otro delito, desde la Fiscalía advierten que, si bien no se pueden hacer comparativas con ejercicios previos, «las cifras por sí solas» —1.196 de acoso escolar y 1.057 delitos contra la integridad moral en todo el Estado— y «evidencian un importante déficit en la prevención e intervención en el entorno educativo y son motivo de una notable preocupación».

Las nuevas tecnologías

La Fiscalía detecta «todo un incremento» en los delitos cometidos a través de las nuevas tecnologías por los jóvenes, ya sea a través de redes sociales o aplicaciones de mensajería, una cuestión que relaciona con la «relación» del colectivo con las TIC.

Y esas infracciones, matiza el Ministerio fiscal en su memoria, deben entenderse «encuadradas» en el capítulo de «violencia y acoso escolar en el ámbito escolar e integridad moral». ¿Por qué? Porque «una buena parte de los delitos de acoso escolar se perpetran mediante ciberbullying», argumenta. Eso se traduce, añade, en «un incremento de los delitos contra la integridad moral». De hecho, advierte que las distintas secciones están «preocupadas por su auge y por las influencias que el abuso de las TIC puede generar en los menores».

El peso del porno y de ‘influencers’

Si la Fiscalía General del Estado no esconde su inquietud por los efectos que puede ejercer sobre las conductas delictivas de los menores relacionadas con el acoso escolar una excesiva utilización de internet y de las redes sociales, constata que «también se ha detecta influencia negativa en los menores por el precoz consumo de contenidos pornográficos y por influencers que incitan a conductas autolíticas o de grave riesgo para la salud». En ese punto, señala la memoria, «hay que hacer mención específica a los delitos de odio», que, «en numerosas ocasiones», se cometen a través de las TIC. Para dar cuenta de su relevancia, y siguiendo el ejemplo tomado con los delitos vinculados al bullying y a la integridad moral, los ha contabilizado de forma específica en el resumen de 2024. El resultado para el conjunto del Estado asciende a 127, con cinco casos para Galicia en menores.

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