Dos arrestados por distribuir un alucinógeno para "purificar" el alma

Captaban a todo tipo de clientes, entre ellos menores de edad, con charlas en restaurantes vegetarianos y tiendas alternativas en Madrid

Imagen de la planta psicotrópica del yahé o ayahuasca. / la opinión

Imagen de la planta psicotrópica del yahé o ayahuasca. / la opinión

Agencias

Madrid

La Policía Nacional ha detenido a los dos responsables de una asociación que vendía yahé, una planta psicotrópica, con la promesa de la "purificación del alma y del cuerpo".

Los arrestados, el argentino Alberto J.V. y la española Blanca R.B., captaban a sus clientes a través de charlas y panfletos en restaurantes vegetarianos y establecimientos alternativos de Madrid, donde informaban de los usos y propiedades de esta sustancia, que según ellos servía para la relajación o la telepatía y tenía capacidad de curación, de dar fuerza, de comunicación con espíritus, de hechizar y de aprendizaje de "ícaros" o adivinaciones. Sin embargo, uno de los principios activos del yajé o ayahuasca es la dimetiltriptamina (DMT), un psicotrópico con efectos secundarios como alucinaciones, náuseas, taquicardia e incluso, en algunos casos, intoxicación mortal.

Las investigaciones comenzaron el pasado mes de septiembre, cuando la Policía Nacional fue alertada por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios.

La intervención de los agentes se produjo cuando los dos detenidos estaban realizando uno de sus encuentros en un chalé de Las Rozas (Madrid), donde en ese momento había 21 personas, 3 de ellas menores de edad. Tras la detención de los dos máximos responsables de la organización, acusados de un presunto delito contra la salud pública, los agentes se incautaron de 40 kilos de yajé ocultos en la planta baja de la vivienda y un datáfono con el que los asistentes pagaban sus estancias y tomas por medio de tarjetas bancarias.

Los encuentros habían sido organizados con anterioridad en otras lugares como San Sebastián o en el centro de Madrid, aunque en la actualidad habían trasladado toda su actividad a Las Rozas.

En sus charlas informativas, los detenidos captaban a personas de toda índole y extracción social, incluidos menores de edad, para lograr su asistencia a encuentros de fin de semana en un chalé de Las Rozas, en los que, entre otras actividades, se administraba el yajé durante la noche.

El precio de los encuentros, a los que solía asistir una media de 30 personas, rondaba los 250 euros por fin de semana. En la publicidad que distribuían se explicitaba que había precios especiales para los menores de edad que tomaran el estupefaciente, con descuentos del 50% o totalmente gratis, según su edad.

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