Hallado muerto de un tiro un ourensano a quien tocó la lotería

Un trágico y extraño suceso. Manuel Calvo Vaz, un vecino de Riós (Ourense) al que le había tocado la lotería y que permanecía desaparecido desde hacía dos semanas, fue encontrado muerto ayer al mediodía en el interior de su vehículo, un todoterreno Nissan que estaba aparcado en una finca próxima a su vivienda. El cuerpo del hombre presentaba un impacto de bala en la cabeza y a su lado había una pistola con la que, a la espera de los resultados que arrojen las investigaciones, podría haberse producido el disparo que le produjo la muerte.

La familia del empresario Manuel Calvo -más conocido en la comarca de Monterrei como 'O millonario', tras haber sido agraciado en 2003 con un premio de 9 millones de euros en el sorteo de la Primitiva- había denunciado su desaparición el 15 de enero, aunque faltaba de su domicilio del pueblo de Romariz desde dos días antes. Según fuentes próximas a la investigación, el cuerpo de la víctima no tenía signos de violencia y dentro del coche había una bombona de gas que se descarta como causa de la muerte, pues estaba vacía.

Desde que se hizo pública su ausencia, la Guardia Civil descartó el móvil del secuestro, puesto que nadie se había puesto en contacto con la familia. No faltó quien restó credibilidad a la desaparición, pues Manuel Calvo había protagonizado otra hace apenas tres meses, en octubre de 2008, que duró 24 horas, transcurridas las cuales apareció magullado en su casa y declaró a la Guardia Civil que había sido asaltado por personas armadas que le habían robado 6.000 euros. Sus contradicciones hicieron pensar a los agentes que era un falso secuestro.

Desenlace

Ayer, tras conocerse el desenlace de la última desaparición, la consternación se adueñó de la familia y de los vecinos del fallecido. Trabajadores de un restaurante de la zona fueron algunos de los últimos que lo vieron el día 13. "Vino por la noche; había una gran nevada y habló con nosotros con normalidad e incluso bromeó conmigo y me dijo que cómo me había atrevido a ir a trabajar desde A Gudiña tal y como estaba la carretera", dijo una empleada.

La vida de Manuel Calvo y su familia dio un giro en 2003 tras resultar agraciado con los 9 millones de euros. La humilde vivienda de Romariz se transformó en una mansión. También puso en marcha Silagro, una empresa que comenzó adquiriendo terrenos para naves industriales en ese polígono, así como costosas máquinas agrícolas que luego vendió. En la actualidad la firma se había reconvertido en empresa de transporte de mercancías, con sede en San Cibrao das Viñas. Tenía una flota de 20 camiones y unos 25 empleados. Trabajaba para un sector en crisis, la automoción, llevando transporte para Citroën y filiales. Pero nadie se atreve a ratificar si la empresa de Manuel Calvo estaba pasando dificultades económicas.