Un hombre que había secuestrado un autobús con 37 personas se rinde ante la Policía

El hombre de 33 años, que sufría problemas de salud mental, forzó al conductor a detener el vehículo en una gasolinera cerca de la ciudad de Lovech, a 125 kilómetros al este de Sofía, y pidió reunirse con agentes de policía. "El caso terminó con éxito (...) El hombre se rindió y entregó su arma. Todos los pasajeros gozan de buena salud", manifestó, por su parte, una portavoz de la Policía.

Oficiales de Policía han registrado el bus secuestrado, que viajaba desde Sofía al pueblo de Varna en el Mar Negro, y no encontraron explosivos, aunque el secuestrador advirtió de que había colocado una bomba en el compartimiento del equipaje.

La Policía precisó que el secuestrador había exigido que los agentes llevaran a un hombre a quien responsabilizó de un accidente automovilístico que tuvo lugar el año pasado y como consecuencia del cual su novia sufrió un aborto espontáneo, según relató. En declaraciones posteriores a una cadena de televisión local, cambió su versión y aseguró que finalmente el niño nació a comienzos de este mes pero que el hombre en cuestión había intentado atropellar a la mujer cuando estaba embarazada.

El ministro del Interior Mijail Mikov, que se desplazó al lugar de los hechos, manifestó, que el secuestrador tenía problemas personales y mentales, según reportó la agencia de noticias BTA.

Por otro lado, Maria Dimitrova, una de las pasajeras secuestradas, informó en declaraciones a la televisión búlgara que el secuestrador no era violento. "Estaba un poco asustada, especialmente después de escuchar que había una bomba en el autobús. Pero nos dijo que nadie saldría herido", declaró Dimitrova, de 20 años.